domingo, 4 de diciembre de 2016

10 Preguntas

Resultado de imagen de 10 Preguntas QUE TE HARÁ DIOSDios no te preguntará qué modelo de coche usabas;
te preguntará a cuánta gente llevaste para ayudarla.
Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa;
…te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
Dios no te preguntará la marca de la ropa de tu armario;
te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.

Dios no te preguntará lo alto que era tu sueldo;
te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.

Dios no te preguntará cuál era tu oficio;
 te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.

Dios no te preguntará cuántos amigos tenías;
te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.

Dios no te preguntará en qué vecindario vivías;
te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

Dios no te preguntará el color de tu piel;
te preguntará por la pureza de tu interior.

Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la salvación;
te llevará CON AMOR a tu casa en el cielo y no a las puertas del infierno.

Dios no te preguntará a cuántas personas les compartiste el mensaje;
te preguntará si te dio vergüenza hacerlo.

Dios no acusa; solo te pide que prediques con el ejemplo.

¿La muerte es un tema tabú?

No hay hombre que tenga potestad sobre el aliento de vida para poder conservarlo, ni potestad sobre el día de la muerte. Y no valen armas en tal guerra, ni la maldad librará al malvado.  Eclesiastés 8:8
El tema de ese debate filosófico reciente era: «¿La muerte dejará de ser un tema tabú?»
Efectivamente, nuestra sociedad trata de quitarle el carácter sagrado a la muerte, para demostrar que no debemos tener miedo de ella. Pero, ¿ésa no es precisamente la prueba frehaciente de una inquietud? La muerte siempre ha asustado al hombre. Éste puede evadir el tema o evocarlo haciendo bromas, pero esas actitudes revelan una inquietud que el hombre se niega a reconocer. Lo que perturba a los hombres, sobre todo, es lo desconocido que sigue a la muerte. La Biblia habla de forma precisa sobre este tema. Ella nos dice que morir no es solo dejar de existir en esta tierra, que hay una existencia después de la muerte. El Señor Jesús dijo:Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:28-29).

Muchos Lápices

Mi madre vive sola. Hace ocho años que mi padre murió, y ella no puede salir sola excepto a dar caminatas cortas. Tiene muchas dificultades con su memoria, y las conversaciones se limitan a unos cuantos comentarios repetidos.
Sin embargo, mi madre me dijo algo profundo: «El otro día estaba pensando en mis problemas y concluí que no tengo nada de qué quejarme. Dios me está cuidando y tengo gente que me ayuda. Mi único problema es que no puedo acordarme de nada, aunque tengo muchos lápices y papel para escribirlo todo.»
El apóstol Pablo luchaba con lo que él llamaba «un aguijón en la carne» (2 Corintios 12:7). Pero descubrió que en su debilidad, él experimentaba «el poder de Cristo» (verso 9). Dijo: «Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo» (verso 10).
Todos tenemos luchas. Éstas están relacionadas con la edad, las finanzas, las relaciones o miles de otras dificultades. Pero si de verdad disponemos nuestro corazón en confiar en Dios, y si permanecemos agradecidos, incluso en medio de nuestros problemas, es más probable que reconozcamos que «no tenemos nada de qué quejarnos». 


Sus palabras no fallan

Bendito sea Jehová, que ha dado reposo a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho: ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. (1 Reyes 8:56)

Imagen relacionadaTuvimos la oportunidad de contemplar la más hermosa puesta de sol que vi en mi vida. Las palabras no bastan para describir tanta belleza. Los últimos rayos del sol poniente, con sus pinceladas de oro y plata, colores púrpura, ámbar y carmesí, lanzaban su fulgor hacia la altura, adquiriendo cada vez más resplandor y elevándose cada vez más, hasta dar la impresión de que los portales de la ciudad de Dios se habían abierto de par en par, para dejar escapar destellos de la gloria que encierran. 
Durante dos horas ese extraordinario reflejo mantuvo encendido el frío cielo nórdico: era un cuadro pintado por el Artista supremo sobre el cambiante lienzo de los cielos. Parecía que la sonrisa de Dios se extendía sobre todos los hogares terrenales, sobre las llanuras ceñidas de rocas, sobre las ásperas montañas y las solitarias selvas que atravesamos durante nuestro viaje. Parecía que los ángeles de misericordia susurraban: “Levanta la vista. Esta belleza es apenas un reflejo de la luz que fluye del trono de Dios. No vivas solo para este mundo. Levanta la vista y contempla por fe las mansiones del hogar celestial.”