jueves, 19 de noviembre de 2015

Gracias….

Hoy vengo a darte las gracias de parte de todas aquellas personas a las que has servido, día a día o de vez en cuando.
Si eres padre de familia, gracias por esas horas de trabajo, por esforzarte cada día, por los minutos dedicados a tus hijos, por jugar con ellos, por dedicarles tiempo, por enseñarles de Dios, por darles valores… Has ayudado a cambiar una nación.
Si eres madre de familia: gracias por cada comida preparada, por cada prenda lavada, por cada caricia y cuidado, por hacer que 24 horas del día alcancen para trabajar fuera y dentro de casa organizando todo, por tu esfuerzo en mantener un hogar en armonía y calidez para los tuyos, por el amor, por tu fe compartida… Has ayudado a hacer generaciones fuertes.
Si eres hijo: gracias por estudiar, por compartir tus conocimientos con tus hermanos y con tus amigos, por cada regla que has respetado, por cada enseñanza que das a tus padres con tu inocencia, con tu bondad, con tus reflexiones de la vida, por perdonar los fallos de los que te educan sabiendo que no son perfectos… Te estás convirtiendo en un ciudadano que vale la pena.
Si eres un funcionario público: gracias por cada duda que has resuelto, por la amabilidad que dispensas a cada persona que atiendes, por hacer tu trabajo con respeto e integridad… Fortaleces la confianza de quienes te rodean.

Mujer poderosa

Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Jueces 4:8
La abeja es un insecto valioso, generoso y muy útil. Se caracteriza por su laboriosidad, porque produce un sabroso alimento, construye una vivienda ejemplar, y trabaja solidariamente en equipo. Es una criaturita social con una compleja y sofisticada organización. Otro rasgo importante es su carácter temible y valiente cuando se enoja, o a la hora de defender la colmena. Posee un aguijón que utiliza contra sus enemigos, aunque la acometida pueda costarle la vida. Su principal reputación proviene de su notable aptitud para producir una de las sustancias más exquisitas y nutritivas de la naturaleza, la miel. Los especialistas encuentran todavía otra función beneficiosa de este noble insecto, su papel en la polinización de los cultivos de frutas, nueces y hortalizas, así como de muchas plantas.
Cada vez que veo una abeja en el jardín de mi casa, recuerdo a Débora. Porque Débora, en hebreo, significa “abeja”. Y ella fue una de las más prominentes mujeres de Israel. En la historia de Débora, su nombre reproduce admirablemente las peculiaridades de la noble abeja. En Jueces 4:4, leemos que Débora es “mujer de Lapidot”. El nombre de su cónyuge, Lapidot, también tiene un significado interesante: “antorcha”, “destello” o “relámpago”. Algunos eruditos han pensado que la frase “mujer de Lapidot” debería traducirse “mujer de espíritu fogoso” o “ardiente”.
En los capítulos cuatro y cinco de Jueces encontraremos al tipo de mujer adecuada, en medio de una sociedad de hombres injustos: valiente, sabia, laboriosa, libre y fiel a sí misma y a Dios, antes que a los hombres. Una triunfadora, no porque gane siempre, sino porque jamás se rinde.
La figura de Débora, la abeja, quedó registrada en la historia sagrada como un modelo a seguir. Ella es un signo del rechazo y abominación a toda forma de injusticia; emblema de un género cuya identidad no descansa en otro ser humano, sino en la fe puesta en su Dios.
Dios nos convierta en abejas laboriosas para Él.

El Compromiso

¿Qué es compromiso?, ¿cómo lo definimos?
• Una obligación contraída
• Algo de lo que se dio palabra y se cumple.
• Acuerdo mediante concesión.
A continuación veamos algunos ejemplos bíblicos de personajes que marcaron pautas y que dejaron huellas de su compromiso con Dios.
1. Destruyen nuestro testimonio, para Dios.
Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar a sus hijas, y dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad, pero pareció a sus yernos como que se burlaba. Génesis 19:14.
Lot había vivido mucho tiempo y con mucho gusto entre gente impía, gente que había dejado de ser testigo creíble de Dios. Había permitido que el ambiente lo moldeara en lugar de moldear ella al ambiente. Los que lo rodean ¿lo ven a usted como un testigo de Dios o como uno más de la multitud? Lot ya estaba comprometido de manera que había dejado ser útil para Dios. Y cuando finalmente se decidió a hablar, nadie lo escuchó. ¿Ha dejado también de ser útil para Dios porque se ha vuelto semejante a su entorno? Para hacer la diferencia, deberá, primero, ser diferente en fe y conducta.
2. Se aprenden a través de la prueba.
Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: padre mío, y él respondió: Heme aquí, mí hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mio. E iban juntos. Génesis 22:7-8. ¿Por qué Dios le pidió Abraham que hiciera un sacrificio humano?
Las naciones paganas practicaban el sacrificio humano, pero Dios mismo lo condenaba como un terrible pecado (Levítico 20:1-5). Dios no quería la muerte física de Isaac, pero quería que Abraham sacrificara el corazón de Isaac, para que fuera convincente el hecho de que amaba más a Dios que a su hijo prometido y largamente esperado. En realidad, Dios estaba probando a Abraham. El propósito de las pruebas es fortalecer nuestro carácter e incrementar nuestra consagración a Dios y su agenda. A través de esta experiencia difícil, Abraham aprendió sobre su compromiso de obedecer a Dios. 

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano

Es francamente agradable estudiar la historia de Moisés, y de manera especial, su experiencia vivida en el Monte Sinaí; es una de las más hermosas expresiones de amor entregada por Dios Creador a los hombres, cuya manifestación fueron las tablas de la Ley. En dichas tablas, escritas por “el dedo de Dios”, se expresa su voluntad para la humanidad. Se sabe que muchas naciones se inspiraron en las normas escritas en el Monte Sinaí, aplicándolas a sus propias leyes. La ley sirve para que se haga evidente el pecado del hombre. En esta oportunidad, vamos a tratar el segundo mandamiento.

diez mandamientosSe cuenta la siguiente historia que tiene que ver con un andinista, deseoso hasta la imprudencia, de ser el primero de su grupo en alcanzar la cima del Monte Aconcagua. Cuando se estableció el campamento base, el andinista decidió por sí mismo, emprender el asalto al monte sin sus compañeros. En la subida lo sorprendió el atardecer, y no se preparó para acampar. Casi sin darse cuenta se hizo de noche, y aun así, siguió adelante en su empeño por alcanzar la cima. A unos cien metros de ella, repentinamente cayó al vacío. Como era un experimentado andinista, había clavado estacas de seguridad, y casi fue partido en dos cuando la caída libre fue frenada por la cuerda, quedando suspendido en el aire en medio de una densa oscuridad. En esa situación clamó a Dios pidiendo ayuda para salvarse. “Corta la cuerda y te salvarás”, fue la respuesta de Dios. Hecho de día, el andinista fue encontrado muerto y congelado con sus manos agarrando fuertemente la cuerda, y a solo dos metros del suelo.