Me encontré de pronto acompañado únicamente por mi esposa, sentados a la mesa, los dos solos. En ese instante, no sé como vinieron a mi mente mis padres.
Cuando era joven, al llegar las fiestas navideñas, las fiestas, las reuniones con los amigos y demás, optaba siempre por asistir a estas reuniones en vez de estar con mis padres.
Cuando era joven, al llegar las fiestas navideñas, las fiestas, las reuniones con los amigos y demás, optaba siempre por asistir a estas reuniones en vez de estar con mis padres.
Mi padre siempre quiso que toda la familia, al menos el último día del año, lo pasáramos juntos. Siempre nos decía, recuerdo ahora, que dividiéramos las dos fechas, Navidad y Año Nuevo.
Los que ya estaban casados, pasaban la Nochebuena en casa de sus suegros, y los aún solteros, con los amigos. Lo único que nos pedía era que el día último del año lo pasáramos con él y con mi madre. ¡Nunca se lo pudimos cumplir!
Los que ya estaban casados, pasaban la Nochebuena en casa de sus suegros, y los aún solteros, con los amigos. Lo único que nos pedía era que el día último del año lo pasáramos con él y con mi madre. ¡Nunca se lo pudimos cumplir!
Mis hermanos casados nunca pudieron. Siempre alegaron que estaba muy lejos la casa de sus respectivos domicilios, que era muy fría la noche,... en fin, siempre excusas. Los solteros, preferimos siempre salir con los amigos para hablar, bailar, divertirnos y beber. ¡Siempre preferimos estar con otras personas, pero no con nuestros padres! Nuestras atenciones y afecto eran para otras personas.