domingo, 13 de diciembre de 2015

Tú eres la solución

Querido hermano y hermana, el Señor ha dicho de ti y de mí que somos la luz del mundo. Mateo 5,14 Que si bien es cierto que en otro tiempo vivimos alejados del Señor, enfrascados en las cosas del mundo, sirviendo a la avaricia, haciendo cosas deshonestas, adorando ídolos mudos, sumidos en peleas y discusiones sin sentido, hoy, por la gracia y la misericordia de Dios, hemos sido rescatados para ser luz del Señor. Efesios 5,8. Por lo que tú y yo tenemos la responsabilidad de mantener viva esa llama de vida, esa luz que nos ha de convertir en solución de todos los problemas y sinsabores de este mundo. Y para ser verdaderos hijos de Dios, de la luz, tenemos que someternos al Señor; en la sumisión al Señor, al Dios de la Vida, tendremos fuerzas y coraje para vencer el mal e iluminar con nuestro testimonio de amor cada sitio, lugar y momento en que nos encontremos. Santiago 4, 7 -8 y 10.
Es necesario que entendamos que solo bajo esa sumisión a Dios, en esa actitud de apertura a Dios, tendremos el terreno abonado para que Él nos forme, nos eduque, nos moldee a través del conocimiento de su Palabra, para que entendamos que nuestra capacidad proviene de Dios. 2 Corintios 3, 4-5. Porque Él así lo ha dicho: pondré mi ley en cada uno de ustedes, ¿pero como la pondrá si, por nuestra parte, no estudiamos la Palabra en profundidad, si nos quedamos solo con su emocionalidad, si no hay cambios de actitud, si no se da una reestructuración de nuestros pensamientos? Hebreos 8, 10 Tenemos que crecer en la gracia y el conocimiento de las cosas de Dios 2 Pedro 3,18, porque no podremos vivir lo que no sabemos, no podremos practicar y vivir espiritualmente, si la palabra del Señor no está metida en nuestro ser.

¿Qué es vivir?

1. Vivir es… vibrar cada instante, ante la emoción de percibir las maravillas de la creación que nos rodea.
10 Respuestas a qué es vivir2. Vivir es…. entender que cada minuto que transcurre no volverá, es atraparlo intensamente, porque forma parte del tiempo que sabemos que ha quedado en el ayer.
3. Vivir es... dar lo mejor de nosotros, es vibrar con la bondad y llevar a su máxima expresión nuestra capacidad de ser así.
4. Vivir es.. gozar los momentos bellos y desafiarse a sí mismo ante las adversidades.
5. Vivir es… aprender más cada día, es evolucionar y cambiar para hacer de nosotros un ser mejor que ayer, un ser que justifica su existir.
6. Vivir es… amar intensamente a través de una caricia, es escuchar en silencio la palabra del ser amado, es perdonar sin replicar una ofensa, es desear la presencia del otro, es besar con pasión a quien nos ama.
7. Vivir es… contemplar apaciblemente la alegría de un niño, escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin protestar, acompañar con gratitud a la ancianidad en su soledad.
8. Vivir es… comprender al amigo ante la adversidad, y aunque se tengan mil argumentos para contradecirlo o justificarlo, finalmente solo escucharlo; es tener la capacidad de regocijarse ante sus triunfos y realización.
9. Vivir es… sentir que nuestro existir no fue en vano, y en la medida en que nos atrevamos a dar lo mejor de nosotros a cada momento, logremos manifestar la grandeza de nuestra alma para amar.
10. Vivir es… vibrar y sentir, es amar y gozar, es observar y superar, es dar y aceptar, es comprender que nuestro tiempo es lo único que poseemos para ver realizado plenamente nuestro ser.
Vivir es... Vivir en Dios, por Dios, a través de Dios y para Dios.

El Ladrillazo

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar último modelo, con cuidado de no toparse con un chico cruzando la calle sin mirar, cuando al bajar la velocidad, sintió un estruendoso golpe en la puerta, y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso coche.
Atrancando bruscamente los frenos dio un giro de 180 grados, y regresó a toda velocidad, a donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su exótico coche.
Salió de él de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo; y empujándolo hacia un coche estacionado, le gritó: ¿Qué rayos fue eso?
-¿Quién eres tú? ¿Qué crees que haces con mi auto? Y enfurecido, casi brotándole humo, continuó gritándole al chiquillo: !Es un coche nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte caro! ¿Por qué hiciste eso?
-“Por favor, Señor, por favor. Lo siento mucho, no sé que hacer”, suplicó el chiquillo. "Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía". (Lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto estacionado).
“Es mi hermano”, le dijo. "Se descarriló su sillón de ruedas y se cayó al suelo, y no puedo levantarlo”. Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: “Puede usted, por favor; ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho para mí solito. Soy pequeño".
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó el grueso nudo que se le formó en su garganta.
Sumamente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó en su silla nuevamente, sacando su pañuelo de seda para limpiar un poco los cortes y la suciedad de las heridas del hermano de aquel chiquillo especial. Después de verificar que se encontraba bien, lo miró; y el chiquillo le dio las gracias con una sonrisa que nadie puede describir… -“DIOS lo bendiga, señor…y muchas gracias”, le dijo.
El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita.
El ejecutivo no reparó la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo, para recordar el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que le preste atención.
DIOS nos susurra en el alma y en el corazón a través de su Espíritu Santo. Y hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención.
Escoge: Escucha el susurro… o el ladrillazo.

Este es el camino

No importa lo que le haya ocurrido en su vida - aunque haya sido abandonado por su cónyuge, abusado por sus padres o herido por su hijos o por otros - que si permanece en el camino angosto, como Dios le indica, y deja atrás todo el exceso de equipaje carnal, encontrará la paz, el gozo y la satisfacción que busca. Mientras atraviesa este proceso, puede hallar consuelo y guía en la promesa de Dios de Isaías 30:21. 
Jesús es el Camino, y nos ha mostrado el camino en el cual debemos andar. El Señor ha enviado sobre nosotros su Espíritu Santo para conducirnos y guiarnos en la senda por la que debemos transitar, el camino angosto que lleva a la vida y no el ancho que conduce a la destrucción. 
Suceda lo que suceda, debemos seguir caminando en los caminos del Señor. Gálatas 6:9 nos anima: “No nos cansemos de hacer el bien, porque, a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”. La Biblia no promete que cuando hagamos el bien recibiremos las recompensas de inmediato. Pero sí nos asegura que si seguimos haciendo el bien, finalmente seremos recompensados.
Dios dice que mientras exista la tierra, habrá “siembra y cosecha” (Génesis 8:22).
Podríamos parafrasearlo de esta manera: “Mientras la tierra exista, habrá semilla, tiempo y cosecha”. Cuando andamos en las sendas de Dios, debemos ser pacientes como el labrador, quien planta la semilla y espera expectante la cosecha. Ansía recogerla, pero sabe que pasará tiempo entre la siembra y la cosecha. Él no se deja frustrar por ese proceso ordenado por Dios.
Dios promete en Isaías 30:21 que “tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: este es el camino; síguelo”. Si sigue transitando por el camino que el Señor le ha señalado en su Palabra y por su Espíritu, disfrutará una gran bendición tanto en esta vida como sobre todo, en la eternidad. Así que siga andando por el camino angosto que conduce a la vida: ¡vida en toda su plenitud y abundancia!