lunes, 28 de agosto de 2017

La Fe para Salvación

Qué don tan grande es la fe:
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1
La fe es creer sin dudar, tener la convicción de lo que no hemos visto. Es creer sin argumentos materiales, es creer sin discusiones, creer como un niño. 
La fe es algo tan grande que ha hecho posible que el cristianismo se haya extendido desde un puñado de hombres al principio de la iglesia primitiva, hasta llegar a todo el mundo. Los hombres de fe que empezaron la obra creyeron a su Maestro, y por medio de esta fe llevaron a cabo la gran comisión:
Mateo 28:18-20 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Dice la Biblia que sin fe es imposible agradar a Dios:
Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
Pablo la menciona como uno de los dones más importantes:
1 Corintios 12:9 “a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”.
La fe es la confianza en el testimonio de otro, pero como pecadores que somos, siempre dudamos de nuestros semejantes; mas en el caso de la fe que habla la Biblia es aún peor porque nos pide que creamos en algo que nadie ha visto. Esta fe está basada simplemente en la confianza que tenemos en la Palabra de Dios.

Calypso…Donde Navega El Olvido

El sueño comenzó el 19 de julio de 1950 cuando un joven entusiasta de apellido Cousteau adquirió, en complicidad con un grupo de amigos, un viejo dragaminas abandonado que ostentaba el mítico nombre de Calypso.
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Los años que siguieron fueron tan duros como provechosos; el Calypso crecía en recursos, cambiaba y se readaptaba proporcionalmente al entusiasmo de su tripulación. Veinte años después de su compra, el viejo dragaminas se había convertido en el barco oceanográfico más importante del mundo y estaba dotado, entre otras cosas, de dos equipos buceadores de gran profundidad, un globo aerostático y la mayor tecnología conocida hasta el momento para el estudio de los océanos.
El mar jamás tuvo un defensor tan aguerrido. Su imponente figura se presentaba sorpresivamente en los puertos donde se desarrollaban las cumbres mundiales del medio ambiente, era recibido por la algarabía de la población, escoltado por cientos de embarcaciones menores, y saludado con las salvas de la marina local. Su sola presencia hacía bajar la cabeza a los que cazaban ballenas y a los que contaminaban el mar. El Calypso estaba presente, y en su cubierta, tras el ojo de una cámara, se alineaba la población mundial.

Perfecta paz

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. Juan 14:27 
Inline image 1Una amiga me dijo que, durante años, había buscado paz y felicidad. Junto a su esposo, estableció un negocio exitoso y pudo comprar una casa grande, ropa elegante y joyas costosas. Sin embargo, ni estas posesiones ni su amistad con personas influyentes pudieron satisfacer su anhelo de paz interior. Entonces, un día, cuando se sentía deprimida y desesperada, una amiga le contó la buena noticia de Jesús. Así descubrió al Príncipe de paz, y su comprensión de la paz verdadera cambió para siempre.
Después de cenar por última vez con sus amigos (Juan 14), Jesús les habló de esta paz, al prepararlos para lo que pronto sucedería: su muerte, su resurrección y la venida del Espíritu Santo. Al describir una paz distinta a cualquier cosa que el mundo pueda dar, Él quería que descubrieran cómo encontrar una sensación de bienestar en medio de las dificultades.
Más adelante, cuando el Jesús resucitado se les apareció a los aterrados discípulos, los saludó, diciendo: «Paz a vosotros» (Juan 20:19). Ahora podía ayudarlos (y ayudarnos) a entender cómo descansar en lo que Él hizo por nosotros. A medida que lo hacemos, descubrimos una seguridad mucho mayor que nuestros sentimientos tan cambiantes.
Padre celestial, Tú nos guardas en completa paz. Ayúdanos a confiar siempre en ti, nuestra Roca eterna.
Jesús vino a traer paz a nuestras vidas y nuestro mundo.