lunes, 14 de noviembre de 2016

En el vientre se va construyendo una biografía oculta

“Señor, Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas,
y esto lo sé muy bien!
  Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:
todo estaba ya escrito en tu libro;
todos mis días se estaban diseñando,
aunque no existía uno solo de ellos”. Salmo 139; 13,14,16
Con el nombre va mi propósito, va mi llamado y te dice quién es tu dueño ¡Como te puse nombre eres mío! 
en el vientreNo eres un accidente, eres de Dios. Moisés había sido llamado por Dios, y un día se metió entre dos hebreos que estaban peleando, y le dijo al que maltrataba al otro: “¿Por qué golpeas a tu prójimo? Éste le  respondió ¿quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros?” Moisés no sabía que Dios lo había puesto por juez, ¡ellos le estaban profetizando eso!
Un día Raquel, yendo para la Casa de Pan (Belén), tuvo dolores de parto y dio a luz un varón al que puso por nombre Benoni: “hijo de mi tristeza”. Ese hijo iba a crecer con culpa, con auto-reproche. La tristeza estaba marcada desde el mismo parto.
Pero su padre, Jacob, le cambió el nombre y le puso Benjamín: “hijo de mi mano derecha”.
El padre canceló la infancia triste, el auto-reproche, y lo llevó a Belén.
Dios no te va a dejar a mitad del camino, te va a llevar a la Casa de Pan, porque Nuestro Padre siempre tiene la última palabra sobre nosotros, y Él te dice: ¡A pesar del dolor no nos vamos a quedar aquí!
Todo lo que Dios haga de bueno en nuestras vidas se lo vamos a pasar a nuestros hijos y nietos.
El Señor me llamó antes de que yo naciera,
en el vientre de mi madre pronunció mi nombre.
 Hizo de mi boca una espada afilada,
y me escondió en la sombra de su mano;
me convirtió en una flecha pulida,
y me escondió en su aljaba”. Isaías 49:1-2 
Habla de un proceso en el que “somos flechas en las manos de Dios”. Una flecha para ser usada en una batalla tiene que pasar por un proceso, por eso todavía estás en la aljaba. Dios te eligió antes de que nacieras y en el vientre de tu madre pronunció tu nombre. Cuando vas creciendo empiezan a verse las cosas que se diseñaron allí.

La Solución a los Problemas de la Vida

Cuando Thomas Edison había alcanzado ya fama internacional, le aconsejaron que hiciera que algunos científicos fueran a su laboratorio y lo ayudaran a comprender teórica y perfectamente el funcionamiento de algunos de sus inventos.
Resultado de imagen de La Solución a los Problemas de la VidaEdison no veía la utilidad de eso, pero como tenía una mente abierta estuvo de acuerdo. Como resultado, un brillante científico e investigador alemán llegó hasta su laboratorio para explicarle los principios en los que se basaban algunas de sus innovaciones.
Edison le entregó al hombre un globo al que le había dado forma de calabaza y le dijo: “Averigüe el contenido cúbico de esto”.
Pasaron las semanas, y finalmente Edison buscó al hombre para preguntarle por qué no le había respondido.
El científico comenzó a darle una larga y pesada explicación acerca de las dificultades para resolver el problema por medio de las matemáticas superiores. Entonces Edison tomó el globo, lo llevó hasta una pileta cercana y lo llenó de agua. Luego traspasó el contenido a un tubo graduado y sosteniéndolo en su mano declaró:  “Este es el contenido cúbico”.
La solución para la mayoría de los problemas es probablemente más sencilla de lo que creemos. Por lo general proviene de la comprensión de los principios básicos, los porqués de la vida.
La persona que sabe el CÓMO siempre tendrá empleo. La persona que sabe el PORQUÉ Siempre será su jefe.
Proverbios 16:16
Mejor es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale más que la plata.



La Regeneración

La regeneración espiritual es un cambio forjado en el corazón del hombre por el Espíritu Santo, por el cual su propia naturaleza pecaminosa se cambia, para que pueda responder a Dios con fe y vivir de acuerdo con su voluntad (Mateo 19:28).
Resultado de imagen de La Regeneración espiritualSabemos que Cristo nos ha justificado ante Dios Padre y cómo fuimos perdonados y trasladados de las tinieblas a la luz admirable de nuestro Dios. Por eso es necesario que estudiemos “La Regeneración”, que es el cambio radical que el Espíritu Santo realiza en nosotros cuando oímos y creímos a nuestro amado salvador Jesucristo.
El primer efecto de la regeneración es abrir los ojos de nuestro entendimiento a la excelencia de la verdad divina.
El segundo efecto es la expresión de un renovado cariño hacia esa excelencia percibida.
Hay tres áreas que se dan en la regeneración: Espíritu, Alma y Cuerpo (1 Tesalonicenses 5.23)
La regeneración en el espíritu, es el mismo acto en el que el Señor Jesús le enseñó a Nicodemo a bautizarse y nacer de nuevo. Juan 3:3
El que ha sido regenerado no practica el pecado. 1 Juan 3.3

Señales y sentimientos

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105
Un joven que conozco suele pedir señales a Dios, aunque, en realidad, lo que busca es una confirmación de lo que siente. Por ejemplo, ora así: «Señor, si quieres que haga esto o lo otro, hazlo Tú primero y sabré que está bien». Esto genera un dilema. Por su forma de orar y la manera en que cree que Dios responde, siente que debe volver con su ex novia. Sin embargo, ella está totalmente segura de que Dios quiere lo contrario.
Los líderes religiosos de la época de Jesús exigían una señal de que Él validara sus afirmaciones (Mateo 16:1), pero no buscaban la guía divina, sino que su idea era poner a prueba Su autoridad. La dura respuesta del Señor, «la generación mala y adúltera demanda señal» (verso 4), los acusó de ignorar las claras profecías de la Escritura que indicaban que Él era el Mesías.
Dios quiere que busquemos su guía en oración (Santiago 1:5) si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada, y nos da el Espíritu (Juan 14:26) y su Palabra (Salmo 119:105) para que nos dirijan. También nos da consejeros y líderes sabios, y el ejemplo del propio Jesús.
Es sabio pedirle al Señor instrucciones claras, pero Él no siempre las da de la manera que queremos o esperamos. Quizá lo más importante de orar es que aprendemos más sobre la naturaleza de Dios y cultivamos nuestra relación con el Padre.

Señor, que al buscar tu guía hoy en oración, te conozca mejor a ti y tus caminos.
La mejor manera de conocer la voluntad de Dios es, antes de nada, tener voluntad de cumplirla.