Los cristianos realmente no estamos obligados a diezmar, pero de las leyes del diezmo podemos extraer principios orientadores para nuestra ofrenda de hoy.
¿Debemos los cristianos diezmar? Algunos creen que estamos obligados a hacerlo. Dan testimonio de bendiciones recibidas por diezmar. Algunos de ellos, sobre la base de Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa”, enseñan que debemos dar nuestros diezmos específicamente a nuestra iglesia. Sin embargo, otros dicen que la ley del diezmo ha caducado, y los cristianos no estamos obligados a diezmar. ¿Estamos obligados a diezmar? ¿Dios nos bendecirá si diezmamos? ¿Estamos obligados a dar nuestro diezmo a nuestra iglesia? ¿Ha caducado la ley del diezmo? ¿Qué debo estar haciendo yo y mi familia en cuanto al diezmo? Buscaremos respuestas a estas preguntas en la Biblia.
Historia del diezmo en la Biblia
El Diezmo antes de la Ley de Moisés.
Abram dio a Mequisedec, sacerdote del Dios Altísimo, el diezmo de todo el botín obtenido al derrotar a los cuatro reyes invasores (Génesis 14:17-20). Pareció ser un acto voluntario. En Bet-el Jacob prometió diezmar todo lo que Jehová le diera en su viaje a Harán (Génesis 28:20-22). Pareció ser un acto voluntario para persuadir a Jehová de cuidarlo y bendecirlo.
El Diezmo según la ley de Moisés.
Los israelitas estaban obligados a dar un diezmo de la tierra y del ganado a Jehová (Levítico 27:30-33). Este diezmo era para el sostén de los levitas (Números 18:21). Un diezmo se debería gastar en banquetes en el santuario central cada año (Deuteronomio 14:22-23, 26). Un tercer diezmo (o tal vez parte del segundo diezmo) debería darse cada tres años, guardarse en las ciudades y repartirse a los pobres (Deuteronomio 14:28-29). El diezmo se menciona pocas veces más en el Antiguo Testamento:
1. Amós criticó a los israelitas porque diezmaban creyendo que así agradaban a Dios, a la vez que cometían injusticias contra los pobres e indefensos (Amós 4:4).
2. En la reforma de Ezequías, los israelitas llevaron el diezmo del ganado y de la tierra al templo y lo depositaron allí (2 Crónicas 31:5-6). Se trata del diezmo para los levitas (verso 4).
3. En la reforma de Esdras, los judíos prometieron dar el diezmo de la tierra para el sostén de los levitas (Nehemías. 10:37), cosa que hicieron por un tiempo (12:47, 13:10, 12).
4. Malaquías acusó a los judíos de robar a Dios en sus diezmos, y les instó a traer el diezmo completo al templo de Jerusalén (el único templo de los judíos) y les prometió gran bendición (Malaquías 3:8-10). Se trata del diezmo para los levitas.
5. En tiempos neotestamentarios, los escritos rabínicos indican que los judíos daban importancia a, por lo menos, los primeros dos diezmos (Lucas 18:12, la oración del fariseo). Jesús reconoció que, por lo menos, algunos escribas y fariseos diezmaban de todo, y que lo deberían hacer, pero les criticó por creer que eso agradaría a Dios, aunque dejaban de lado la justicia, la misericordia y la fe (Mateo 23:23; Lucas 11:42).
6. No hay ningún pasaje neotestamentario que inste a diezmar después de la muerte de Cristo. Las únicas referencias al diezmo en Hechos-Apocalipsis se hallan en Hechos 7:2, 4, 5, 6, 8, 9; no instan a diezmar, sino que argumentan que el sacerdocio de Melquisedec fue superior al sacerdocio levítico, pues Melquisedec recibió diezmos de Abraham y, por lo tanto, también de Leví. El verso 5 indica que los diezmos eran parte de la Ley para Israel.
7. Los cristianos que diezman hoy, por lo regular no piensan en cómo aplicar todos los aspectos de la ley. Una excepción es la iglesia de Dios Universal: envían un diezmo a las oficinas centrales para ser repartido entre las iglesias y ministros, ahorran un diezmo para un retiro anual de la iglesia en un hotel de lujo y dan el tercer diezmo a los pobres.