martes, 19 de abril de 2016

Estudio cardiológico

Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Lucas 12.34
Inline image 1Cuando viajaba diariamente en tren mientras vivía en Madrid, siempre cumplía con el código de conducta implícito, de no conversar con un desconocido sentado a tu lado. Pero para alguien como yo para quien nadie es extraño, esto era difícil. ¡Me encanta hablar con desconocidos! Aunque cumplía con lo establecido, me di cuenta de que pueden descubrirse cosas sobre la gente por la sección que lee en el periódico. Entonces observaba para ver dónde lo abría primero: ¿en la página de negocios, en deportes, política, actualidad? La elección revelaba su interés.

Luz Interior

En Barrow, Alaska, las montañas adquieren un nuevo significado. A 550 kilómetros del Círculo Polar Ártico y casi muy cerca del Polo Norte, Barrow es la auténtica “Tierra del sol a medianoche”. Durante ochenta y tres días, desde el 11 de mayo hasta el primero de agosto, el sol nunca se sumerge en el horizonte.
Pero también existe el lado oscuro para la vida en las latitudes altas. Cada año, el 18 de noviembre, los residentes observan cómo el astro rey se pierde en el horizonte y es esa la última puesta del sol del año, en más de dos meses.
Aunque no hay una extrema oscuridad todo el tiempo, el invierno en Barrow es realmente una estación de penumbra. Las temperaturas descienden tanto, que el combustible de petróleo se congela. Las llaves se rompen como palillos de dientes en cerraduras heladas. ¡Cuidado! Temperaturas por debajo de 100 grados bajo cero, pueden causar congelación en treinta segundos.
La perenne oscuridad, el frío y el viento pueden parecer agobiantes a aquellos que tienen garantizado un diario bronceado solar. Los residentes admiten que ambicionar Hawaii, es muy común entre ellos.

Independientemente de cómo haya sido tu pasado, Jesús puede… dejarlo atrás

Yo me alegro de que cada vez que atravesamos el umbral de un nuevo año ignoremos lo que nos deparará.
Me alegro de que no podamos correr el velo del tiempo y ver lo que nos aguarda.
Lo que sí sabemos es que podemos dejar atrás el pasado, con todas sus preocupaciones e inquietudes, sus penas y desazones, sus errores y tropiezos. Eso me parece estupendo.
Todo ello queda para siempre relegado en el pasado y es inalterable. No nos es posible deshacer un solo acto ni desdecir una sola palabra irreflexiva pasada.
Cada año es una ocasión de volver a empezar. Y si has aceptado a Jesús como Salvador no tienes por qué cargar con culpas y remordimientos.
Porque todos los errores, pesares y penas del pasado año se encuentran en manos del Dios omnipotente y han quedado cubiertos por Su amor.
Dios puede darte gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado (Isaías 61:3). Puede hacer brotar miel de la peña y agua dulce del amargo desierto del pasado, sin importar cómo haya sido (Deuteronomio 32:13; Isaías 41:18).
Todo eso promete en Su Palabra a los Suyos.

La obediencia te bendice

Quienes somos padres sabemos que la obediencia de nuestros hijos a las instrucciones que les damos le van a ayudar a vivir mejor, evitará que cometan algunos errores y les instruirá para que su futuro sea mejor. Por eso nos duele cuando hay desobediencia, sabiendo que para ellos hay consecuencias; porque “en la vida toda acción tiene una reacción”.
Así mismo, la obediencia es fundamental en la vida cristiana. Quien decide ser obediente a la Palabra de Dios se está preparando para aprender cosas más profundas de Dios.
Los pequeños pasos y las pequeñas decisiones de obediencia son muy importantes, porque quien es obediente en lo pequeño prepara su vida para ser obediente en lo grande.
Dios le entregará más responsabilidades y mayor gracia a los obedientes; porque la obediencia abre las puertas a las bendiciones y a la unción de Dios, que nos habilita para ingresar en la dimensión profunda de la revelación de los misterios celestiales.

Hay personas que quieren recibir grandes responsabilidades pero no obedecen en las pequeñas, y lo más curioso de esto es que se molestan porque no se les tiene en cuenta para las actividades trascendentales; lo cual es una prueba de inmadurez espiritual.
Las grandes asignaciones son dadas a los obedientes, a quienes son fieles, aunque no sean los más capacitados. “La capacidad es una habilidad que se puede aprender, pero la obediencia y la fidelidad son elementos que forman parte del carácter”, de ahí sus trascendencias. Los padres no le entregamos las llaves de un coche a un hijo irresponsable, como tampoco daremos asignaciones superiores si no hay un verdadero compromiso demostrado con hechos y no solo con palabras.