martes, 28 de junio de 2016

¡Para Él!

“…Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible… todo comenzó en él y para los propósitos de él…” Colosenses 1:16 (PAR).
La vida es el espacio de tiempo con el que contamos los seres humanos para proyectar nuestra existencia. El problema es que la mayoría de las personas no saben para qué están aquí en la tierra. Habitualmente, se dejan llevar por las circunstancias que les rodean y llegan a tomar decisiones sobre cosas que, antes de comprender la razón de su existencia, les llevan a un estado permanente de confusión.
Sin embargo, vale la pena mencionar que Dios está muy interesado en que podamos conocer sus propósitos, los cuales son mucho más grandes que nuestra familia, profesión, trabajo... y nuestros sueños y anhelos más deseados. Si le preguntáramos a Dios ¿cuáles son sus propósitos?, tal vez Él nos respondería que…
I. SUS PROPÓSITOS SON EL CORAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIAColosenses 1:16
El apóstol Pablo declaraba con estas palabras a los Colosenses que todas las cosas creadas, especialmente la humanidad, encuentran la causa de su existencia en Dios y los propósitos que Él mismo designó. Para Pablo, el corazón de la existencia de todo ser humano es vivir en los propósitos que Dios, sabiamente, diseñó para la plenitud y realización de todo ser humano. A través de este versículo, Dios quiere colocarnos en la posición correcta para entender y vivir en sus propósitos.
Sin embargo, estamos viviendo tiempos muy difíciles, tiempos en los que la pérdida de valores, la falta de interés en las cosas de Dios, aunado a las adicciones, el aborto, el divorcio, y muchas otras cosas, están llevando a las personas a un caos de confusión, en el que de manera egoísta se engañan a sí mismos y pretenden engañar a los demás. Afortunadamente este versículo es muy poderoso. A través de él, Dios quiere que sepamos que fuimos creados por Él, y no para nuestros propósitos sino para los suyos; quiere que sepamos que así como el corazón humano le da vida a los cuerpos, sus propósitos sean el corazón de nuestra existencia, y que al vivir en sus propósitos podamos alcanzar la plenitud y realizarnos en todo lo que emprendamos.
Pero si le preguntáramos ¿qué son sus propósitos?, veríamos lo siguiente…
II. SUS PROPÓSITOS RENUEVAN Y DAN SEGURIDAD A NUESTRA EXISTENCIASalmo 138:8
En el corazón de David, quien es el autor de este salmo, se escondían fuertes emociones que muchas veces describen lo que también hay en el nuestro. David conocía perfectamente los propósitos de Dios, ya que Dios le había levantado en Israel como un siervo conforme a Su corazón. Sin embargo, el poner la vista en los asuntos de la vida más que en los propósitos de Dios, le llevó a experimentar una fuerte frustración que solo desapareció de su vida cuando cayó humillado, clamando a Dios que le ayudara. Fue entonces cuando Dios obró a favor de la vida de David, dándole ánimo, renovando sus fuerzas y la seguridad de que Dios mismo le diría la manera en que cumpliría con sus propósitos.

¿Quiénes fueron los doce (12) discípulos / apóstoles de Jesucristo?

La palabra “discípulo” significa “aprendiz” o “seguidor”. La palabra “apóstol” se refiere a “uno que es enviado”. Mientras Jesús estuvo en el mundo, los doce fueron llamados discípulos. Los 12 discípulos siguieron a Jesucristo, aprendieron de ÉL, y fueron enseñados por Él. Después de la resurrección y ascensión de Jesús, Él envió a otras naciones a sus discípulos (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8) para convertirse en Sus testigos. Entonces ellos fueron conocidos como los doce apóstoles. Sin embargo, mientras Jesús aún estaba todavía en el mundo, los términos discípulos y apóstoles fueron utilizados indistintamente, entre tanto eran entrenados y enviados por Jesús.
Los doce discípulos/apóstoles originales están registrados en Mateo 10:2-4, “Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.” La Biblia también nombra a los 12 discípulos/apóstoles en Marcos 3:16-19 y Lucas 6:13-16. Comparando estos tres pasajes, hay un par de pequeñas diferencias en los nombres. Parece que Tadeo también era conocido como “Judas, hermano de Jacobo” (Lucas 6:16) y Lebeo (Mateo 10:3). Simón el Zelote también era conocido como Simón el cananita (Marcos 3:18). Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, fue reemplazado por Matías entre los doce apóstoles (Hechos 1:20-26). Algunos maestros bíblicos “invalidaron” a Matías como miembro de los 12 apóstoles, y en su lugar creyeron que el apóstol Pablo fue elegido por Dios para reemplazar a Judas Iscariote como el doceavo apóstol.

Servir a Cristo

...no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. Efesios 6:6
Soy secretaria, me dijo una amiga. Yo, cuando les digo algo similar a los demás, algunos me miran con lástima. Pero cuando descubren quién es mi jefe, ¡abren los ojos con admiración! En otras palabras, a veces la sociedad define algunos trabajos como inferiores, a menos que estén relacionados con personas ricas o famosas.
Inline image 1Sin embargo, los hijos de Dios pueden estar orgullosos de su trabajo sea cual sea su jefe terrenal, porque sirven al Señor Jesús.
En Efesios 6, Pablo les habla a los siervos y a los amos. Les recuerda que servimos a un Amo en el cielo y que tenemos que hacer todo con sinceridad, integridad y respeto, porque servimos a Cristo y trabajamos para Él. El apóstol nos recuerda: sirvan de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres (Efesios 6:7).
Es un gran privilegio servir a Dios en todo lo que hacemos; ya sea que atendamos el teléfono, conduzcamos un vehículo, hagamos tareas de la casa o estemos al frente de una empresa. Trabajemos hoy con una sonrisa recordando que, sin importar lo que nos toque hacer, servimos a Dios.
Señor Jesús, en lo que me toque hacer hoy, quiero servirte de todo corazón.
El servicio a Dios demuestra nuestro amor a Él.

Más Grande Que Un Sentimiento

“Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos y él lo sabe todo.”
1 Juan 3.20
Culpa. Tema que para nosotros, surge y resurge una y otra vez. Cada vez que hablamos con gente sobre su pasado y permitir que Dios lo sane, no sabemos cómo pero terminamos indicando la culpa con la que viven por las cosas que hicieron en él. La culpa es una realidad en varios sentidos.
Es real en el sentido de que todos la sentimos. No obstante, en un sentido más poderoso, es real porque ella nos demuestra haber hecho algo malo. Todos la sentimos así, porque todos hemos cometido errores, hemos herido a alguien o hemos causado daño. Ese es el hecho. Y basada en los hechos, somos culpables de hacer esas cosas.
¿El problema con todo esto? Que es fácil permitir que tu sentimiento de culpa nuble la manera en que te ves a ti mismo y al mundo que te rodea. Se convierte en el lente por medio del cual nos vemos a nosotros mismos, y cuando nos vemos de esta manera, llegamos a la conclusión de que los demás nos pueden ver de la misma, o por lo menos que pueden sentir nuestra culpabilidad.