domingo, 24 de enero de 2016

Querer crecer

Acerca de esto tenemos mucho que decir, pero es difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. 12 Debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales, que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño. 14 El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Hebreos 5:11-14
El ajolote (anfibio de larga cola, endémico de México), es todo un enigma biológico. En vez de crecer y alcanzar una forma adulta, esta salamandra mexicana en peligro de extinción, mantiene el aspecto de un renacuajo durante toda su vida. Escritores y filósofos lo han usado como un símbolo de alguien que tiene miedo a crecer.
En Hebreos 5, vemos que había cristianos que no querían crecer y se contentaban con la "leche" espiritual, aunque ésta estaba predestinada para los nuevos en la fe. Quizá por temor a ser perseguidos, no crecían en la clase de fidelidad a Cristo que les permitiría ser lo suficientemente fuertes como para sufrir con Él, para beneficio de otros (versos 7-10). Corrían peligro de perder las actitudes cristianas que ya habían demostrado (6:9-11), y no estaban preparados para el alimento sólido del sacrificio personal (5:14). Por eso, el autor escribió: Acerca de esto tenemos mucho que decir, aunque no es fácil explicarlo porque ustedes son lentos para entender (verso 11).
Los ajolotes siguen el patrón natural que su Creador estableció para ellos. Sin embargo, los seguidores de Cristo están diseñados para madurar espiritualmente. Cuando lo hacen, descubren que crecer en Él no solo implica tener paz y gozo, sino animar desinteresadamente a los demás. Honramos al Señor cuando crecemos a su semejanza.

Perdió su Tesoro

Bajo un sol esplendoroso, un barco de transporte se deslizaba suavemente por el tranquilo mar.
Cerca de la barandilla un pasajero pasaba el tiempo tirando algo al aire y volviéndolo a recoger. Algo que centelleaba con extraordinaria brillantez al ser tocado por los rayos del sol. El hombre fijaba toda su atención en tan resplandeciente objeto cada vez que lo tiraba. Otro pasajero que le observaba se acercó y le preguntó:
– ¿Qué es lo que tira usted al aire y lo vuelve a agarrar con tanto descuido?
diamantes– Es un diamante. Véalo.
– ¿Vale mucho?
_ Si, valiosísimo. Fíjese en su color y tamaño. En verdad todo lo que poseo en el mundo lo tengo invertido en este diamante. Voy a hacia un nuevo país en busca de fortuna. Vendí todas mis pertenencias, e invertí el dinero en este diamante para poder llevarlo fácilmente.
– Si es tan valioso como dice, ¿no le parece muy arriesgado tirarlo así al aire sobre la barandilla?, preguntó el compañero de viaje.
- No, no corro ningún riesgo. Desde hace media hora lo estoy haciendo.
- Pues podría llegar el momento que lo tirase por última vez, dijo el otro.
El hombre sonrió y volvió a lanzarlo al aire y a recogerlo. De nuevo lo tiró  pero… esta vez cayó muy afuera. El hombre alargó la mano todo lo que pudo sobre la barandilla, pero no pudo agarrarlo. Un leve salto de agua marcó momentáneamente el lugar de su caída. El dueño se quedó atontado por un momento, y luego exclamó angustiado.
¡Lo perdí! ¡Lo perdí! ¡he perdido todo lo que tenía en este mundo!
Seguramente usted diría que nadie es tan tonto, que esta historia no puede ser real, pero, es cierta… y es muy posible que el protagonista pudiera ser usted mismo. El mar es el tiempo, y el destino hacia el que viaja es la eternidad. El barco en que viaja es la vida y el diamante es su alma con la que usted está jugando. 

La Santa Trinidad

Hay un solo Dios, pero en la unidad de la divina esencia hay tres personas coeternas e iguales en todo, de la misma sustancia, pero distintas en su permanencia.
Palabra compuesta de Tres y Unidad = Tri-unidad o Trinidad. Aunque la palabra “Trinidad” no se encuentra en la Biblia, es la palabra que mejor nos hace entender la forma “Tripartita”, en la cual Dios existe según lo revelado en las Santas Escrituras. Dios no es un Dios de tres cabezas como dicen los Testigos de Jehová, ni es una “trilogía” de tres Dioses como dicen los mormones, ni un Dios sin personalidad. Dios es único y uno, que subsiste y se ha revelado al hombre en sus tres personas; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tres personas coeternas, separadas pero siempre unidas, independientes pero enlazadas en todo, en propósito, en deseo y voluntad.
La comprensión de la Trinidad va más allá del alcance de la mentalidad humana. La mente humana no puede percibir las cosas de Dios porque le son locura. El Misionero y Maestro Juan Wesley expresó lo siguiente:
“Muéstrame una lombriz que pueda comprender al hombre, y yo te mostraré a un hombre que puede comprender a un Dios trino. Isaías 55:8-9, lo expresa: …Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni mis caminos vuestros caminos, dice el Señor. Porque como los cielos son mas altos que la tierra, así son mis caminos mas altos que vuestros caminos y mis pensamientos que vuestros pensamientos. La lógica humana no puede entender lo que Dios hace y cómo funciona. Cuando queremos aplicar la lógica humana a Dios y a su Palabra (La Biblia), nunca llegamos a una conclusión verdadera porque la mente humana no entiende las cosas de Dios, pues le son locura. El apóstol Pablo escribió:
“Porque ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido” I Corintios 13:12
Tal parece que el problema estuviese en la misma Biblia, ya que ella afirma que hay un solo Dios. Deuteronomio.4:35; 6:4; Juan.17:3

La Iglesia actual

“Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios - su iglesia, comprada con su propia sangre- sobre quien el Espíritu Santo los ha designado ancianos.”
La iglesia actualHECHOS 20:28 NTV
La vida dentro de la Iglesia cristiana es en estos tiempos, simplemente gloriosa. La amada de Jesucristo, la Iglesia, se encuentra en tiempos en los que está cosechando el esfuerzo de sus antepasados. La Iglesia primitiva no contaba con la Biblia completa como la conocemos actualmente, sino que tenían parte de ella más algunas copias de las cartas de los apóstoles, al contrario que en la actualidad, tiempo en el que existen bastantes versiones y materiales de estudio de buena calidad. Entonces, ¿por qué no sacamos todos el mayor provecho de ello? Existen muchas vidas de mártires que fueron ofrecidas a DIOS como sacrificio para que existiera la Biblia,no obstante, a menudo lo olvidamos. Escogemos pasar horas y horas en las redes sociales en vez de conocer mejor a DIOS y edificar la Iglesia.
Cada vez más, la Iglesia evangélica y sus miembros ocupan puestos de influencia en sus gobiernos y altos mandos corporativos, sin embargo, no todos hacen uso de esas plataformas para beneficio del reino de DIOS. Escogen la comodidad por encima de la obediencia a DIOS, y al hacer eso el desarrollo de la obra de DIOS es retrasado.