sábado, 9 de julio de 2016

El mantel

El nuevo sacerdote, recién asignado a su primer ministerio para reabrir una iglesia en los suburbios de Brooklyn, New York, llegó a comienzos de octubre entusiasmado con su primera oportunidad.
Cuando vio la iglesia, se encontró con que estaba en pésimas condiciones y requería mucho trabajo de reparación, pero se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para oficiar su primer servicio en la Nochebuena.
Trabajó arduamente reparando los bancos, empapelando las paredes, pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya estaban casi concluidos los trabajos, adelantándose a la fecha prevista.
Pero el 19 de diciembre cayó una terrible tempestad que azotó el área dos días enteros...
El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo cuando vio que el agua se había filtrado a través del techo, causando que un área considerable del mismo, de unos 6 metros cuadrados, cayera arrastrando parte de la pared frontal del santuario, exactamente detrás del púlpito, dejando un hueco que empezaba casi a la altura de la cabeza.
El sacerdote limpió el desastre del suelo, y no sabiendo qué más hacer sino posponer el servicio de Nochebuena, salió para su casa. En el camino notó que una tienda local estaba llevando a cabo una venta del tipo “mercadillo” con fines caritativos, y decidió entrar.
Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo exquisito de bordados aplicados, bellos colores y una cruz bordada en el centro.
Era justamente el tamaño adecuado para cubrir el hueco en la pared frontal. Lo compró y regresó camino a la iglesia. Para ese entonces, había comenzado a nevar.

Paralelismo

Para que un depredador tenga éxito en un ataque deberá primero identificar plenamente a la presa. Un ataque dirigido a una presa poco clara o difusa le traerá como consecuencia un inútil desgaste de energía. El acecho, la elección y la clara identificación del individuo son pasos previos fundamentales para lograr el objetivo.
Las presas lo saben y es por eso que esconderse, camuflarse y confundir al depredador es su preocupación diaria por la subsistencia. Pero, ¿dónde esconderse cuando no hay más que agua?, ¿cómo esconderse cuando el paisaje no presenta escondites? Un pez de arrecife podrá copiar los colores del coral, pero los peces de mar abierto viven donde el coral no llega, donde no hay más que otros peces.
La única opción entonces es que el individuo se esconda entre miles de otros individuos. El compacto banco de peces ofrece la mejor solución. Peces iguales, del mismo color, de parecidos tamaños, moviéndose al unísono. ¿Cómo podrá el depredador individualizar a su posible víctima entre miles?
Desde que las guerras existen los hombres aprendimos este principio. Un combatiente con una casaca roja sería un blanco perfecto y llamativo, salvo que todos los demás vistan la misma casaca.
Uniformar es confundir, misma ropa, mismo corte de pelo, seleccionados por tamaño; hacer desaparecer al individuo dentro de miles de individuos que se mueven al unísono impide fijar un blanco, impide elegir una víctima y darle muerte.
La única forma, entonces, no es atacar al individuo sino al super-organismo, no es atacar al pez sino atacar al banco completo. Muchos animales como los delfines, los tiburones y los seres humanos se han especializado en esta práctica con excelentes resultados, diezmando grupos compactos hasta casi hacerlos desaparecer.
Para cada defensa hay un nuevo ataque y un nuevo ataque requiere una nueva estrategia. Precisamente, la agrupación de machos y hembras en un banco de peces hacen mucho más efectiva la reproducción, porque es más fácil desovar en un banco que en un arrecife, donde primero ha de producirse el encuentro entre un macho y una hembra.
Y ante una mayor reproducción se requiere el crecimiento acelerado del individuo, para lograr alcanzar rápidamente el tamaño adecuado a sus compañeros de marcha. No importa cuán devastado haya sido el grupo ya que pronto volverá a aumentar el número de ejemplares, hasta volver a ser atacados y volver una vez más a la veloz recuperación numérica.

La canción de Dios

… creados en Cristo Jesús para buenas obras, que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10
Un organista de la iglesia practicaba una pieza de Mendelssohn y no estaba tocando muy bien. Frustrado, tomó la partitura y se dispuso a marcharse, pero no había advertido que un extraño se había sentado en un banco.
Cuando se iba, el extraño se acercó y le preguntó si podía tocar la pieza. El organista respondió enojado: Nunca dejo que nadie toque este órgano. Finalmente, después de otras dos peticiones amables, el músico gruñón accedió.
El extraño se sentó y llenó el santuario de una música hermosa e impecable. Cuando terminó, el organista preguntó: ¿Quién es usted? El hombre contestó: Soy Felix Mendelssohn. Aquel organista casi impidió que el propio creador de la pieza tocara su música.
A veces, nosotros también tratamos de tocar los acordes de nuestra vida e impedimos que nuestro Creador ejecute una hermosa música. Como el obstinado organista, nos rehusamos a quitar las manos del teclado. Pero como pueblo de Dios, somos creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano (Efesios 2:10). Nuestra vida no producirá una música hermosa a menos que lo dejemos obrar a través de nosotros.
Dios tiene una sinfonía escrita para cada persona. Dejemos que haga su voluntad en nosotros.
Señor, toma mi vida y conviértela en música para tu gloria.
La capacidad de Dios no está limitada por nuestra incapacidad.

¿Cuál es tu Actitud en la Vida?

Según el diccionario, la palabra "actitud" se define como la manera de comportarse u obrar una persona ante cierto hecho o situación". Otro término que se emplea para alternar con ella es "disposición".
Los pilotos de aviones suelen usar la palabra "actitud" para describir su relación con la tierra. Si su actitud no está correctamente alineada, el avión hará contacto con el suelo en el ángulo equivocado y se estrellará. Para que esto no ocurra usan el "Indicador de actitud", comúnmente denominado "Horizonte artificial", un instrumento de vuelo que muestra la orientación de la aeronave respecto al horizonte.
actitud En esencia, la actitud es la disposición interior hacia las cosas externas, como personas o circunstancias. Como en un avión, la actitud de las personas es aplicable cada vez que se debe lidiar con algo externo. Según la Biblia, cuando entregamos nuestra vida a Dios somos una nueva criatura, y esa nueva criatura tiene que desarrollar actitudes nuevas, actitudes similares a las que tenía Jesús. Las escrituras dicen: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús" (Filipenses 2:5). "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos" (Efesios 4:22).