lunes, 9 de enero de 2017

Grandes Amigos

Un hombre, su caballo y su perro caminaban por un sendero. Al pasar cerca de un árbol gigantesco, cayó un rayo, y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había dejado este mundo, y siguió caminando con sus dos animales (a veces a los muertos les lleva un tiempo ser conscientes de su nueva condición…)
La caminata se hacía muy larga, colina arriba, el sol era de justicia, y todos estaban sudados y sedientos. Necesitaban desesperadamente agua, cuando en una curva del camino avistaron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plaza adoquinada con bloques de oro, en cuyo centro había una fuente de donde manaba un agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que guardaba la entrada:
 – Buenos días. ¿Qué lugar es éste, tan bonito?
 – Esto es el cielo.
 – Pues qué bien que hemos llegado al cielo, porque nos estamos muriendo de sed.
 – Usted puede entrar y beber todo el agua que quiera.
 – Mi caballo y mi perro también tienen sed.
 – Lo siento mucho, pero aquí no se permite la entrada de animales.

Hábitos de un cristiano

Salmo 23:1  Jehová es mi pastor, nada me faltará.
¿Qué es provisión? Del latín “provisio”, provisión es la acción y el efecto de proveer (facilitar lo necesario para un fin). También  significa: abastecimiento- abasto-acopio- almacenamiento- aprovisionamiento-bastimento.
Un hábito de un cristiano es buscar en la fuente correcta e inagotable que es Dios. Quizá lo has estado buscando toda tu vida en el lugar incorrecto, o quizás lo has dejado de buscar en el lugar correcto, y tu corazón lo ha hecho en lo vano, en lo perecedero, en lo limitado.
Resultado de imagen de Hábitos de un cristianoRuego a mi Padre Dios que este mensaje llegue a tu corazón, y nos ayude a comprender la búsqueda correcta del sustento que es Dios.
El dialogo con el dueño de todo tiene que ser constante.
No puedes conocer al Dios de la provisión plena si no charlas con Él; ¿cuántas veces le oras? La biblia nos dice que debemos orar sin cesar, Dios nunca se va cansar de nuestras oraciones, Él se deleita, se alegra y es de gran gozo para Él poder escuchar tus peticiones.
Dios produce en nosotros el deseo de buscarlo; jamás lo encontrarás y te moverás por ti mismo a buscarlo. Él es el que produce en nosotros el querer como el hacer, quien provee todo lo necesario para vivir como ovejas dignas.
La provisión de Dios se lleva a cabo con una buena preparación, entrenamiento, estableciendo tiempos de oración constante a nuestro Padre celestial, y esfuerzo al leer la Palabra, pasando mucho tiempo charlando.

7 Principios para darle sentido a tu Vida

Usted tiene la capacidad de hacerlo; somos seres que somos en base a como actuamos y actuamos como somos. Muchas veces buscamos respuestas, pero lo que más necesitamos es hacernos las preguntas correctas.
Resultado de imagen de 7 Principios para darle sentido a tu VidaRecuerde las palabras del sabio: “Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él”. Proverbios 23:7a
LOS 7 PRINCIPIOS PARA DARLE SENTIDO A TU VIDA
1. Todos tienen libertad de escoger, incluso si no la creen tener. Tú eliges cambiar, no esperes a que la otra u otras personas lo hagan por ti. ¿Víctima o Protagonista?
2. Establece y asume valores en tu vida. ¿Cuáles son tus valores? ¿Qué es lo que más valoras en tu vida?
3. Descubre que los buenos y los malos momentos tienen su significado. ¿Qué significa esta situación?
4. No trabajes contra ti mismo. No te obsesiones demasiado por hacer algo, porque puedes cometer errores. Piensa primero ¿va en contra de tus creencias?
5. Véase a sí mismo con sentido del humor. Si no lo hace, al primer fallo se derrumbará. ¿Me acerca a la meta?
6. Piense y busque la parte positiva en todo, siempre la hay. ¿Qué puedo aprender de todo esto?
7. Por último, hay que ir más allá de uno mismo: no se trata sólo de ti, sino de tus familiares o de tus clientes. Viva la vida dando algo más cada día. ¿Estoy dando lo mejor de mí?
Trabajar con estos principios mejorara su vida y la de los demás.
La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste.

¡Tómalo como un buen consejo!

Una mañana un padre perdió los estribos en una situación irritante sucedida en la vid. Derramó su frustración y enojo en su hijo, que parecía ser el blanco más cercano.
En el transcurso del día, mientras él y su hijo estaban pescando, comenzó a sentirse culpable por lo que había dicho y hecho. Y le dijo así:
-Hijo, esta mañana estuve un poco impaciente y nervioso.
-¡Ajá!, murmuró el hijo, recogiendo la línea en su riel para luego volver a arrojarla.
El padre continuó:
-¡Umm!… reconozco que debió ser difícil estar cerca de mí.
-¡Ajá!, fue todo lo que el hijo murmuró de nuevo.
-Quiero… quiero que sepas que… me siento mal por lo ocurrido, prosiguió el padre.
Luego, agregó con rapidez para justificarse.
-Pero ya sabes, hijo, hay momentos en los que soy así.
-¡Ajá!, dijo el niño otra vez.
Pasaron unos segundos hasta que el niño le dijo a su padre:
-¿Sabes, papá? Dios te usa a ti para que nos enseñes a todos en la familia, lo que es tener paciencia.
Nuestras familias tienen una manera de dar en el clavo con su sinceridad, pero en lugar de sentirnos atormentados, tomemos lo que digan como un buen consejo. ¡Nadie más que su familia puede ayudarlo a crecer en la naturaleza de Jesucristo!
A menos que un padre acepte sus culpas, se dudará de sus virtudes.
Efesios 1:6
... para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.