Barreras relacionadas con la estructura ya creada
En algunas ocasiones, como líder, te encontrarás con barreras relacionadas con la propia estructura eclesial en la que trabajas. No siempre el liderazgo entenderá tu visión. Puede ser que a veces no te apoyen, aunque tampoco dificulten tu deseo de llevar a cabo una pastoral juvenil, en vez de seguir con las actividades juveniles de siempre. Pero también puede darse el caso de que el liderazgo adulto de la iglesia no apruebe tu visión y siga insistiendo en que "hagas las cosas como siempre se han hecho".
En algunas ocasiones, como líder, te encontrarás con barreras relacionadas con la propia estructura eclesial en la que trabajas. No siempre el liderazgo entenderá tu visión. Puede ser que a veces no te apoyen, aunque tampoco dificulten tu deseo de llevar a cabo una pastoral juvenil, en vez de seguir con las actividades juveniles de siempre. Pero también puede darse el caso de que el liderazgo adulto de la iglesia no apruebe tu visión y siga insistiendo en que "hagas las cosas como siempre se han hecho".
O es posible que te encuentres con una estructura de trabajo juvenil muy rígida, muy poco flexible. En ocasiones, según la denominación a la que pertenezcas, toda la estructura de trabajo con la juventud ya estará diseñada, y será la misma para todas las iglesias. Puede resultarte bastante difícil intentar aplicar un ministerio de pastoral juvenil con los nuevos procesos educativos, dentro una estructura carente de flexibilidad. Hay situaciones en que incluso los contenidos de los programas y los materiales son predeterminados por la denominación, y el trabajo del líder consiste en ser un mero administrador.
Barreras relacionadas con los jóvenes
Otras barreras pueden venir por parte de los mismos jóvenes. En ocasiones descubrirás que les falta la suficiente motivación como para llevar a cabo tus propuestas. Puede darse el caso de que su desmotivación no solo esté relacionada con su compromiso y participación en las actividades, sino que se extienda incluso, hasta en una propia dejadez en cuanto a cultivar su vida espiritual.
Otras barreras pueden venir por parte de los mismos jóvenes. En ocasiones descubrirás que les falta la suficiente motivación como para llevar a cabo tus propuestas. Puede darse el caso de que su desmotivación no solo esté relacionada con su compromiso y participación en las actividades, sino que se extienda incluso, hasta en una propia dejadez en cuanto a cultivar su vida espiritual.
La falta de compromiso, barrera relacionada con la anterior pero diferente, es otra de las luchas que vamos a tener que enfrentar cuando intentemos llevar a cabo la pastoral juvenil. Será habitual encontrarnos con jóvenes que no están dispuestos a pagar el precio que exige buscar la madurez en Cristo. Su situación personal, sea la que fuere, les satisface y no sienten ni deseos, ni necesidad de cambio.