sábado, 8 de abril de 2017

No hay nada mejor

Últimamente he estado meditando en que no hay nada mejor que tener una relación personal con Dios. Poder hablar con Él de cualquier cosa y de cualquier necesidad, y ver la forma en que Él nos responde más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, es algo que no es comparable con nada.
Cuando te quieres dirigir a Dios, ¿acostumbras a hacer rezos repetitivos o prefieres hablar con Él desde tu corazón?
busca-al-senor-640Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3
Dios desea escucharte y también hablarte. ¿Cómo nos habla Dios? Porque en este mundo, de tantas voces… ¿cómo podremos distinguir que es el Señor el que nos habla?
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas,  y por quien asimismo hizo el universo. Hebreos 1:1-2
Sabemos que Dios antes habló a su Pueblo por medio de los profetas, pero hoy sigue hablando a través de su Hijo Jesús, por medio de La Palabra hecha carne, la Biblia.
Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres.
Toda la Biblia da testimonio de Quién es Jesús, y de cómo, por medio de Él, podemos tener acceso a Dios Padre.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Juan 14:6
No hay otra manera de que podamos llegar a Dios sino a través de Jesús. Y es imposible que una persona convenza a otra de Quién es Jesús, porque eso solamente viene de una Revelación que el Padre o Jesús mismo da a quien Él quiere o a quien lo busca de todo corazón.
Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el SEÑOR, “planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. “Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. “Me dejaré hallar por vosotros”, declara el SEÑOR. Jeremias 29:11-14

La Guía del Espíritu Santo

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios” (Romanos 8:14).
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Algunos de nosotros hemos vivido una experiencia que ilustra cómo el Espíritu Santo guía a los hijos de Dios. 
La historia trata de una “hermana” nuestra. Su testimonio se puede encontrar en su blog, donde continuará escribiendo sobre el viaje a Kenya que está a punto de emprender. Este es el episodio que acaba de pasarle.
Para poder salir en su viaje misionero a Kenya, Elizabeth necesitaba varias cosas, sobre todo, a una chica que viviera en su piso para ayudarla con los gastos, también una persona para reemplazarla como profesora en la academia donde actualmente da clases de inglés, y más apoyo económico. Creyendo que el Señor le había indicado que quería que fuese en abril, sacó el visado y se puso las vacunas, y esto lo hizo por fe, creyendo que el Señor supliría el resto. Oraba y ponía anuncios en varios sitios de que alquilaba una habitación, y al mismo tiempo buscaba una profesora de inglés para ocupar su lugar. Encontró una chica que podía hacer las dos cosas, pero le faltaban ciertos requisitos para poder dar inglés. Para cumplirlos, se apuntó a un cursillo intensivo sin saber si le iban a dar el puesto de trabajo. Elizabeth se fue para hablar con la directora de la academia para decirle que quería ir a Kenya y que había encontrado una chica para tomar su lugar. La directora no estaba muy convencida, y sin su beneplácito, el plan no podía funcionar.

El hombre que tenía un sueño

Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a Sión, fuimos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces decían entre las naciones: «¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!» (Salmo 126:1, 2).

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La bala que atravesó su garganta aquel 4 de abril de 1968 a las 6:01 pm, y que le arrebató la vida, no logró que su misión quedara inconclusa. Su voz se acalló, pero otras miles de personas siguieron haciéndose oír. Martin Luther King Jr., pastor bautista y adalid de la lucha contra la segregación racial, fue asesinado por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis, Tennessee, Estados Unidos.
Luther King nació en 1929. Trabajó en pos de los derechos de las personas de color, y lideró movimientos en favor de la paz y contra la pobreza. Su lucha siempre se caracterizó por el NO a la violencia. Entre 1957 y 1968, recorrió casi diez millones de kilómetros y habló en público más de 2,500 veces.
En 1964 recibió el Premio Nobel de la Paz. Hoy, es reconocido como uno de los más grandes líderes sociales y oradores de la historia moderna.

Cómo escuchar a Dios para andar con Él

Una de las lecciones más importantes que podemos aprender es cómo escuchar a Dios. En nuestras vidas, complicadas y ajetreadas, nada es más urgente, nada es más necesario y nada es más satisfactorio que oír lo que Dios quiere decirnos y obedecerlo.
Por supuesto, una conversación de verdad implica tanto hablar como escuchar, y a la mayoría de nosotros nos va mejor con la primera parte.
escuchar a DiosEn mi caso personal, llegué a un punto en que estuve tan ocupado haciendo la obra del Señor que me quedaba muy poco tiempo para cualquier otra cosa. Predicaba seis veces a la semana, grababa dos programas de televisión y pastoreaba una iglesia grande. También desarrollábamos el lanzamiento de la emisión de programas de alcance internacional. Pasaba mucho tiempo hablándole a Dios, pero un día me di cuenta que no pasaba la misma cantidad de tiempo escuchando lo que Él me decía. Supe que algo tenía que cambiar. Si no aprendemos a escuchar al Señor, vamos a cometer errores que nos van a salir muy caro.
Y me asaltó la pregunta: «¿Acaso el Señor realmente nos habla en la actualidad?» La Biblia nos asegura que así es. El libro de Hebreos empieza con estas palabras: «Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo» (Hebreos 1.1, 2). Dios no está callado. Nuestro Padre celestial está vivo y se mantiene activo. Él nos habla individualmente y de una manera en que podemos escucharlo, recibir su mensaje y obedecerlo. Él es infinito y plenamente capaz de comunicarse con cada uno de nosotros, justamente donde estamos, en medio de nuestras circunstancias, y de una manera muy personal.
Este es uno de los conceptos más importantes que usted debe entender para aprender a escuchar a Dios. Cuando el Señor habla, le está hablando a usted. La Palabra de Dios contiene su verdad; por lo tanto, recíbala como algo personal. Permita al Espíritu Santo abrir y entrar a su corazón para que usted tenga un entendimiento más profundo de las Escrituras. Así podrá reclamar las promesas de Dios para su vida y también entenderá a un nivel más profundo, su provisión, su cuidado y su amor.