¿Qué pasa si cuando estamos en medio de una prueba o problema, la desesperación nos hace caer o doblegar? Pues esto es porque no optamos por que suceda lo contrario; es decir, que la prueba nos haga más fuertes y más grandes.
En esos momentos deberíamos optar por hacer lo que hacen las águilas; algo muy interesante es que ellas sienten cuando se aproxima la tormenta, y lo que hacen es subir a lo más alto de una montaña y dejan que los vientos de la tormenta las impulsen y las lleven por encima de la tormenta, sin tener que sufrir las fuerzas y desastres que conlleva.
Al igual que estas aves, nosotros tenemos que comenzar a usar las pruebas y problemas que se presentan, pero a nuestro favor. Dios nos dio todo lo necesario para poder lograr salir airosos y por encima del problema.
“pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” Isaías 40:31 (RVR-1960)