viernes, 9 de octubre de 2015

Los dos reinos

Después de la división de la nación, las cosas fueron de mal en peor. En el Reino del Norte, el rey Jeroboam realizó algunas elecciones terribles que tuvieron un impacto malo y fueron de larga duración. 1 Reyes 12:26 al 31. 
¿Qué nos dice esto acerca del modo en que las circunstancias pueden oscurecer nuestro juicio?
La entrada de la adoración idólatra por influencia del rey, ayudó a poner la nación en un sendero desastroso. La apostasía introducida durante el reinado de Jeroboam se fue haciendo cada vez más pronunciada, hasta que finalmente desembocó en la destrucción completa del reino de Israel. En el año 722 a.C., Salmanasar, rey de Asiria, puso fin al reino y deportó a sus habitantes a diferentes partes de su imperio (2 Reyes 17:1-7). No hubo retorno de este exilio. Durante un tiempo, Israel desapareció de la historia
En el Reino del Sur, las cosas no fueron tan mal, al menos por un tiempo. Pero tampoco fueron mejores y, como con el Reino del Norte, Dios procuró evitar la calamidad que afrontaba ese reino, solo que ahora la amenaza provenía de los babilonios.
Tristemente, Judá, con raras excepciones, tuvo una serie de reyes que condujeron a la nación a una apostasía más grave. Como podemos ver en los siguientes versículos acerca del reino de algunos de los reyes de Judá. 2 Crónicas 33:9, 10, 21-23; 2 Reyes 24:8, 9, 18, 19.
A pesar de esos líderes terribles y penosos, muchos de los libros de la Biblia, incluyendo el de Jeremías, están constituidos por las palabras de los profetas que Dios envió a su pueblo, en un intento de hacerlos volver del pecado y la apostasía que estaba destruyendo el corazón de la nación. Dios no abandonaría a su pueblo sin darle tiempo y oportunidades suficientes para volverse de sus malos caminos y evitar el desastre que traería, inevitablemente, su pecado.
Es muy difícil salirse de la cultura y el ambiente propios, y mirarse objetivamente. En realidad, es imposible. ¿Por qué, entonces, debemos comparar constantemente nuestra vida con las normas de la Biblia? ¿Qué otra norma tenemos? Nada más que ELLA. No queremos más.

El Alto precio de la amargura

“… PERDONAOS UNOS A OTROS, SI ALGUNO TIENE QUEJA CONTRA OTRO” (Colosenses 3:13b)

Aquella mujer pensaba que la venganza podría acabar con el problema. Estaba equivocada. Ella decía: “Descubrí a mi marido con otra mujer. Aunque él me suplicó que le perdonara, yo quería satisfacer mi ego y le pedí el divorcio a pesar de que nuestros hijos me pidieron que no lo hiciera. Dos años después, mi marido aún trataba de recuperarme, pero yo no cedí. Me había herido y yo quería vengarme. Finalmente, él se rindió, se casó con una viuda joven que tenía dos hijos, y rehizo su vida sin mí. Ahora todos ellos son muy felices, y yo soy una mujer miserable que permitió que la amargura arruinara su vida”.

No hay duda de que ser infiel es malo, pero cuando no hay perdón ¡la amargura es lo único que queda!, y es peor. Así, llega el momento en el que aparece la ira, que ya no es un sentimiento, es una fuerza irresistible. Y como con la cocaína, cada vez necesitas dosis más grandes y más frecuentes. Una vez que esto sucede, la ira te lleva todavía más lejos del perdón porque ha llegado a ser tu única fuente de energía. Esto es lo que origina el odio en grupos como el Ku Klux Klan o los Cabezas Rapadas. Sin amargura ¡no tienen motivos para existir! Si les quitas la intolerancia a los racistas, la venganza a los fanáticos y el mismo fanatismo a los sectarios, ¿qué les queda?

Dios dice: “… perdonaos unos a otros… de la manera que Cristo os perdonó.”, porque la amargura es mortal, mata tu alma. Así que, ¿cómo evitas amargarte cuando estás herido? Mirando a la cara del que te hirió y, a la vez, ¡viendo la del Único que fue misericordioso contigo, cuando nadie más te hubiera dado otra oportunidad!

¿Qué significa que Dios es omnipotente?

La palabra omnipotente proviene de "omni" que significa “todo” y potente que significa “poder.” Al igual que con los atributos de omnisciencia y omnipresencia, se entiende que, si Dios es infinito y soberano, lo cual sabemos que es, también Él debe ser omnipotente. Él tiene todo el poder sobre todas las cosas, en todos los tiempos y en todas las formas.

Job habló del poder de Dios en Job 42:2 “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.” Job estaba reconociendo la omnipotencia de Dios para llevar a cabo Sus planes. También a Moisés, le fue recordado por Dios, que Él tenía todo el poder para llevar a cabo Sus propósitos respecto a los israelitas: “Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.” (Números 11:23).


En ninguna otra parte la omnipotencia de Dios es apreciada más claramente que en la creación. Dios dijo, “Sea… y fue” (Génesis 1:3, 6, 9, etc.) El hombre necesita herramientas y materiales para crear; pero Dios simplemente habló, y por el poder de Su Palabra, todo fue creado de la nada. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” (Salmo 33:6).
El poder de Dios también es visto en la preservación de Su creación. Toda la vida sobre la tierra perecería si no fuera por la continua provisión de Dios de todo lo que necesitamos para comer, vestir y habitar, todos los recursos renovables sostenidos por Su poder, como el preservador del hombre y la bestia (Salmo 36:6). Los mares que cubren casi toda la tierra y sobre los que somos impotentes, nos arrollarían si Dios no hubiera prescrito sus límites (Job 38:8-11).

La omnipotencia de Dios se extiende a los gobiernos y sus líderes (Daniel 2:21), porque Él los detiene o les permite seguir su camino de acuerdo a Sus planes y propósitos. Su poder es ilimitado en cuanto a Satanás y sus demonios. El ataque de Satanás sobre Job fue limitado solo a ciertas acciones. Fue restringido por el poder ilimitado de Dios (Job 1:12; 2:6). Jesús le recordó a Pilato que no habría tenido ningún poder sobre Él a menos que se 
lo hubiera sido concedido por el Dios todopoderoso (Juan 19:11).

Cristiano, ¡escoge la vida para que vivas!

Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Romanos 8:6
Si a usted le dieran a escoger entre la vida y la muerte, ¿qué escogería? La respuesta parece obvia, pero en realidad no lo es. Elegir la muerte no significa saltar del puente más cercano, es mucho más sutil que eso.
La Biblia dice que ocuparse de la carne y enredarse en el mundo es lo mismo, es muerte. Pero también nos dice que la vida es: “Hijo mío… está atento a mis palabras… porque son vida a los que las hallan” (Proverbios 4:20-22). Ocuparse del mundo es muerte, ocuparse de la Palabra es vida.
En Lucas 10 vemos un ejemplo muy claro de este principio: lo que les sucedió a María y Marta. Seguramente usted conozca lo que pasó. María estaba sentada a los pies de Jesús oyéndolo enseñar mientras que Marta, muy afanada, estaba en la cocina preparando el almuerzo para todos.
Por fin, Marta no aguantó más; se acercó a Jesús y le dijo: “Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:40-42).
María había dejado todo a un lado para poder oír la Palabra. Pero Marta había dejado que los asuntos aparentemente importantes de la vida, tomaran preferencia sobre la Palabra. Había elegido la muerte en lugar de la vida.

Puedo perderlo todo, pero la fe me lo traerá a mi vida otra vez

Cuando  te vuelves como un niño, Dios te da las mejores revelaciones, te da las mejores soluciones, te da las ideas geniales que necesitas, te da la unción para la salidaCuando uno es como un niño en las manos de Dios, uno le dice: “papi”, “tú eres mi papá”. A esta gente le cae la revelación, le cae la alabanza, a esta gente le cae la gloria. Si no nos volvemos como un niño no vamos a entrar en las cosas buenas de Dios.
La fe te hace usar la imaginación. En medio de lo malo vas a ver cosas buenas.
La fe es más preciosa que el oro. "Puedo perderlo todo pero la fe me lo traerá a mi vida otra vez". Si no es fe, es basura. Hay que hacer crecer la fe, no solo de pan vive el hombre. El diablo nos muestra lo que se ve, pero nosotros nos movemos por lo que no se ve.
puedo perderlo todoLa gente de fe hace lo que nadie hace, porque ve lo que nadie ve. Esa fe te hace ver soluciones donde otros no las ven. El tamaño del problema que resuelvas, es el tamaño de la recompensa que vas a tener.
Tú eres el que le vas a resolver a Faraón “las pesadillas” porque tu fe te llevará a gobernar.
A Jesús le habían llevado un hombre paralítico que lo bajaron por el techo de la casa. Viene a significar que Él te va a mostrar el techo que tienes que romper. Dios te va a dar la fe para resolver todos los problemas.
Hay fe que te hace resolver problemas en dos horas, pero hay otra que te hace resolver problemas de catorce años. Tal como José se los resolvió a Faraón; José estuvo ese tiempo siendo un siervo, hasta que se convirtió en gobernador.