sábado, 13 de agosto de 2016

¿Está mal tener imágenes de Jesús?


Cuando Dios dio su ley a la humanidad, empezó con una declaración de quién es Él: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto" (Éxodo 20:2), con la advertencia de que Israel no debía tener ningún otro Dios sino Él. Enseguida añadió la prohibición de hacer cualquier imagen de cualquier cosa "que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra", (Éxodo 20:4) con la finalidad de adorarla o de inclinarse a ella. Lo interesante de la historia del pueblo judío es que desobedecieron este mandamiento más que cualquier otro. Una y otra vez, se hicieron ídolos para representar dioses y los adoraron, empezando con el becerro de oro durante el tiempo que Dios estaba escribiendo los Diez Mandamientos a Moisés (Éxodo 32). La adoración de los ídolos no solo alejó a los israelitas del Dios vivo y verdadero, sino que los indujo a todo tipo de pecados, incluyendo la prostitución en y del templo, orgías, e incluso el sacrificio de niños.

Por supuesto, que el simple hecho de tener una imagen de Jesús en el hogar o en la iglesia, no significa que las personas estén practicando la idolatría, pero es muy posible que un retrato de Jesús o un crucifijo puedan convertirse en un objeto de adoración, en cuyo caso el adorador tiene la culpa. Pero no hay nada en el Nuevo Testamento que prohíba específicamente a un cristiano tener una imagen de Jesús, porque esta imagen podría muy bien ser un recordatorio para orar, para volver a centrarse en el Señor, o para seguir las huellas de Cristo. Pero los creyentes deben saber que el Señor no puede ser reducido a una imagen bidimensional y que la oración o la adoración no se ofrecen a una imagen. Una imagen nunca será una ilustración completa de Dios, ni habrá de mostrar con precisión su gloria; no debe ser nunca un sustituto de cómo vemos a Dios o que lo usemos para profundizar en nuestro conocimiento de Él. Y, por supuesto, hasta la más bella representación de Jesucristo no es nada más que la idea de un artista de cómo era el Señor.

Así que, no sabemos cómo era Jesús. Si para nosotros fuera importante saber los detalles de su apariencia física, Mateo, Pedro y Juan, sin duda nos hubieran dado una descripción exacta, al igual que los propios hermanos de Jesús, Jacobo y Judas. Sin embargo, estos escritores del Nuevo Testamento no ofrecen detalles acerca de los atributos físicos de Jesús. Se quedan a nuestra imaginación.

La fe de Josué

Se requiere valentía para implementar una estrategia nunca antes vista.
Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor. Hebreos 11:30
La sucesión de Josué como líder del pueblo, viene acompañada de una exhortación insistente: "esfuérzate y se valiente". Quizá era necesaria esta exhortación para un hombre que se había acostumbrado a un rol secundario, sirviendo a Moisés durante cuarenta años. Sin embargo, puede que tuviera más relación con los desafíos que esperaban a Josué en la conquista de la Tierra. 

Normalmente, asociamos la valentía con las proezas en el campo de batalla. Como parte de la tarea que enfrentaba Josué conllevaba desterrar a los pueblos que moraban en Canaán, resulta tentador creer que la exhortación se refería a las actividades bélicas que debía emprender junto al pueblo. Porque un líder debe proveer al pueblo de directrices claras, confiadas e incluso osadas para asegurar la victoria en el campo de batalla. 

La Importancia de la Oración en la Vida del Cristiano - ¡Orar es Vital!

manos orando a Dios"Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame." Salmo 69:13

Últimamente he conversado con mucha gente, tanto dentro como fuera de la Iglesia, que está atravesando momentos complicados. Y en cada una de esas conversaciones, en algún momento hemos tocado la importancia de poner todas las preocupaciones en las manos de Dios, y buscar su dirección y sabiduría. ¿Pero nuestras oraciones deben ser reservadas solo para aquellos momentos en que las cosas no marchan del todo bien? ¡Claro que no!


Andrew Murray, el gran teólogo del siglo 19, dijo: "La oración es el pulso de la vida espiritual. Si eso es cierto, entonces la oración debe ser lo primero que haga por la mañana y lo último que haga por la noche".


Estas son cinco razones importantes por las cuales debemos orar:

1. Cristo nos mandó orar. 
2. La oración es el medio por el que desarrollamos una relación con Dios. 
3. La oración es la vía para confesar nuestros pecados y encontrar el perdón. 
4. Recibimos respuestas y dirección cuando oramos. 
5. Nuestras cargas son más ligeras cuando oramos.

Tenemos muy buenas razones para hablar con nuestro Padre Celestial, nada que perder y mucho por ganar. Por ello seamos conscientes del privilegio que tenemos de venir al Creador del Universo y pasar tiempo con Él en oración.



Amar no es fácil

Amar no es fácil. Categórico porque verdaderamente solo se puede amar de una manera, a la de Dios. Fue Dios quien inventó el amor y por tanto, cualquier otra definición que queramos darle a este acto voluntario, tantas veces confundido con un sentimiento, es algo así como tratar de corregir con pinturas un cuadro de van Gogh o de cualquier otro famoso pintor. Es imposible.
el amor de JesúsDe modo que amar no es fácil, dado que el estándar es muy alto. Se aprende y se aprende a amar continuamente, y se sigue en esta escuela por el resto de la vida. 
Estudiemos, por eso, cada una de las palabras que define al amor perfecto en 1 Corintios 13. Muchas son las veces en que no nos hemos mostrado amor. Pero además, el amor no es superficial, el amor de verdad no se conforma con lo que ve, el amor es profundo, hasta encontrar sus raíces.
Sí, querido amigo, porque amar de verdad va mucho más allá de chocolates y tarjetas. El amor es mucho más que una celebración o una linda cena. El amor de verdad se ensucia las manos levantando al que cae, seca las lágrimas, abraza cuando no quiere, da sin esperar, agradece porque conoce el idioma del contentamiento y la gratitud. El amor real vive sin máscaras, sobre todo donde más vulnerable es, en casa. El amor, con diseño divino, es amor que perdona y no regresa a recorrer lo andado.

Esta clase de amor hace que el egoísmo huya avergonzado. Este amor camina más allá de la milla extra. Este amor se viste de honestidad y no agrede.