miércoles, 14 de octubre de 2015

La Palabra de Dios - Tu Brújula Espiritual

Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio de lejos el lugar. Génesis 22;4
Imagínate al Señor enviando a Abraham a un lugar “…que Yo te diré” (Génesis 22:2b)... Las mujeres suelen entender esto mejor que los hombres. Cuando le pregunto a mi esposa qué es lo que va a comprar, a veces me responde: “No lo sé, pero cuando lo vea, lo sabré”. 
Resultado de imagen de La Palabra de Dios Tu Brújula EspiritualHay algunas cosas que sabes pero que no puedes explicar. Veamos: tenemos la unción (comprensión) de Dios y conocemos todas las cosas (1 Juan 2:20). Mira lo que ocurrió: “Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio de lejos el lugar” (Génesis 22:4) ¡Lo encontró! No hay nada como el momento en que ves algo que estabas buscando; “las campanas suenan” y tu brújula espiritual interna marca: ¡aquí está! Cuando te encuentras en el mar, todas las aguas parecen iguales, y ahí es donde necesitas una brújula, tengas o no tengas. 

Si ves a alguien que se entusiasma por cosas que no se ven, ¡obsérvalo detenidamente! O no tomó su medicación ese día, o es que ve lo que ve tú no puedes ver. Como se entusiasma con lo invisible, esta persona acaba haciendo lo imposible. ¿Por qué? ¡Porque ha aprendido a hacer caso a su brújula espiritual! David venció a Goliat porque él fue el único hombre que tuvo fe para hacerlo, sabiendo que era un momento crucial en su vida. Si no lo hubiera aprovechado, seguramente habría vuelto a cuidar ovejas. Cuando llegue tu momento, levántate y di: “Este “gigante” es mío”, sin importarte cuántas personas huyan de ese momento. El Señor te ha dado una brújula espiritual, ¡aprende a usarla!
“…SE SOSTUVO COMO VIENDO AL INVISIBLE” (Hebreos 11:27b)

Liviano de equipaje

“Es por medio de la fe que el justo tiene vida.”
Romanos 1:17
DIOS otorgó vida al hombre para que a su lado la disfrutase. Dado que, ya de por sí, el significado de Edén es deleite, la intención del Señor es enseñarle a sus hijos sabiduría, para que éstos entiendan la brevedad de sus vidas y vivan bien (Salmos 90:12). El Todopoderoso se revela a lo largo de las Escrituras como Salvador, Sanador y Proveedor, todo para dar descanso a los que confían en Él.
La vida en sí traerá aflicción, no obstante, al depositar nuestra fe en DIOS se puede tener paz y alegría. Los afanes y angustias roban la alegría del corazón, pero cuando se confía en el Señor y le entregamos nuestras cargas, Él se encarga de darnos descanso y, en el momento indicado, la solución para cada uno de nuestros problemas.
La Palabra de DIOS es verdad, no es cuestionable, y si en ella está escrito que por nada debemos afanarnos, sino que pongamos en oración todas nuestras cargas y problemas sobre DIOS, y que al hacerlo tendremos paz, no existe razón alguna por la cual debamos vivir afanados (Filipenses 4:6-7).

El mañana no llega

Si crees que se puede hacer en cualquier momento, no lo harás nunca. Mañana es el día más ocupado de la semana. 
Hay personas que quieren y desean muchas cosas pero no se ponen en acción. Dicen: hoy no, mañana; pero la realidad es que el mañana nunca llega. La postergación es un asesino de sueños. Mucho de lo que ahora no has logrado se debe a que tú mismo has postergado tus sueños esperando que las circunstancias cambiasen. Mientras sigues esperando continuamente que la situación cambie sin tomar acción, estás desperdiciando tu vida, tus talentos y enterrando tus sueños.
Si quieres que el mañana llegue debes ponerte en acción y para ello, hay cuatro cosas que debes hacer:
-          Asegúrate de que tu sueño sea tu sueño. Si lo ves claro, puedes lograrlo. No se trata de tener un sueño así como así, por tenerlo, se trata de ver claro el propósito para el cual fuiste formado. Se trata de poder implementar esa visión hasta que sea una realidad, sin importar el sacrificio que se tenga que pagar. ¿Es mi sueño? ¿Estoy dispuesto a pagar el precio? ¿En qué o en quién me voy a convertir?
-          Sé intencional y establece una estrategia para realizar tus sueños. Tienes que definir las actividades que debes hacer y también las que debes dejar de hacer. Saber cuáles son tus pasos a hacer reduce el miedo, la ansiedad y la incertidumbre  ¿Lo qué estoy haciendo me acerca a mis sueños? ¿De qué debo tener cuidado? ¿Qué debo mejorar? ¿Cuáles van a ser mis prioridades?

¿Por qué eligió Dios a Israel para ser su pueblo elegido?

Hablando de la nación de Israel, Deuteronomio 7:7-9 nos dice, “No por ser vosotros más que todos los pueblos, os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehová tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos hasta mil generaciones.”

Dios eligió a la nación de Israel para ser el pueblo a través del cual Jesucristo nacería - el Salvador del pecado y la muerte (Juan 3:16). Dios, primero prometió el Mesías después de que Adán y Eva cayeron en pecado (Génesis capítulo 3). Más tarde, Dios confirmó que el Mesías vendría del linaje de Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 12:1-3). Jesucristo, linaje del primero, es la razón fundamental por la que Dios eligió a Israel para ser Su pueblo elegido. Dios no tenía por qué tener un “pueblo elegido”, pero Él decidió hacerlo de esa manera. Jesús habría de venir de alguna nación o pueblo, y Dios eligió a Israel.

Sin embargo, la razón por la que Dios eligió a la nación de Israel no fue solamente con el propósito de proporcionarles el Mesías. El deseo de Dios para Israel, era que ellos fueran y enseñaran a otros acerca de Él. Israel fue destinado para ser nación de sacerdotes, profetas y misioneros para el mundo. La intención de Dios fue que Israel fuera un pueblo diferente, una nación de gente que indicara a otros el camino hacia Dios y Su prometida provisión de un Redentor, Mesías y Salvador. En su mayor parte, Israel falló en esta tarea. Sin embargo, el fin principal para Israel, que era el de traer mediante su linaje al Mesías y Salvador, fue plenamente cumplido en la persona de Jesucristo.