miércoles, 10 de agosto de 2016

El Campo de Batalla en la Guerra Espiritual

hombre orando de rodillas frente a una cruz"Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues sobrios, y velad en oración." 1 Pedro 4:7
¿Has oído hablar del valle de Elah? Es un valle cerca de la ciudad judía de Bet Shemesh. Samuel describió ese sitio como el lugar donde David venció a Goliat (1 Samuel 21:9). Este histórico campo de batalla, próximo a Jerusalén, está prácticamente deshabitado en la actualidad, ya que durante la temporada de lluvias un caudaloso arroyo corre por el medio de él haciéndolo un lugar inadecuado para vivir, aunque en los meses mas cálidos se seca por completo. Se cree que fue en ese arrollo donde David escogió las cinco piedras lisas; una de las cuales utilizó para matar a Goliat. El lugar no tiene puntos de referencia, pero la gente que pasa por delante de él es consciente de su significado bíblico e histórico.
La actual "invisibilidad" de este campo de batalla, hace creer que la batalla entre David y Goliat también se dio en "un lugar invisible", el lugar de la fe de David. 
La mayoría de las batallas que enfrentamos se ganan o pierden en el reino espiritual, en un campo de batalla oculto donde libramos la guerra a través de la oración. Las victorias espirituales en nuestros lugares de oración no necesitan monumentos que las recuerden, pero sin duda serán bien recordadas en el cielo, y se convertirán en monumentos vivos y de fe en nuestros corazones.
¿Hay un Goliat espiritual frente a ti en este día? Si es así, recuerda dónde se encuentra tu campo de batalla; está allí, oculto, en tu vida de oración. Sé constante y firme en ella y obtendrás la victoria. Lucha en el campo de batalla espiritual, donde las victorias son las más grandes de todas. Y recuerda que el mismo triunfo de Jesús en la cruz ha preparado el camino para el tuyo.


¿Estoy Dispuesto a Aprender?

El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos territorios sino en tener nuevos ojos.” Marcel Proust
Todos sabemos que el cambio ocurre, sin embargo nos cuesta mantenernos en un constante aprendizaje. No es frecuente que personas que son líderes se comprometan a aprender, debido sobre todo, a razones conocidas como “los enemigos del aprendizaje.”
Hay muchos líderes que se frustran o se sienten desalentados con esto del aprendizaje, y ven que no están creciendo, que no avanzan en su trabajo o negocio, como tampoco en sus vidas. Porque confunden el aprendizaje con el saber o con tener conocimiento, cuando la realidad es que aprender es cambiar y todo aprendizaje lleva implícito un cambio.
Cuando aprendemos estamos dejando la zona de confort para ir a una zona de expansión. Eso es lo contrario a lo que sucede con muchos que no están aprendiendo: “nos encanta estar en la zona cómoda”.
¿Estás dispuesto a salir de tu zona cómoda para aprender?
La clave para hacerlo es la observación. ¿Qué estás observando en tu mundo? ¿Cuántas veces creíste que lo que veías era solo como tú lo veías? ¿Cuántas veces has pensado que eres poseedor de la “verdad”?

Hablando acertadamente

¡De lo que sabemos y creemos, de eso hablamos! Si conoces a un aficionado al fútbol, el tema principal de conversación con esa persona será el fútbol; si conoces a un filósofo, te hablará filosóficamente todo el tiempo, incluso si conoces a una persona vacía hablará de cosas banales, carentes de profundidad… 
Todos sabemos que la oración del justo es poderosa, pero al escuchar a algunas personas orar, nos damos cuenta que sus oraciones están más llenas de dudas y temores que de fe y esperanza.
Si no se conoce a Dios realmente, si no se tiene una confianza absoluta en Jesús y si no hay la certeza del poder obtenido en el Espíritu Santo, no habrá oraciones con una fe real; porque no se puede hablar de los asuntos espirituales si no estamos seguros de lo que estamos hablando.
Dios el Padre quiere que tengamos una fe inquebrantable, que la expresemos por medio de su Hijo Jesucristo y que vivamos una relación estrecha con el Espíritu Santo.

Para conocer a Dios debes invertir tiempo; así como inviertes tiempo en tus hobbis favoritos.
Para poder hablar de lo celestial con fe y con propiedad es necesario hacer una inmersión en ello. Si profundizas más en tu relación con Dios, tus oraciones serán poderosas para:
  • Orar con confianza, tal y como nos lo enseñó Jesús.
  • Orar con fe porque el Espíritu Santo te ha guiado en la oración correcta.
  • Orar en la Voluntad de Dios, porque al conocerla hay marcada una ruta de oración.
  • Orar con seguridad, porque sabes que Dios escucha tus oraciones.
  • Orar con la certeza de obtener la petición.
Invierte tiempo en leer la Palabra de Dios, en aprender versículos e interiorizarlos; si conoces de las cosas de Dios y las crees, de eso empezarás a hablar.
“Quiero conocerte más Señor, saber más de ti. Elimino de mi vida toda duda y temor. Declaro que hablaré con certeza de tus asuntos porque te he conocido; que en mi encuentro diario contigo avives mi corazón y mi fe, lo pido en el nombre de Jesús, amén”.
“Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido”. 1 Juan 5:15 (NVI)


El vendedor de diarios

Convertirse o aceptar a Cristo como suficiente y único Salvador personal, tiene sus consecuencias, algunos hijos e hijas de Dios Creador las comienzan a sufrir de inmediato, mientras que a otros, en el transcurso de su nueva vida. 
vendedor de periodicosCierto hombre alcohólico y pobre, decidió abrir su corazón a Jesús naciendo de nuevo. En una ocasión entró a una taberna para vender periódicos, y al verlo, los parroquianos comenzaron a burlarse de él. Como no hizo ni caso, uno le ofreció un vaso con cerveza, y no quiso recibirlo, después le ofrecieron dinero si bebía, rechazando la oferta, hasta que otro le lanzó al rostro el líquido, diciendo, “si no lo quieres tomar por dentro, que sea por fuera”. Pero otros hombres que se encontraban en el lugar, se compadecieron de él y juntaron dinero, para posteriormente entregárselo con respeto.