domingo, 1 de noviembre de 2015

Esto es solo la mitad

Me gusta viajar. Ahora mismo estoy en un tren de alta velocidad que se traslada a casi 300 km/h, desde el sur de España hasta Tarragona, al nordeste, donde se piensa que el apóstol Pablo estuvo en el siglo I. Disfruto mucho al conocer lugares nuevos, personas, tener nuevas experiencias. De pequeño leí que Marco Polo, uno de mis personajes favoritos, hizo un viaje de 24 años desde su Venecia natal, pasando por Armenia, Persia, y Afganistán, hasta llegar a la China. Ya en su lecho de muerte, le pidieron que dijera la verdad acerca de sus viajes, le inquirieron a revelar si eran ciertas todas esas maravillas que contaba, a lo que el veneciano respondió: “Créanme, solo les he contado la mitad de todo lo que he visto”. Era un viajero nato, como lo fue su tío Mateo y Nicoló, su padre. Había decidido ser un trotamundos y lo fue. Hoy, agencias de viaje y aerolíneas de todo el mundo llevan su nombre como insignia.
Los viajes tienen también su lado menos agradable, como las esperas en aeropuertos y estaciones. También la calefacción demasiada alta, lo que puede resultar muy útil para hacer pollo asado, o los controles de seguridad que pueden quitarle el gozo a más de uno, y ya ni se diga si te toca un compañero de asiento con manías extravagantes, o que le huelen los pies, o que habla sin parar y solo te permite asentir con parsimonia con la cabeza, como única intervención. Sí, me gusta viajar, aunque estos eventos asociados a la travesía no me gustan. Prefiero mejor mirar los pintorescos paisajes por la ventanilla, oír mi música favorita, o intercambiar impresiones con personas agradables.
Cuando más disfruto es al viajar con mi familia. La charla exquisita de mi esposa, la algarabía de las niñas,... el asombro de todos ante lo nuevo. Qué placentera la travesía y qué dicha la que experimento, pero no siempre podemos viajar así. A veces, los viajes de cierta naturaleza (reuniones, compromisos de trabajo y otros eventos) exigen que los realice solo. Sin embargo, he aprendido a encontrar, también, el propósito y sentido de estos viajes que me son más frecuentes de lo que quisiera.

La niña de las manzanas

Un relato trata de un grupo de vendedores que fue a una convención. Todos les habían prometido a sus esposas que regresarían a tiempo. Sin embargo la convención terminó un poco tarde, por lo que se vieron forzados a ir corriendo por los pasillos del aeropuerto. De repente, y sin quererlo, uno de ellos tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas, y las manzanas salieron volando por los aires.
manzanasSin detenerse ni siquiera a mirar atrás, los viajeros siguieron corriendo hasta lograr, ajustadamente, subirse al avión… todos menos uno. Este “uno” se detuvo, experimentando un sentimiento de compasión por la dueña del puesto de manzanas. Así que volvió sobre sus pasos,  y se encontró con las manzanas tiradas por el suelo.
Pero su sorpresa fue grande al descubrir que la dueña del puesto era una niña ciega, quien, llorando, tanteaba el suelo tratando de recoger las manzanas entre una multitud de gente que pasaba sin detenerse.
El hombre se arrodilló ante ella,
 juntó las manzanas, y la ayudó a montar el puesto nuevamente. Seguidamente, al comprobar que algunas frutas estaban magulladas, las separó;  sacó su billetera y le dio a la invidente algo de dinero por el daño ocasionado.
El sensible viajero iba a alejarse, cuando la niña le gritó:
-Oiga, Señor… espere… disculpe : “¿Es usted Jesús…?”
Él no contestó, pero antes de dirigirse a tomar otro vuelo, dio varias vueltas con dicha pregunta agitándose en su mente: “¿Es usted Jesús?..

Un Regalo de Amor

regalo amor¡Dar!, una simple palabra monosílaba compuesta de 3 letras, solo 3 letras pero con un significado tan importante y profundo para nuestras vidas, que es capaz de modificarla de manera radical.
No existe una satisfacción mayor que dar sin esperar recibir algo a cambio, porque si lo pensamos detenidamente, con este gesto ya estás recibiendo, estás recibiendo un gran placer, te invade una increíble sensación de satisfacción que no tiene precio, estás alimentando tu alma, estás sintiéndote bien contigo mismo.
Dios pone en nuestras vidas innumerables oportunidades para que demostremos nuestra humildad, bondad, la calidez de nuestra alma; y muchas veces pasamos estas oportunidades por alto. Pero cuando somos capaces de percibirlas y aprovecharlas con el corazón, es cuando podemos notar un cambio positivo y profundo en nuestro existir, y entendemos que la presencia de Dios está ahí, más cerca de lo que te imaginas.
Hechos 20:35 Les he enseñado que deben trabajar y ayudar a los que nada tienen.
Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesús: Dios bendice más al que da que al que recibe.


Recupera los detalles

“Cuando se es decepcionado en el área de los afectos, se activa la inseguridad. Mientras la persona insegura siempre sufre, la persona que posee seguridad tiene entendimiento para resolver problemas. Cuídate y ámate, porque la seguridad se refleja en tu cuerpo y en su cuidado”.
Todo abandono físico comienza con un “para qué”, “para qué me voy a arreglar”, “para qué me voy a cuidar”, “para qué voy a estudiar”. La respuesta sería: “porque lo hago por y para mí”.
Hubo una mujer que vació su perfume a los pies de Jesús. Fue una mujer detallista porque Dios es un Dios de detalles. Hubo quienes la criticaron por lo que hizo, pero entonces Jesús le dijo al anfitrión: “tú ni siquiera me diste un beso, pero esta mujer ha regado mis pies con lágrimas, y me secó los pies con sus cabellos”.
recupera detalles¿Qué detalle tengo que recuperar?
Nada justifica la falta de amor y de cuidado por ti mismo, pongas la excusa que pongas. ¡El detalle es importante por su poder! Te acostumbraste a vivir con el dolor crónico, y tienes que volver a recuperar la salud; te acostumbraste a no tener dinero, y tienes que usar tu creatividad para obtenerlo. Piensas que es tarde para estudiar una carrera o hacer un curso que te gusta; pues resulta que todavía estás a tiempo de alcanzarlo, porque jamás dejamos de crecer y nos envejecemos por dentro si dejamos de hacerlo. Recupera el detalle de leer, hay que darle información a la mente, investiga para que tu cerebro funcione mejor. Puedes decir: “voy a recuperar un detalle intelectual”.
                                                                         El abandono emocional
Con él pierdes la capacidad de disfrutar de la vida, de tus hijos, de tu pareja, de tus amistades. Acércate a lo que te hace bien, a lo que te trae placer a tu vida, crece emocionalmente, recupera los detalles emocionales.