martes, 31 de mayo de 2016

El naranjero que se volvió millonario

Había una vez un señor sin recursos que se dijo a sí mismo: seré millonario un día, ya estoy harto de tanta pobreza.
Empezó vendiendo naranjas en un lugar público donde solo había personas de igual clase que él. Las naranjas las conseguía a 30 céntimos y las vendía a 1 euro.
No tardó en construirse un imperio, pero había un problema: él quería ser el mismo de siempre, gastar poco y ganar mucho. Pero por abrazar este deseo ocurrió algo. Cuando un indigente le pedía una naranja gratis, él le decía: trabaja y gánate el sustento, y cuando un niño le dijo: señor, fíjese que sólo tengo 1 céntimo ¿cree que puedo comprarle una naranja?, él le contestó: –debes pagar el precio que cuestan las cosas,... ¡no!
El naranjero llegó a superarse tanto en la materia, que cuando compró su primer coche lo guardaba y cuidaba tanto, que prefería mejor usar los autobuses, ponía su coche en punto muerto en las bajadas de las carreteras para ahorrar combustible, y no se compraba nada para no gastar. Llegó el momento en que se enfermó por no comer bien y trabajar mucho, y no quiso ir al médico porque decía que los médicos cobraban mucho, a pesar que podría pagar con facilidad, pero era de dura cerviz para dar.
Estaba dispuesto a curarse por sí mismo solo con el saco de dinero que ahorró. Su deleite era contar su dinero y meterlo cada semana en el banco. Se convirtió en un prestamista muy ambicioso, prestaba con intereses altos y usurpaba las propiedades antes de tiempo; cambiaba con su abogado las escrituras antes que nadie las deshipotecase y amenazaba a los deudores enviando algún sicario.

El Feliz Pescador

Un banquero de inversión estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando llegó un bote con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había llevado pescarlos. El pescador respondió que solo un de poco tiempo.
El banquero luego le preguntó por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado. El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.
El banquero luego le preguntó: ¿pero qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo: “después de pescar, descanso un poco, juego con mis hijos, tomo la siesta con mi señora María, voy al pueblo por las noches donde tomo vino y toco la guitarra con mis amigos. Tengo una vida “placentera y ocupada”.
El banquero replicó, soy "máster" de Harvard y podría ayudarte. Deberías emplear más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, después con las ganancias podrías comprar varios botes, y eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros.

Como las ovejas

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino… Isaías 53:6.
Una de mis tareas diarias, cuando vivía con mi abuelo en Ghana, era cuidar ovejas. Las llevaba a pastar todas las mañanas y volvía al anochecer. Allí noté por primera vez lo tercas que pueden ser las ovejas. Por ejemplo, cuando veían una granja, el instinto las llevaba hacia allí, lo cual me ocasionó varios problemas con los granjeros.
Inline image 1A veces, mientras descansaba bajo un árbol agotado por el calor, las observaba irse entre los arbustos hacia las colinas. Entonces tenía que perseguirlas, y raspaba mis delgadas piernas en los matorrales. Era difícil alejarlas del peligro; especialmente, cuando aparecían ladrones que querían robarlas.
Por eso entiendo bien cuando Isaías dice: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino (53:6). Nos descarriamos de muchas maneras: deseando y haciendo lo que a Dios le desagrada, perjudicando a otros con nuestra conducta, y dejando de pasar tiempo con Él y su Palabra porque estamos demasiado ocupados o no nos interesa. Nos comportamos como las ovejas en el campo.
Gracias a Dios que tenemos al buen Pastor que entregó su vida por nosotros (Juan 10:11), llevando nuestros dolores y pecados (Isaías 53:4-5). Además, nos conduce a pastos seguros para que lo sigamos más de cerca.
Pastor de mi alma, gracias por buscarme y acercarme a ti.
Si quieres que Dios te guíe, debes estar dispuesto a seguirlo.

Dardos de fuego

Hace unos días estaba viendo un programa de concursos en el que los participantes exponen sus conocimientos y compiten unos contra otros. Al terminar el juego llamó mucho mi atención que la ganadora dijo a sus oponentes “gané porque ustedes me ayudaron”. Fue lo que dijeron durante todo el programa; las palabras de los demás la llevaron a decidir seguir adelante, y no precisamente por darle ánimo, sino porque todos le decían que se retirara, que no tenía el conocimiento necesario, casi que no sabían lo que estaba haciendo ahí. Pero ella, en cambio, fue más inteligente que todos ellos; mientras todos pensaban, cada vez que terminaba la ronda de preguntas, que ella sería la que se iría, seguía adelante sin oprimir el botón para irse. Ella logró transformar las palabras de desánimo en ánimo.
¿Cuántas veces hemos escuchado comentarios o sufrido por actitudes de personas que nos dicen “No puedes”? ¿Cuántas veces hemos olvidado que no son precisamente las personas las que nos las dicen, sino el mismo enemigo quien las usa para desanimarnos y hacernos sentir mal?
Es cierto que las palabras pesan, y que duele recibir desánimo en  vez de ánimo, pero, ¿qué hacemos con esas palabras? ¿Hasta dónde dejamos que nos dañen? Quédate con ellas para transformarlas en bien para ti, porque mucho pueden decir contra ti, pero ¿qué estás haciendo para esquivar esos dardos? ¿Estás dejando que logren su propósito y te lastimen?

lunes, 30 de mayo de 2016

El Mejor Día

Al envejecer me doy cuenta de lo importante que es el tiempo. Hoy estoy viviendo y sé lo que es posible en mi vida. Hoy puedo ser y hacer lo que quiero, pero ¿valdrá la pena?, ¿valdrá la pena mi tiempo invertido? ¿Puedo estar feliz por como vivo hoy? ¿Me estoy preparando para mis mañanas? ¿Me estoy preparando para mi eternidad?
Hoy, cuando desperté, me dí cuenta de que este es uno de los mejores días de mi vida. Hubo tiempos en los que me pregunté si podría perdurar a través del día… pero lo logré.  Y porque lo hice, voy a celebrarlo. Hoy voy a celebrar la vida increíble que he tenido hasta ahora; los logros, las muchas bendiciones y sí, hasta las dificultades, ya que éstas me han hecho más fuerte. Pasaré el día con la cabeza en alto. Tendré un corazón feliz, y me maravillaré de los dones sencillos de Dios: el rocío de la mañana, el sol, las nubes, los árboles y las aves. Hoy veré todas estas maravillosas creaciones en su plenitud.
Hoy compartiré mi entusiasmo por la vida con otros. Haré sonreír y reír a alguien. Caminaré la milla extra para realizar una acción bondadosa a alguien que no conozco. Hoy le daré un cumplido sincero alguien que se vea desanimado. Le diré a un niño lo especial que es, le diré a alguien que amo cuánto significa para mí. Hoy dejaré de preocuparme en lo que no tengo y daré gracias por las muchas bendiciones que son mías. Recordaré que preocuparme es una pérdida de tiempo, porque mi fe en Dios y en Su plan divino garantizan que todo estará bien.

Un viaje Seguro

Se cuenta el relato de que en medio de un viaje en avión, una voz interrumpió el servicio a bordo, pidiendo a los pasajeros que se colocaran los cinturones de seguridad y regresaran a sus puestos; añade el relato que a los pocos minutos el avión comenzó a moverse fuertemente causando la angustia en los pasajeros.
VIAJE SEGUROMientras esta situación estaba ocurriendo, un niña muy tranquila estaba leyendo una revista. Cuando finalmente pasó la turbulencia, y al aterrizar le preguntaron cómo había estado tan tranquila durante esa fuerte turbulencia, ella contestó: “Lo que pasa es que mi papá era el piloto, y él me estaba llevando de regreso a casa”. Esta es la confianza que solo un hijo conocedor de quién es su padre puede tener.
Conocer realmente a Dios traerá tranquilidad a los corazones abatidos, dará fortaleza en medio de las “tormentas” y le permitirá a sus hijos que lleguen al destino confiadamente.
A veces las situaciones duras y difíciles nos sirven para entender que las tormentas no son impedimentos para llegar al destino determinado por Dios.

El verdadero amor no hace mal

La raíz de todas las bendiciones es el amor. Si todos actuáramos con amor verdadero no existiría tanta maldad en el mundo, pues cuando se ama, en toda la extensión de la palabra, no se hace daño. ¨No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios.¨ Romanos 13:8 (Nueva Traducción Viviente).
un amor en peligroPor eso es tan absurdo pensar que Dios quiere lo malo para nosotros, pensar que Él nos manda las pruebas porque nos está castigando, y que simplemente  se ha olvidado de nosotros. Quien habla así, en realidad no conoce a Dios, ni tiene la mas mínima idea de cómo es.
Quien nunca se ha enamorado, pruebe a enamorarse de Dios; es sumamente maravilloso, y de ahí en adelante todo es añadidura. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.¨ 1 Juan 4:8 (Reina-Valera 1960). Nos afanamos buscando el amor de una pareja porque necesitamos sentirnos amados, protegidos, cuidados, pero el amor de Dios llena todas las expectativas.
Por otra parte, hay personas que han intentado una relación una y mil veces pero siempre los resultados son fracaso tras fracaso. No se hagan daño probando con la primera persona que aparezca, es importante pedirle a Dios que nos ayude a encontrar la persona indicada, y saber esperar por ella.
Nunca faltan quienes no son felices aun teniendo a su lado al que creen que es el amor de su vida, pues se enamoran del amor, del romanticismo, pero en el fondo no lo están de la persona; se conforman con lo que creen que es el amor, sin conocerlo.

Sin embargo se murió

“…Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre…” 1º Crónicas 29:11-13
Ella era una sierva de Dios y escritora de un libro dedicado a mujeres que pasan por momentos de depresión tras el divorcio. Creó un ministerio de mujeres en el que daba charlas de ayuda a mujeres con problemas de autoestima, depresión y demás. Realmente realizó un trabajo muy arduo en ese área de la restauración de mujeres.
Además, Dios restauró su vida hasta el punto que le permitió casarse con un buen hombre, siervo de Dios. ¿Qué mal podía haber en todo eso? Pues nada, al parecer hizo un buen trabajo para Dios, y solo se le encontró un pequeño problema; tenía insuficiencia renal.
Bueno, al parecer, nada del otro mundo. Muchos oramos por ella, e incluso algunos hasta rogaron sanidad sobre su vida. Sin embargo, hace poco falleció de esa enfermedad. Pero, ¿qué salió mal? ¿No se supone que debió ser sana?... Dios no hace las cosas a medias, nos ha dado autoridad, etc.
¿Qué salió mal? Quizá ella no tuvo suficiente fe, o algunos de los que oraron estaba en pecado; o quizá no fue suficiente. Bueno, no sucedió nada de lo anterior.
Ella murió porque Dios así lo quiso. ¡Qué malo es Dios, se diría, y qué cruel! Pues no, Dios es solamente el dueño de todo. Es algo que se nos olvida. Que nuestra fe debe estar en ÉL y no en lo que haga.
Veamos un ejemplo. Los jóvenes hebreos que iban a ser echados al horno hicieron una declaración de fe más que poderosa (Daniel 3:17-18). La declaración total de su confianza en Dios pasara lo que pasara. Qué declaración más poderosa; pase lo que pase serás mi Dios. Porque a veces a los hijos de Dios se nos olvida el ejemplo de Jesús. Jesús estaba totalmente sujeto al Padre, y también conocía perfectamente el orden jerárquico del reino. Jesús no sobrepasaba la autoridad ni hacía nada sin la guía del Padre. Si Él mostraba su total dependencia al Padre, ¿qué nos hace pensar a nosotros que somos diferentes que Él?

domingo, 29 de mayo de 2016

Tiempo de Actuar

La mujer se rió cuando me contó que despertó a su esposo para decirle que estaba de parto y que tenía que ir al hospital.
Él saltó de la cama, cayó de rodillas, y dijo: cariño, vamos a orar.
Ella le dijo que no era el momento de arrodillarse a orar. Era el momento de vestirse y salir para el hospital. ¡Era tiempo de actuar!
Ese fue el tipo de mensaje que Dios le dio a Moisés cuando dijo de los israelitas:
¿Por qué clamas a mí? (Éxodo 14:15).
Poco antes, Faraón había permitido a los israelitas salir de Egipto, pero entonces cambió de parecer (versos 5-6). Queriendo traerlos de vuelta, él y su ejército los persiguieron (versos 7-9). Los israelitas se aterrorizaron cuando vieron que los egipcios se acercaban. Estaban atrapados en la costa del mar Rojo sin poder ir a ninguna parte. Pero Moisés aseguró a Israel que Dios los libraría. Era el momento de actuar, no de clamar a Él. Era hora de pasar por en medio del mar, sobre tierra seca (verso 16).
Hay un tiempo adecuado para todo (Eclesiastés 3:1), incluyendo un tiempo de orar y un tiempo de actuar.
Cuando vemos a alguien a quien le falta comida y ropa, es correcto y de obligado cumplimiento, suministrar lo que necesitan (Santiago 2:15-16). 
A veces necesitamos confiar en Dios, e inmediatamente tomar medidas. –Herb Vander Lugt

El círculo de la vida

Juana que era hija única y cursaba su tercer año en el instituto, se molestaba cada vez que su madre le aconsejaba sobre la necesidad de continuar sus estudios y honrar a sus padres, ya que ellos estaban queriendo darle siempre lo mejor y un mejor futuro. Además le llamaron la atención sobre un joven que la pretendía, y estaba haciendo que ella tuviera cierta forma de rebeldía en sus años más difíciles, como lo era el inicio de su adolescencia; etapa muy dura para la mayoría de los jóvenes, y que sin los principios bíblicos y morales arraigados en su vida, serían presa muy fáciles y su fracaso no se haría esperar.
Juana estaba teniendo actitudes incorrectas para con sus padres. Ellos notaban algo de sarcasmo en sus respuestas.
Llegó un día en el que encontraron a Juana en el baño de la casa con abundantes vómitos. La madre se quedó mirando a su marido, y las preguntas empezaron a surgir. Ya habían notado que la coloración de su rostro era un poco más pálida. La madre abrió la puerta del botiquín y mientras Juana seguía con el vómito, pudo ver la pequeña prueba de embarazo en la cual aparecía un signo de una cruz color rojo. Este signo para algunos es sinónimo de alegría, no así para otros, ya que la ven como una cruz reflejada en esa prueba, que se debe empezar a llevar con mucho amor en la vida de la paternidad. Eso fue suficiente para que doña Clemencia cayera casi desmayada y su marido empezara a preguntarle qué le pasaba. Ella, con los nervios de punta, le mostró la prueba de su hija.
A partir de ese momento la historia cambió para Juana, quien reconoció su embarazo y los cambios en su área corporal. Días después fue llevada al ginecólogo y le realizaron un ultrasonido. Se podía ver un saco embrional bien implantado, era una nueva criatura que venía al mundo. A don Antonio le temblaban las piernas al ver con seguridad, que ahora su pequeña estaba esperando a ser madre.
Doña Clemencia no podía con la situación que se había escapado de sus manos, por lo que sus nervios la traicionaron. Ahora don Antonio tenía 2 personas a quienes atender.
Llevaron a Doña Clemencia al psiquiatra, que era un creyente Bíblico y quien la atendió sentándola en una silla reclinable, el techo del consultorio era de color blanco y las paredes con diferentes cuadros que colgaban de la misma.
El psiquiatra inquirió entonces el problema que había llevado a tal situación, lo que la llevó a una catarsis tal, que cuando el psiquiatra le interrogó sobre el pasado de su vida, salió a la luz otra verdad: doña Clemencia también se había ido de casa a los 15 años con su marido actual, y no avisó a sus padres, quienes nunca pudieron convencerla de su actuación en aquel entonces, y quedó embarazada a los 16 años de Juana. Ahora el médico podía entender algunas cosas sobre lo que los orientales llaman karma.

El Plan de Dios Para La Salvación

1 Juan 5:11-12 Y el testimonio es éste, que Dios nos ha dado vida eterna, y su vida esta en su Hijo. Aquel que tiene al Hijo tiene la vida; aquel que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
A pesar de que la 1 Juan 5:11-12 está escrita para darle a los cristianos la convicción de su salvación, basados en el testimonio de la Palabra de Dios, este pasaje también resalta el punto clave de la salvación.
Declaración del Hombre a Dios: “Y el testimonio es este, que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo.” (Versículo 11).
El Asunto Importante: “Aquel que tiene al Hijo tiene la vida; aquel que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (Versículo 12).
Este pasaje enseña:
  • Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en Su Hijo Jesucristo.
  • La manera de poseer la vida eterna es poseer al Hijo de Dios y...

  • ¿Por qué es necesario poseer al Hijo de Dios para tener vida eterna? ¿Cómo puede una persona poseer o tener al Hijo de Dios?

El Problema de La Separación del Hombre de Dios

De acuerdo a Romanos 5:8, Dios demostró Su amor por nosotros a través de la muerte de Su Hijo. ¿Por qué Cristo tuvo que morir por nosotros? Porque la Escritura declara a todos los hombres como pecadores. Todos somos pecadores. “Pecar” quiere decir transgredir la ley de Dios. La Biblia declara que todos hemos pecado y no podemos alcanzar la Gloria de Dios. En otras palabras, nuestro pecado nos separa de Dios quien es perfecta santidad (rectitud y justicia), y Dios debe por lo tanto juzgar al hombre pecador.
Romanos 5:8 Pero Dios demostró Su amor hacia nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 3:23 porque todos han pecado y no pueden alcanzar la Gloria de Dios...
Habacuc 1:13a Tus ojos son demasiado puros para aprobar la maldad, Y Tú no puedes ver la maldad favorablemente.
Isaías 59:2 Pero tus iniquidades han hecho separación entre tú y tu Dios, y tus pecados han escondido Su rostro de ti, para que Él no escuche.

El Problema de la Inutilidad de las Obras del Hombre

La Escritura también enseña que ninguna cantidad de bondad humana, esfuerzo humano, moralidad humana, o actividad religiosa puede ganar la aceptación de Dios o llevar a alguien al Cielo. El hombre moral, el hombre religioso, el inmoral y el no-religioso están todos en el mismo bote. Todos están caídos de la Gloria de Dios (de la Perfecta Justicia de Dios.) Después de discutir sobre el hombre inmoral, el hombre moral y el hombre religioso en Romanos 1:18-3:8, el apóstol Pablo declara que tanto Judíos como Griegos están bajo pecado, que, “no hay ningún justo, ni uno siquiera” (Romanos 3:9-10), y que “todos han pecado y caído de la Gloria de Dios” (Romanos 3:23.

El Sacerdote que encontró a Cristo

Me parece oportuno repetir esta publicación:
Nací en Venecia, al norte de Italia, el 22 de marzo de 1917. A la edad de 10 años fui enviado a un seminario católico romano, en Piacenza; después de 12 años de estudio, recibí la ordenación al sacerdocio, el 22 de octubre de 1939.
Dos meses después el Cardenal R. Rossi, mi superior, me envió a América como sacerdote asistente de la nueva iglesia italiana. Mi único anhelo y ambición era complacer al papa.
Fue un domingo, en febrero del año 1944, cuando por casualidad, sintonicé un programa religioso. Mi teología fue violentada por un texto que oí. “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.” ¡Así que, pensé, ¡vaya!, ¡no es pecado contra el Espíritu Santo creer que uno es salvo!
Recientemente me había convertido, y mi mente ya estaba llena de dudas en cuanto a la religión romana. Comencé a preocuparme más de las enseñanzas de la Biblia que de los dogmas y bulas del papa. Entre tanto, personas pobres me pagaban cada día de 5 a 30 dólares por 20 minutos de Misa, porque prometía librarles las almas de sus familias del fuego del Purgatorio. 

Pero cada vez que yo veía el crucifijo grande sobre el altar, me parecía que Cristo me reprendía diciéndome: “Tú estás robando dinero de gente pobre y trabajadora por medio de falsas promesas. Enseñas doctrinas contra mis enseñanzas. Las almas de los que creen no van a un lugar de tormento, porque Yo he dicho: “Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante, mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos; porque sus obras con ellos siguen” Apocalipsis 14:13.  Continuaba, “Yo no necesito repeticiones del sacrificio de la cruz, porque mi sacrificio fue completo. Mi obra de salvación fue perfecta y Dios la sancionó levantándome de entre los muertos. “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.” (Hebreos 10:14) “Si vosotros los sacerdotes y el Papa tenéis poder para librar las almas del purgatorio con misas e indulgencias, ¿por qué esperáis hasta recibir una ofrenda? Si veis un perro quemándose en el fuego, ¿esperáis a que el dueño os traiga 5 dólares para sacar el perro de allí?”...
En esos momentos, en misa, no podía debatir con el Cristo en el altar.

sábado, 28 de mayo de 2016

No te Preocupes

A veces, cuando nada marcha de acuerdo a lo esperado y la preocupación es quien reina, cuando el quebranto y las lágrimas inundan nuestros ojos, y todo parece ser inútil...
...solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que nos queman y ciegan; alguien que suavemente te eche el brazo por encima y te susurre: "no te preocupes".
Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que nuestras preocupaciones se despejen al instante.
Sin embargo, cuando los problemas nos dan la bienvenida podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás, cuando alguien suavemente te echa el brazo por encima y te susurra: no te preocupes.
El amor que procede de tan suave caricia es amor verdadero.
Podría ser que un abrazo así a tu corazón no traiga consuelo, pero si el amor es el móvil, dulce consuelo encontrarás cuando alguien suavemente, te eche el brazo por encima y susurre: ¡No te preocupes!
¡Este poema refleja el consuelo que solo se experimenta a través de un toque amoroso! Demuestra el amor que sientes por tus hijos en lo que dices y haces. Ese amor te será devuelto multiplicado.
Muchos de los que han estado enamorados toda una vida nos dicen menos sobre el tema, que el niño que ayer perdió a su perrito.
1 Juan 3:11
Que nos amemos unos a otros.

Gente venenosa

Esto lo puedo relatar en tiempo pasado por la gracia de Dios. Hace poco más de tres años me llamaron a trabajar a una empresa donde me ofrecieron muchas cosas que en ese momento no tenía. Yo creía que los conocía y que tenía una buena relación con esa gente, pero muy lejos de mí estaba darme cuenta del infierno en el que me estaba metiendo. Hoy puedo decir que, a pesar de la tremenda decepción y de la tristeza que durante mucho tiempo embargó mi corazón, la experiencia, de la mano de Dios, valió la pena. Esto no le da crédito a mis empleadores, toda vez que es Dios quien me ha sostenido durante todo el tiempo.
Pero dos cosas pude observar: una, que salvo excepciones, había empleados que permanecieron mucho tiempo en esa empresa, más de diez años. La otra es que constantemente era violada la autoestima de esas personas, que generalmente tenían pocos estudios o preparación. Ese era el motivo de su prolongada estadía en la empresa. Creían que si se iban de allí no tenían a dónde ir y que no servían para otra cosa. Que lo que les pagaban allí en ninguna parte se lo iban a pagar…

La Lengua

la lenguaEn cierta ocasión entré a una biblioteca para conocerla, y grande fue mi asombro cuando descubrí la inmensa cantidad de libros que llenaban los estantes. Escudriñando por aquí y por allá, llamaron mi atención unos textos que hablaban de cosas interesantes que existen. Uno de ellos es que la lengua es un músculo, y no solo eso, sino que también es el más poderoso del cuerpo humano. Me documenté, además, en que la lengua es un órgano muscular movible, que además de experimentar la sensación del gusto, sirve para otras funciones como hablar, ayuda a masticar y a tragar los alimentos. De hecho, el ser humano vería muy limitada su existencia si no tuviera la lengua.
Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí. Salmos 39:1. 
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Santiago 3:6

Vive como un discípulo de Cristo

Cuando oyes la palabra Discípulo ¿en qué piensas? ¿En los doce que siguieron a Jesús durante su ministerio terrenal? Mucha gente no comprende que, en la actualidad, el Señor Jesús todavía tiene Discípulos.
Cada Discípulo es un creyente, pero no necesariamente cada creyente es un Discípulo. Por la siguiente razón: “El Discípulo ha tomado con todo su corazón la decisión de seguir a Jesús como salvador y Señor.”
En cierto sentido, se puede decir que el “Discípulo tiene un modo radical de vivir”. Porque tiene el verdadero compromiso de seguir a Jesús como Discípulo, porque vive la vida cristiana tal como debe ser. Cualquier práctica inferior al discipulado es conformarse con menos de lo que Dios desea.
Veamos cuatro pasajes de las Escrituras, que significan lo que es ser Discípulos de Jesucristo.
1) Un Discípulo toma su cruz y sigue a Cristo (Lucas 9.23)
Discípulo: Griego = “Matethes”, es alguien que aprende de su maestro, aprendiz. La cruz: es un símbolo de muerte, ¿para qué necesita la cruz el discípulo? Para crucificar áreas que le impiden seguir a Jesucristo libremente. (Gálatas 2:20; 6:17)
  • La cruz era la más cruel de las muertes. Cualquiera que cargaba una cruz iba rumbo a una muerte horrible.
  • En este pasaje, Jesús está hablando del acto de morir a si mismo.
  • En esencia, lo que Él desea es que te postres a sus pies y le digas: “Deseo hacer más tu voluntad que la mía”. (Mateo 26:39). Una vez que hayas tomado esa cruz, experimentarás la vida abundante que Jesús promete a los que le siguen.
2) Un Discípulo calcula el coste (Lucas 14:25-33).
Los discípulos estuvieron dispuestos a dejar todo para seguir a Jesús. (Eclesiastés 5:4-6)

viernes, 27 de mayo de 2016

Preocupaciones

Muchas veces nos preocupamos por las cosas antes de que pasen… ansiedad, angustias, que nos causan preocupaciones que al final del día no nos permiten ver que Dios tiene el control de todas las cosas.
Pues que a su amado dará Dios el sueño. Salmos 127:2.
Nuestra vida no debe ser una vida de preocupaciones e inquietudes, sino una vida de fe, de una fe gozosa y tranquila. Nuestro Padre celestial proveerá las necesidades de sus propios hijos, y sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos.
Por lo tanto, podemos retirarnos a nuestro lecho a su debido tiempo, sin necesidad de velar para trazar planes y proyectos para el futuro.
Si sabemos confiar en nuestro Dios, no estaremos desvelados durante la noche con el corazón atormentado por el temor, sino que echaremos nuestra solicitud en manos del Señor, solo pensaremos en su gracia y tendremos un sueño dulce y reparador.
Nuestra mayor gloria consiste en ser amados del Señor, y quien la posee no debe ambicionar otra cosa; por tanto, debe desaparecer todo deseo egoísta.
¿Qué hay más grande en el cielo que el amor de Dios?

Justo lo que necesito

Justo lo que necesito
… que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación… 2 Corintios 1:4.
Mientras escuchaba el coro que dirigía mi hija Lisa, que cantaba en un centro para personas de la tercera edad, me preguntaba por qué había elegido el himno "Está bien con mi alma", ya que lo habían interpretado en el funeral de su hermana Melissa, y sabía que solía conmoverme.
Inline image 1Las palabras de un hombre sentado a mi lado interrumpieron mis pensamientos: Es justo lo que necesitaba escuchar. Entonces, me presenté y le pregunté por qué necesitaba esa canción. La semana pasada perdí a mi hijo en un accidente de motocicleta, respondió.
¡Vaya! Estaba tan concentrado en mí mismo que no pensé en las necesidades de los demás, y Dios estaba usando esa canción exactamente donde y como Él quería. Llevé aparte a mi nuevo amigo, un empleado del centro, y le hablé del cuidado de Dios en ese momento tan difícil de su vida.

Las promesas de Dios

“… porque todas las promesas de Dios son en Él Sí, y en Él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”
2 Corintios 1:20
La Palabra de Dios contiene numerosas promesas para cada uno de nosotros. Si queremos vivir en plenitud, disfrutar de la vida cristiana y cumplir el propósito de Dios debemos movernos en razón de las promesas de Dios.
Hay promesas que son generales, para todos; pero también hay promesas específicas, dadas de manera particular a cada persona por medio del Espíritu Santo. Sean promesas generales o específicas, ellas demandan de nosotros algunas acciones: creerlas, compartirlas, enseñarlas, aplicarlas y poseerlas. Estas promesas tienen el propósito de fortalecernos, inspirarnos, dirigirnos, ayudarnos a caminar en dirección a un objetivo.

No escuches

“De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.”
Salmos 130, 1-2
No escuches esa voz que te ataca y te acusa de ser de lo peor
No escuches las sentencias que llegan hasta tu corazón
No escuches sus amenazas ni el modo en que llama tu atención
No pretendas alimentarla con tus súplicas de ya no por favor
No es bueno que la tengas cerca
Aléjala sin razón
No te tortures pensando que Dios ya no te perdonará,
o que quizás ya te abandonó
porque ese es tu objetivo, que tú te sientas de lo peor; ya que creer ello es tan duro y desgarrador que es casi seguro que sientas un profundo vacío en tu corazón
Creer que Dios se ha ido de tu lado y que nunca más te amará, es como creer que el oxígeno
se ha ido y no queda ni un poquito para respirar
El dolor que sientes ahora y la angustia que no deja de susurrar,
trata de no hacerle caso y aunque falles sin piedad,
no te des por vencido(a) y sigue, no le des la paz
Entra a tu habitación y habla con Papá
Cierra la puerta con cerrojo y echa a tu corazón volar
En tu interior existe la imperiosa necesidad de hablar con Él
Y aunque no lo creas, Él espera por ti
Sea lo que desees pedirle, preguntarle, clamarle,
no te niegues la oportunidad de hacerlo
No te encierres en tus miedos, más bien demuéstralos
a tu Padre del cielo.

No escuches, no le prestes atención, solo escucha a Dios quien hoy te dice: ÁBREME TU CORAZÓN, sonríe.

jueves, 26 de mayo de 2016

El Barril

Un hombre que vivía en un lugar donde había sequía, día a día le pedía a Dios que le cumpliese su mayor sueño, que era poder llenar un barril de agua, meterse en él y disfrutar.
Un día, a eso de la 1:00 a.m. escuchó cómo gotas de agua caían. Efectivamente estaba lloviendo, pero él estaba cansado y adormilado, y aunque pensó varias veces levantarse, el sueño lo vencía, hasta que al fin con fuerza de voluntad se levantó, y adormilado como estaba, colocó un barril en el canal donde caían grandes cantidades de agua.
Al siguiente día, el hombre se levantó feliz pensando que al fin su sueño se cumpliría. Corrió con una toalla al barril pero la sorpresa fue que éste estaba vació. ¿Qué sucedió? El hombre estaba adormilado y cuando colocó el barril lo hizo al revés, y toda el agua se había desperdiciado.
Dios derrama grandes bendiciones sobre tu vida, pero depende de ti no desperdiciarlas, ¿Cómo está tu corazón?, ábrelo y permítele a su espíritu morar en ti.
Juan 10:10
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
Santiago 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Mateo 7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

 

Alabar y celebrar

Alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Salmo 136:1
Alabaré al Señor con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras del Señor. Salmo 111:1-2

Celebrar es participar junto a otros en un acontecimiento importante, por ejemplo una boda. En todas las culturas encontramos esa necesidad de celebrar, de festejar… Nuestra época trata de satisfacer esa necesidad mediante grandes celebraciones deportivas, musicales…
Pero, ¿responden ellas a las necesidades de nuestro corazón? Porque, en comparación, en presencia del amor y de la grandeza de Dios, el cristiano se siente movido a alabar a su Dios.
Alabar a Dios es expresarle nuestra admiración ante lo que Él es. Cuando experimentamos el amor de Dios, cuando por la fe contemplamos su gloria, el gozo brota de nuestros corazones y anhelamos expresar ese amor, proclamarlo, darlo a conocer. Es un gozo individual para compartirlo, una comunión con el Padre y el Hijo mediante el Espíritu.
¿Y es necesario formar parte de un coro para alabar a Dios? ¿Hay que saber hablar o cantar bien? ¿Qué nos dice Jesús? “¿Nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?” (Mateo 21:16). Los niños son muy preciosos para el Señor. Lo alegran mediante la frescura de sus alabanzas. Tienen esa capacidad de vivir el momento presente intensamente, de expresar su gozo con simplicidad. Amigos cristianos, aprendamos a alabar a Dios de este modo, con gozo y sinceridad. Lo hacemos con nuestras palabras en las oraciones y con nuestros cánticos. Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios” (Hebreos 13:15).