sábado, 13 de julio de 2013

Sé útil: Abre tu corazón de par en par - Ánimo en mensaje


Ser útil es ser servible. No somos superhéroes, no tenemos poderes especiales, no podemos hacer todo cuánto quisiéramos. Sin embargo, sí podemos hacer algo por los demás y ser personas útiles en el mundo en el que vivimos. Ser útil en este caso, no se mide por la cantidad de cosas que podamos hacer, sino más bien por el número de vidas o de corazones que hayamos impactado o tocado con nuestros actos.

Si todos los días hacemos el bien, aunque sea a las personas con las cuales convivimos, con las que trabajamos o que nos pasan por al lado, eso a su vez se puede multiplicar. Tal vez una anciana esté necesitando que alguien la lleve al supermercado, o quizás un niño requiera que alguien le dedique una hora de su tiempo para jugar o enseñarle algo,... quizás una mujer o un hombre necesiten una frase alentadora que les recuerde que valen la pena y que aunque las cosas parezcan un poco difíciles, con el tiempo mejorarán.

Quizás debas trabajar algo menos para acomodar en tu agenda un tiempo en el que te olvides de ti mismo y compartas y seas útil para otros. Porque lo que en un momento das, en algún momento lo recibirás en amor, fe, bendiciones, salud o vida. Podemos hacernos casi inmortales con el recuerdo de una persona a la que le hayamos ayudado en un momento clave de su vida. Haz el bien y no mires a quien, no pienses en si lo merece o no. Simplemente hazlo por tu conciencia y corazón, porque en tu naturaleza has decidido ser una persona que sirva para algo a los demás.

No siempre será fácil, porque hay personas que no parecen merecer ni necesitar nada, pero a veces esos son los que tienen más carencias en sus vidas. Tal vez tu amigo o amiga, un familiar cercano o lejano, se encuentre hoy apesadumbrado, sin ánimo, ni esperanza. Quizá no tenga ni siquiera qué comer, y por dignidad no haya pedido auxilio.

Tú puedes ser el instrumento que Dios utilice para bendecir a una vida, no cierres tu corazón, ábrelo de par en par y deja que fluya el amor.

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