jueves, 11 de junio de 2015

¿Cómo decido entre las dos?

Tengo veintiséis años y estoy a punto de casarme. Pero últimamente conocí a una chica que me gusta mucho, y me parece que el amor por mi prometida está disminuyendo. Estoy en una situación en que no sé decidir entre ambas. ¿Qué me aconseja?
Primero, consideremos que, casi todos los jóvenes poco antes de casarse, pierden interés en su prometida, o sienten dudas como resultado del temor a perder su libertad o a equivocarse para siempre. Téngalo en cuenta.
interrogacionSegundo, hágase las siguientes preguntas acerca de esta nueva señorita. ¿La conozco lo suficiente como para que ella pueda robar totalmente el amor que siento por mi prometida? ¿Si ella me rechazara, regresaría a mi novia prometida, o no? ¿Tengo mi conciencia tranquila al aceptar la idea de casarme con esta señorita que apenas conozco? ¿Puedo conversar con ella sin aburrirme más fácilmente que con mi novia, con la cual he hablado durante tanto tiempo? ¿Qué es lo que de veras me atrae de esta señorita? ¿Es su aspecto físico? ¿Es su atractivo superficial? Piense en la familia de ella, en su personalidad.
Tercero, Dios sabe cuál es la señorita adecuada para usted, porque “somos creación de Dios, creados en Cristo para buenas obras”, dice Efesios capítulo 2. Por lo tanto, debe cuidarse de no actuar neciamente, sino con sabiduría. Si usted es un cristiano de verdad, tiene el privilegio de presentarle ese dilema a Dios. Esto es importante, necesita pasar horas hablando con Dios y leyendo la Biblia, para tomar una decisión sabia y entendida de Su voluntad. ¡Qué hermoso es saber que Dios contesta la oración!

Con voluntad de vivir

“Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí”.
(Marcos 10:48)
El otro día me encontraba en la oficina de mi médico, y resulta que, en mi país, ahora hay que rellenar un impreso en el que cada persona escoge unas opciones y declara qué se debe hacer con él, en caso de que tenga un accidente y esté en una situación entre la vida y la muerte.
Después, escuché a una señora comentar: “pese a todo lo que he pasado y mira que he tenido que luchar, digo que hay que ir siempre con voluntad de vivir”. Fue entonces cuando pensé que la voluntad conlleva el deseo, la decisión y la acción de querer o no hacer algo. Meditando tranquilamente, pensé en el ciego Bartimeo. Porque personalmente, considero que este hombre tenía muchos deseos de vivir. Que estaba cansado de no ver y de tener que mendigar para comer y subsistir. También estaba harto de pedir y de tener que esperar a que alguien se apiadara y tuviera misericordia de él.
Por eso no desaprovechó el momento, y cuando escuchó que Jesús de Nazaret pasaba cerca de él, ni corto, ni perezoso, escogió la mejor opción… ¡Gritar como un loco para que Jesús lo escuchara! Se aferró a la esperanza y a la fe de que él podía tener un futuro y una vida mejor. Y como sabía que el único que podía hacer un milagro en su vida era Jesús, ignoró a los que le decían que se callara. Más aún, gritó con todas las fuerzas de su corazón, como si de eso dependiera toda su vida.
Y su acción provocó que Jesús lo escuchara, se detuviera y lo llamara. Jesús no lo rechazó ni lo reprendió. Jesús le preguntó: “¿qué quieres que te haga?” Y él, muy decidido, respondió: “Maestro, que recobre la vista”. (Lo que significa que Bartimeo había perdido su vista, no era ciego de nacimiento). Fue tal la fe que Jesús observó en Bartimeo que le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. Y registra la Biblia que enseguida recibió la vista. Dos milagros recibió Bartimeo debido a su fe, voluntad y determinación: LA SALVACIÓN DE SU ALMA, Y RECUPERAR LA VISIÓN QUE TANTO AÑORABA.

El poder del hombre que ora

El poder de un esposo que ora no es un medio para tomar control sobre la esposa. Bueno, sabemos que en realidad eso nunca sucede. Y no sucede porque Dios no desea que controlemos a otras personas. Desea que lo dejemos a Él controlarnos a nosotros. Porque cuando nos humillamos ante Dios y le permitimos controlarnos, Él puede obrar a través de nosotros. Dios desea obrar a través de ti como instrumento de su poder, mientras intercedes por tu esposa.
El poder que radica en tu oración es de Dios. Cuando oras por tu esposa, estás invitando a Dios a ejercer su poder en la vida de ella. Tus oraciones hacen posible que ella escuche mejor la voz de Dios y responda a su dirección. Sin embargo, Dios nunca irá por encima de la firme voluntad de un individuo. Si una persona se propone vivir fuera de la voluntad de Dios, Él se lo permitirá. Así que, aunque tus oraciones tienen el potencial de ser poderosas en la vida de tu esposa, existe una limitación en cuanto a lo que puedan lograr si la voluntad de ella, o tu voluntad, se oponen a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14).
Dios desea que oremos por todas las cosas, pero desea que oremos de acuerdo con su voluntad. Por eso es tan importante que le pidamos a Dios que nos revele su voluntad, y que nos ayude a orar de acuerdo con la misma. Una vez que comprendamos cómo Dios quiere que oremos, será mucho más fácil orar con fervor y persistencia. De la misma forma que no podemos forzar a nuestros cónyuges a hacer lo que queremos, tampoco lo podemos forzar a Dios. Lo que se cumplirá será su voluntad, y no la nuestra.

¿El Evangelio nos Une o nos Separa?

Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Un día, un hombre caminaba por un puente y vio a otro hombre de pie en el borde, a punto de saltar. De inmediato corrió hacia él y le dijo: "¡alto!, ¡no lo hagas!" 
-"Bueno, ¿por qué no habría de hacerlo?", respondió, "no hay mucho por lo que vivir!"
-"¿Cómo?" "Bueno ... ¿es usted religioso o ateo?" -"Religioso". -"¡Yo también! ¿Es cristiano o judío? " -"Cristiano ".-" ¡Yo también! ¿Es usted católico o protestante? 
-"Protestante ".-"¡Yo también! ¿Eres episcopal o Bautista?" -"Bautista". -"¡Guau! ¡Yo también! -¿Eres Bautista Iglesia de Dios o la Iglesia Bautista del Señor?" -"Iglesia Bautista de Dios." -"¡Yo también! ¿Eres original Iglesia Bautista de Dios, o eres Reformada Bautista Iglesia de Dios?" -"Iglesia Bautista Reformada de Dios." -"¡Yo también! ¿Eres de la Reformada Iglesia Bautista de 1879, o de la Iglesia Bautista Reformada en 1915?" -"Iglesia Bautista Reformada reforma de 1915!" A lo que él dijo: "¡Muere, hereje!", y lo empujó fuera del puente.

¿Qué es la Semana de la Pasión/la Semana Santa?

La Semana de Pasión, también conocida como la Semana Santa, es el tiempo que va desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua, el Domingo de Resurrección. La Semana de la Pasión se llama así debido a la pasión con la que Jesús voluntariamente, fue a la cruz para pagar por los pecados de su pueblo. La Semana de la Pasión se describe en los capítulos 21-27 de Mateo, los capítulos 11-15 de Marcos, los capítulos 19-23 de Lucas, y los capítulos 12-19 Juan. La Semana Santa comienza con la entrada triunfal del Domingo de Ramos cabalgando sobre un asno, como fue profetizado en Zacarías 9:9.

La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos en cuanto a Su autoridad. Luego, Jesús dio su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de Su Hora. Fue aquí cuando Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varios juicios (teatrales-farsas) ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).