Todos necesitamos recordar cómo nos ama Jesús.
Independientemente de que lo hayas conocido durante toda tu vida o últimamente, la necesidad de que te hable del amor que te tiene es la misma. Con el ajetreo de la vida y el trabajo es fácil olvidar lo real que es, lo cercano que está, cuánto se interesa por todos los detalles de tu vida, y el afán con que desea que conozcas Su corazón.
Independientemente de que lo hayas conocido durante toda tu vida o últimamente, la necesidad de que te hable del amor que te tiene es la misma. Con el ajetreo de la vida y el trabajo es fácil olvidar lo real que es, lo cercano que está, cuánto se interesa por todos los detalles de tu vida, y el afán con que desea que conozcas Su corazón.
Tener confianza en cuánto nos ama Jesús no solo nos hace felices, sino que es una fuerza estabilizadora en nuestra vida.
Cuando vemos que es una garantía que nos ama y lo creemos y confiamos en ello, nos serena la paz y seguridad que da ese amor aunque afrontemos desilusiones, dificultades, sufrimientos o cualquier otra cosa que nos depare la vida.
Su amor es lo bastante fuerte para sacarnos adelante en toda dificultad. Es perdurable, digno de confianza y eterno.
Su amor es perfecto.
Es lo único en este mundo que es absolutamente perfecto. Hay muchas cosas que son bonitas, hermosas y maravillosas, pero nada es tan perfecto como Su amor. Vivimos en un mundo imperfecto, con humanos imperfectos y en circunstancias que dejan que desear, pero el amor de Él nos permite superar todas las dificultades de la vida. Él es perfecto, igual que Su amor.