Hay personas a las cuales amarlos resulta fácil; siempre hay personas con las que congeniamos y que incluso si nos llevan la contraria en algo o nos lo debaten, es sencillo llegar a un acuerdo con ellas. Pero también hay otras que solo con verlas nuestro cuerpo empieza a tratar de salir a flote.
Como si dijera:
"Mira allí está ése, el que te engañó la otra vez, allí está. Dile en voz alta esas palabras que piensas. Ése es el que te quitó el puesto. Ésa fue la que tentó a tu esposo y te lo quitó, págale mal por mal. Y un largo y casi infinito etcétera."
"Mira allí está ése, el que te engañó la otra vez, allí está. Dile en voz alta esas palabras que piensas. Ése es el que te quitó el puesto. Ésa fue la que tentó a tu esposo y te lo quitó, págale mal por mal. Y un largo y casi infinito etcétera."
Ahora bien, ¿tú entregarías a la justicia a tu hijo o a quien más amas para que pague por lo que alguien te robó? O a alguien que mató a un familiar, ¿tú darías la vida de tu hijo para que en vez de ser ejecutado él, fuera tu hijo?
No, nunca lo haría, pero entonces nos damos cuenta de cuánto nos amó Dios, que para que Él pudiera escuchar con sus oídos tus oraciones y las mías, envío a su amado Hijo a que recibiera en la cruz todo el peso del pecado. Él, voluntariamente y por amor, decidió recibir toda la ira de Dios, para que tú y yo pudiésemos tener esa relación preciosa con Dios. (Juan 3:16, 1 Juan 2:2). Él nos amó tanto, que no solo se entregó por nosotros sino que incluso nos vio restaurados.
Si estás pasando un momento en el cual no sientes el amor de Dios, un tiempo de sequía, esos momentos difíciles de soledad en los que parece que el piloto automático está encendido....
... en los cuales todo se reduce a despertarse, orar, trabajar, comer, orar, dormir, pero y ¿el amor?
Posiblemente ya llegaste al punto en el cual solo te quejas e incluso le estás dando el quinto repaso a las quejas. Un tiempo que se volvió un "¡ah, tengo que orar!, o un ¡tengo que ir a la iglesia!" Entonces debes saber algo muy importante para tu vida.