lunes, 20 de julio de 2015

Completamente Nuevo

“¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo”
1 Pedro 1:3 (Nueva Versión Internacional)
El error más grande que puede cometer un "aspirante" a Cristiano, cuando se trata de ser renovado, es que él trate de ajustar su antigua naturaleza en un nuevo molde, el de Jesús. Sería lo equivalente a querer usar el viejo motor de un coche en uno nuevo y reluciente, como comprar el mejor ordenador del mercado e instalarle un programa que ya está obsoleto, porque sin importar la sofisticación del ordenador y la innovación que suponga, no funcionará. O como lo dijo el Señor Jesús, no se debe usar un retazo de vestido nuevo para remendar un vestido viejo. Ni tampoco echar vino nuevo en odres viejos pues al hacerlo el vino reventará el odre (Lucas 5:36-39). De esta manera se entiende que el Espíritu Santo es el vino nuevo a usarse en un odre nuevo que es Cristo en nosotros. Pero al poner el Espíritu Santo en un odre o persona que se cree aún un odre viejo, el odre reventará. Es decir, se verá impedido de vivir de manera sobrenatural.
Cuando Pedro escribió este pasaje, enfatizó lo que Jesús hizo en los que ha salvado: les hizo nacer de nuevo por medio de Su resurrección. Por lo que esta Su promesa de ser un ser nuevo, nacido puro y sin mancha ante Dios, dependió solamente de una cosa, la resurrección de Cristo y no la justicia o naturaleza del creyente.
Si tú has sido salvo por la sangre de Cristo, has nacido de nuevo. No importa lo que hayas hecho en el pasado, y no depende de ti, sino de la sangre de Cristo que te ha lavado. Adopta completamente tu nueva naturaleza, cree de todo corazón que Dios te ve como alguien que ha nacido de nuevo.
Despréndete de todo pensamiento o concepto de ti mismo que tenga que ver con tu antigua naturaleza, porque ella ha muerto en la Cruz. Quita de ti todo hábito que vaya en contra de lo que te dicta el Espíritu Santo, pues Él te da vida. Y gózate plenamente de la nueva vida que has recibido, porque no depende de quién eres o quién fuiste, sino de la resurrección de Jesús.

Alégrate porque eres alguien totalmente nuevo.

¿Qué dice la Biblia acerca del matrimonio interracial?

La ley del Antiguo Testamento ordenaba a los israelitas no comprometerse en un matrimonio interracial (Deuteronomio 7:3-4). La razón era que los israelitas serían desviados del camino hacia Dios si se casaban con adoradores de ídolos, paganos, o bárbaros. Un principio similar se expone en el Nuevo Testamento, pero a un nivel muy diferente. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblasí (2ª Corintios 6:14). Es justo como a los Israelitas (creyentes en el único Dios verdadero), que se les ordenó que no se casaran con incrédulos. Pero específicamente, la respuesta a esta pregunta es no, la Biblia no dice que el matrimonio interracial esté mal.
Una persona debe ser juzgada siempre por su naturaleza, no por el color de la piel. Todos deberíamos ser cuidadosos en no mostrar favoritismos, como tampoco ser pre-juiciosos o racistas con otros (Santiago 2:1-10, especialmente los versículos 1 y 9). El esteorotipo de un hombre o una mujer cristianos para seleccionar un compañero, siempre debería ser que tuvieran en cuenta si la persona en la que están interesados es cristiana (2ª Corintios 6:14), alguien nacido/a de nuevo por la fe en Jesucristo (Juan 3:3-5). El esteorotipo bíblico para escoger un cónyuge es la fe en Cristo, no el color de la piel. El matrimonio interracial no es cuestión de decir que es correcto o erróneo por el color de la piel, sino que es un asunto de sabiduría, discernimiento y oración.

Y Jesús lloró

¿Has sentido que el mundo en el que hoy vivimos parece estar en caos? Las noticias solo muestran injusticias, crímenes, lujuria y algún que otro informe de interés común. Parece hasta normal ver tanta maldad en las calles o en la televisión. Las películas, las novelas, las series que no tratan sobre asesinatos, guerras y peleas, raramente son las que más atrapan la atención de los telespectadores. Son las que muestran el lado oscuro pero real del mundo, las que, sin lugar a dudas, más entretienen a la sociedad. Es curioso que nos deleitemos en apreciar las formas en las que el mundo se destruye, mientras Dios está buscando la manera de salvarnos.
Alguna vez oí que los que se dedican a la profesión de la medicina, después de años de trabajo, de vivir en medio de las emergencias, de recibir heridos, de verse cara a cara y día a día con la muerte, llegan a un punto en el que se vuelven un poco “insensibles” a ciertas situaciones, pues se acostumbran a vivir rodeados del dolor de las personas, a tal extremo que ver a alguien sufriendo se convierte en algo normal, y su reacción en muchos momentos es como si fueran de sangre fría.
¿Sabes cuántos años han pasado desde aquel día en el Edén, cuando Adán y Eva tomaron del fruto prohibido? ¿Te has imaginado cuántas cosas horribles han sucedido durante todos estos años, desde aquel triste día hasta hoy?
Muchas, tantas que recordar todas ellas podría llevarnos a la locura; por ejemplo, no hay manera de que yo sepa cuál es tu edad pero realmente, no importa si tienes muchos o pocos años, ya que seguro que habrás tenido que pasar noches difíciles, seguramente has tenido que llorar más de una vez, posiblemente más veces que la mayoría de las personas que te rodean, y quizá has llegado a pensar que en medio de este mundo lleno de dolor y de injusticias, Dios se ha vuelto insensible.

Descansando en Dios

“Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” (Lucas 12:29).
Los obstáculos del camino dificultan el tránsito por él. Cuantas más dificultades existen, más difícil es avanzar. Sin embargo, hay quienes avanzan velozmente a pesar de los obstáculos, parece que no encontrasen ninguna dificultad. Particularmente, ¿cómo avanzas tú por la vida? ¿Te parece muy difícil transitar por el camino que Dios te puso?
A veces sí resulta difícil; pero el problema de verdad se presenta cuando la dificultad te detiene en tu caminar hacia la meta.
Pero la dificultad no debe detenerte, más bien debe alentarte para avanzar más rápido, pero tú debes preguntarte cómo se puede hacer. El capítulo 12 de Lucas te da la respuesta, aquí Jesús te dice: No te preocupes, tu vida descansa en las manos de Dios.
Debes acordarte siempre de que tú vales mucho para Dios, tanto que Él dio a su único hijo para que tú tuvieras paz, para que tuvieras a quien acudir (Juan 6:68) y para darte vida eterna (Juan 5:24). Dios nos ama y por eso envió a su hijo por todos nosotros, ¿qué muestra más grande de amor se puede dar?
Dios se preocupa por ti aunque estés afligido y necesitado, aunque te sientas destruido, aunque pienses que estás solo (Salmos 40:17).
Cuando nos sentimos muy mal solemos
 olvidar que hay un Dios al que le preocupamos y que no solamente se preocupa, sino que también tiene cuidado de nosotros, lo que es algo que jamás debemos olvidar en ninguna circunstancia en que nos encontremos, pues no estamos solos. Cristo prometió estar todos los días de nuestra vida junto a nosotros, aunque las cosas se vean distintas, y parezca que estamos solos.
Él está a tu lado para que deposites tus ansiedades en Él (1 Pedro 5:7; Mateo 11:28), y siempre estará contigo aunque pierdas lo que más amas, aunque no entiendas lo que ocurre, incluso aunque a veces no sepas qué hacer.