viernes, 15 de marzo de 2013

Tener una visión clara - Devocionales, Meditaciones, Reflexión - Vídeo

vision clara
“ Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz” Mateo 6:22 (Nueva Traducción Viviente).
Para José fueron sus sueños, para Moisés fue liberar al pueblo de DIOS, para Pedro fue alimentar a las ovejas de nuestro Señor, y para Jesús fue la Cruz. Esa era la visión de DIOS para sus vidas. Por el contrario, andar por la vida sin visión, es como un barco sin brújula o una pistola sin pólvora.
El creyente debe tener una visión clara de parte de DIOS para dar fruto. De lo contrario parecerá como si a una planta le cambiasen de lugar constantemente, sin poder echar raíces y mucho menos producir fruto. Todo ha sido creado por medio del Señor y para Él (Colosenses 1:16), por lo que en Jesús es donde se encuentra la única visión eterna. En DIOS los suyos son obras maestras en proceso (Efesios 2:10).
Las visiones del Señor no siempre serán fáciles, no obstante, sólo en ellas se encuentra trascendencia. Para José significó ser enviado a una tierra lejana, ser vendido como esclavo y estar unos años en prisión injustamente; pero así llegó a convertirse en el gobernador de Egipto. Para Moisés su visión le llevó a dejar el palacio donde fue criado y convertirse en el caudillo de Israel. Para Pedro significó enterrar su pasado y predicar la Palabra de DIOS sin temor. Y para Jesús su visión le costó la sangre. Sin embargo, por medio de ella millones de personas han encontrado salvación.
Ten avivada la visón que te ha sido dada por DIOS, que a nadie más se la ha asignado. Si últimamente tu vista es borrosa, permite que el Señor limpie tu corazón y te permita andar en Su visión.

NO ANDES A TIENTAS, CAMINA FIRME EN LA VISIÓN DE DIOS.


Un Corazón Limpio - Devocional

Salmos 51: 10

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Quizá uno de los versículos que más han impactado mi vida desde que conocí a Cristo es este. Y será porque es como el lema de mi vida, puesto que anhelo cada día que Dios cree en mí un corazón limpio y renueve dentro de mí un espíritu recto.
corazon-limpioPero ¿A qué se refiere el texto al decir “un corazón limpio”? Un corazón limpio es aquel que está libre de rencor, libre de odio, libre de ataduras que te llevan a hacer lo contrario de lo que Dios te ha mandado a hacer. Un corazón limpio es un corazón alegre, pues es un corazón sano; la Biblia dice que el corazón alegre hermosea el rostro, es decir, que tu interior se reflejará en tu exterior.
Un corazón limpio es aquel que ve las cosas que le ocurren a diario, como una forma más para que el poder de Dios se perfeccione en su vida, un corazón limpio anhela agradar a su Padre, un corazón limpio es aquel que busca la perfección, a sabiendas de que tiene un largo camino que recorrer.
Pero la segunda parte del texto dice: “un espíritu recto”. Definitivamente somos seres tripartitos, pues estamos compuestos de espíritu, alma y cuerpo. El cuerpo es lo que nosotros reconocemos como la carne. En el alma se encuentran las emociones y el intelecto. Y el espíritu es el que se comunica con Dios; es aquel que en medio de una alabanza de adoración se siente tocado y ministrado por la presencia de Dios, es aquel que nos impulsa a no querer alejarnos de su presencia.
Entonces, un espíritu recto es aquel que no quiere perder su objetivo, es aquel que, “pese a” todo, quiere seguir buscándolo y no se rinde por nada, un espíritu recto es aquel que se agrada en hacer la voluntad de su Padre y no mirar atrás.
¿Te das cuenta de la importancia de este versículo en nuestra vida? Definitivamente, si queremos agradar a nuestro Dios, tenemos que decir y tratar de hacer lo que su siervo David un día expresó:
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mi”

¿Cómo puedo saber con certeza que voy a ir al Cielo cuando muera? - Preguntas y respuestas bíblicas - vídeo

Respuesta: ¿Sabe con seguridad que tiene vida eterna y que va a ir al Cielo cuando muera? ¡Dios quiere que usted esté seguro! La Biblia dice: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1ª Juan 5:13). Supongamos que usted estuviera parado delante de Dios ahora mismo, y Él le preguntara, “¿Por qué debería dejarte entrar al Cielo?”, ¿qué respondería usted? Tal vez no sabría qué responder. Lo que necesita saber, es que Dios nos ama y ha previsto y provisto una manera por la cual podemos saber con seguridad dónde pasaremos la eternidad. La Biblia lo declara de esta manera: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Tenemos que entender, primero, el problema que nos impide acceder al Cielo. El problema es que nuestra naturaleza pecaminosa nos impide tener una relación con Dios. Somos pecadores por naturaleza y por voluntad propia. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). No podemos salvarnos a nosotros mismos. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie de gloríe” (Efesios 2:8-9). Merecemos la muerte y el infierno. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).

Una lección de amor - Reflexión


En una vidriera un letrero decía:
 "Cachorritos en venta"

Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando: "¿Cuál es el precio de los perritos?"

El dueño contestó: "Entre 30 y 50 euros". El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: "Sólo tengo 2.37€... ¿puedo verlos?".

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió corriendo su perra, seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. De inmediato, el niñito señaló al perrito rezagado que cojeaba. "¿Qué le pasa a ese perrito?", preguntó.

El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.

El niñito se emocionó mucho y exclamó: "¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!". Y el hombre replicó: "No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo". El niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo.
De hecho, le voy a dar mis 2.37 euros ahora y 50 céntimos cada mes hasta que lo haya pagado completamente". 

 El hombre contestó: "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. Él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos".

El niñito se agachó y levantó la pernera de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo: Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda".

El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas. Sonrió y dijo: "Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú".

En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente.

Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.

No Me Abandonarás - Música cristiana

Aquí otra vez pidiendo a ti
que escuches mis palabras
Y tengo miedo de expresar
es que pienso que te voy a molestar
Aun así tu presencia siento aquí
No me abandonarás
aunque el mundo me haga ver que Tú no estás,
no me abandonarás
aunque a veces quiera hacer mi voluntad.
Me has guardado para ti
no me abandonarás
Aquí otra vez yo vengo a ti
para darte las gracias,
por salvarme de eterna perdición
casi veo la lanza en tu costado por mí
y aun así te veo resucitar por mí.
No me abandonarás
aunque el mundo me haga ver que Tú no estás,
no me abandonarás
aunque a veces quiera hacer mi voluntad.
Me has guardado para ti
no me abandonarás
Difícil de entender es tu pensar al ver en mí un alma para salvar.
Más doy gracias hoy por mi libertad
No me abandonarás
aunque el mundo me haga ver que Tú no estás,
no me abandonarás
aunque a veces quiera hacer mi voluntad.
Me has guardado para ti
no me abandonarás