Cuentan que un guía estaba mostrando la “Cueva del Mamuth” a un grupo de turistas, y cuando llegaron al lugar conocido con el nombre de “La Catedral”, el guía se subió a una roca llamada “El Púlpito” y anunció con una sonrisa, que iba a pronunciar “un sermón muy importante”. Sin embargo, lo único que dijo fue: “Manténganse agrupados cerca de mí”.
Poco después, los turistas pudieron darse cuenta de la importancia “del sermón” que les pronunció el guía, pues solo manteniéndose muy cerca de él, era posible evitar los múltiples peligros que se escondían en el interior de “La Cueva del Mamuth”.
Nuestra vida es igual que la cueva del relato, tiene senderos y peligros desconocidos para nosotros, que sólo pueden enfrentarse cerca del Guía.
Jesús es nuestro buen Pastor y Él conoce nuestra historia, nuestro presente y lo que nos depara el futuro. Si permanecemos muy cerca de nuestro Guía, podremos eludir los peligros que nos aguardan, recorreremos la vida por los mejores senderos y llegaremos al destino.