jueves, 2 de febrero de 2017

¿Realmente Lo Que Hacemos Habla Más Claro Que Lo Que Decimos?

“De la misma manera que puedes identificar un árbol por su fruto, puedes identificar a la gente por sus acciones” (Mateo 7:20, NTV).
Resultado de imagen de Lo Que Hacemos Habla Más Claro Que Lo Que Decimos?Tuve un problema en una cuerda vocal en la primavera de 2013, debido a un riguroso calendario de programas de radio y a una gira de conciertos por Australia. Muchos viajes, un uso excesivo de la voz, un reflujo gástrico y quién sabe qué más, causaron la hemorragia en una cuerda. Aunque hacía semanas que mi voz se había sentido “fatigada”, no le había prestado la atención que merecía, ya que nunca había tenido problemas de cuerdas vocales en el pasado. Devastada, observé la radiografía de mi garganta en la consulta del médico otorrinolaringólogo, temiendo no poder volver a cantar de nuevo.
Me sometieron a un estricto reposo vocal: no podía reírme, toser, estornudar ni aclarar la garganta durante dos semanas, que luego se convirtieron en cuatro. Me invadió el temor por las posibles cancelaciones y aplazamientos de conciertos. Lo peor de todo era que había un evento que no podía posponer: la boda de mi hermano.
Hice un hermoso collar para colgarme al cuello con una nota que exponía mi situación. ¿Cómo será asistir a una ocasión tan feliz, rodeada de familiares, sin poder decir ni una palabra?, me preguntaba. Hacía años que no veía a muchos de mis familiares, y ahora no iba a poder hablar con ellos.

El Bautismo del Espíritu Santo

Lee Marcos 1:8, Mateo 3:11; Lucas 3:16; Juan 1:33); y compara con Hechos 11:16. 
En el Nuevo Testamento, hay solamente siete pasajes que hablan acerca de ser bautizados con el Espíritu Santo. Cuatro de esos pasajes presentan a Juan el Bautista señalando el futuro Pentecostés, cuando el Espíritu Santo sería dado para marcar el inicio del tiempo de los “últimos días” de la historia de la salvación. 
Resultado de imagen de El Bautismo del Espíritu SantoJuan, sin embargo, en contraste con los otros evangelistas, no usa el tiempo verbal futuro cuando habla del bautismo del Espíritu. Más bien, utiliza el tiempo presente, indicando que esto es algo que tiene validez permanente, continua en el tiempo (Juan 1:33). El mismo tiempo verbal es usado por Juan solamente unos pocos versículos antes, en Juan 1:29, cuando habla acerca de otra obra importante de Jesús: quitar el pecado del mundo. El ministerio de Jesús consiste en quitar nuestros pecados y darnos al Espíritu Santo. Esta experiencia doble también es mencionada en Hechos 2:38. Después de que sus ojos fueron abiertos a Cristo, los discípulos recibieron ambos: el perdón de los pecados y la unción del Espíritu Santo. La misma experiencia aparece con respecto a los creyentes en la casa de Cornelio, en Hechos 10:43 y 44; y más tarde, en Hechos 11:16. El bautismo por agua es conocido como el bautismo de arrepentimiento (Hechos 19:4). Cuando nos arrepentimos del pecado y somos bautizados en el nombre de Jesús, también recibimos al Espíritu Santo (Hechos 2:28, 29)

Salvador eterno

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 8:58
Jeralean Talley murió en junio de 2015; era la persona más vieja del mundo: 116 años. En 1995, la ciudad de Jerusalén celebró su cumpleaños número 3.000. Para una persona, 116 años es ser viejo; y para una ciudad, 3.000 también lo es; pero hay árboles que viven más. Se ha determinado que un pino de las Montañas Blancas de California tiene más de 4.800 años. ¡Esto lo ubica 800 años antes del patriarca Abraham!
Cuando los líderes religiosos judíos cuestionaron la identidad de Jesús, Él también declaró ser anterior a Abraham: «Antes que Abraham fuese, yo soy» (Juan 8:58). Esta valiente afirmación consternó a sus adversarios; entonces, procuraron apedrearlo. Sabían que no se refería a su edad cronológica, sino que proclamaba ser eterno, ya que utilizaba el antiguo nombre de Dios: «Yo soy» (ver Éxodo 3:14). Como miembro de la Trinidad, su declaración era legítima.
En Juan 17:3, Jesús oró: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». Jesús, el Eterno, entró en el tiempo para que nosotros pudiéramos vivir para siempre. Y concretó esta misión al morir en nuestro lugar y resucitar. Al recibirlo como Salvador, pasaremos la eternidad con Él.

Señor Jesús, te recibo como Salvador para tener vida eterna y estar contigo para siempre.
Cristo es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:17

La Ciencia Y La Biblia

«¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?». Job 38: 4
Resultado de imagen de La Ciencia Y La Biblia en la creación
Puesto que el libro de la naturaleza y el de la Revelación llevan el sello de una Mente maestra, no pueden por menos que estar en armonía. Con diferentes métodos y lenguajes dan testimonio de las mismas grandes verdades. Pero aunque la ciencia descubre a cada momento nuevas maravillas, en su investigación no obtiene nada que, correctamente comprendido, discrepe de la revelación divina. El libro de la naturaleza y la Palabra escrita se iluminan mutuamente y nos familiarizan con Dios, al instruirnos respecto a las leyes por medio de las cuales Él actúa.
Sin embargo, algunas deducciones erróneas de fenómenos observados en la naturaleza, han hecho suponer que existe un conflicto entre la ciencia y la Biblia y, a pesar de los esfuerzos realizados para restaurar la armonía entre ambas, se han adoptado ciertas interpretaciones de las Escrituras que minan y destruyen el poder de la Palabra de Dios. Muchos consideran que la geología contradice la interpretación literal del relato del Génesis de la creación. Afirman que se requirieron millones de años para que la tierra evolucionara a partir del caos, y a fin de acomodar la Biblia a esta supuesta revelación de la ciencia, hay quienes suponen que los días de la creación fueron muy largos e indefinidos períodos que abarcan muchos miles, quizá millones de años.