jueves, 21 de mayo de 2015

Pedir con fe verdadera, no dudando

“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.” Santiago 1:6 
Todos sabemos que nuestra dependencia debe ser completamente del Señor, y al parecer eso está bien claro en los que componemos el cuerpo de Cristo; todos sabemos perfectamente quién es nuestro proveedor, nuestro sustento.
Por eso siempre que nos encontramos en dificultades o necesitamos algo, acudimos al Dios de nuestra salvación.
La solución a todos nuestros problemas y dificultades sabemos que es Dios. El hecho de que nos acerquemos a Dios es algo bueno, pero mejor aún es que nos acerquemos a Dios creyéndole, pues pocos son los que se acercan a Él confiando en su poder y gloria. Algunos buscan ayuda en Dios como último recurso, al no encontrar solución a sus problemas de otra manera, como por inercia al acabárseles todas las posibles “soluciones”.
Buscan al Señor como última alternativa, al no ver ni ninguna otra opción que hacer. Y en esa desesperación se acercan a Dios esperando hallar solución a sus problemas, pero se acercan sin creer, se acercan como probando a ver si Dios les soluciona las cosas.
Es esta condición la que muchas veces detiene las bendiciones de Dios. Es obvio que Él quiere que tú vivas tranquilo, pero ante toda adversidad y problema debes confiar plenamente en Él, no probando a ver si te lo resolverá o no. Debes tener presente que el Señor tiene todo el poder para solucionar tus problemas; lamentablemente, muchas veces no tenemos la suficiente fe en Él; se evidencia cuando tratamos de solucionar las dificultades por nuestros propios medios.

Eres único en el álbum de la vida

“En el principio....”: tiempo y espacio; ya antes del principio, antes de crear los cielos y la tierra Dios nos eligió, nos escogió y su hijo decidió morir por nosotros, ¡teníamos hasta el nombre que nos iba a poner nuestra madre!
“Dios dijo y así fue”: diez veces aparece esa frase en Génesis capítulo 1.
Lo que agranda la imagen que tienes de Dios. Él es el Eterno, el Todopoderoso, el Creador. “Vamos a engrandecer” porque Él es grande, vamos ensanchando su imagen. Todo lo que Dios ha hablado sobre ti así va a ser. Dios está hablando a tu vida para crear cosas extraordinarias en ella. Agrandar la imagen que tienes de Dios, es también, pensar cosas grandes de ti, porque eres único en el álbum de la vida, eres “la figurita difícil”. Por lo que tienes que quitarte la falsa imagen que alguien te puso: “eres una cucaracha”, ¡qué va!, tienes que creer en ti, porque Él te ha hecho grande.
En el cuarto día Dios creó el sol y la luna, en este orden, la lumbrera menor es la luna. ¿Por qué así? Porque aunque seas menor, para Dios siempre vas a ser grande aunque te tape el sol. Dentro de ti hay un potencial extraordinario que se va a liberar con poder.
Pedro era Simón, y Jesús le cambia el nombre: “para mí vas a ser roca”. No miró lo que era en ese momento sino lo que iba a llegar a ser en los próximos años. Somos como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Satanás le decía a Jesús: “corta el ayuno”: “deja el proyecto que Dios te ha dado, pues Dios no te va a respaldar en este sueño porque ya estás débil. Pero Jesús no abandonó el ayuno que representaba su propósito, su plan, su proyecto, su sueño; por eso le contestó: “en un par de horas los ángeles me darán de comer y me abrirán los cielos”.
No le tienes que demostrar nada a nadie, Jesús no le demostró nada a Satanás que no supiera, en el desierto donde lo tentó. No pierdas el sueño, porque si lo pierdes, pierdes todo lo que te gusta, todo lo que te motiva a vivir.
Tengo una presión interna: "siempre creo que me faltan 5 kg. para el peso ideal", “debería haber estudiado más”, “haber trabajado mejor”, etc. Todos tenemos una super-exigencia interna, y, ¿por qué?, ¿por qué quieres ser perfecto/a? ¿A qué ideal estás respondiendo? ¿Quién te dijo que para que te quieran tienes que ser perfecto/a? El ideal te va matando, porque no es tuyo viene de afuera.

Cada Obstáculo, Una Oportunidad...

La misma vida se inicia con una lucha. 
Para venir a este mundo, el bebé debe abandonar el cobijo y la seguridad de que goza en el vientre de la madre y recorrer con dificultad, un estrecho conducto. Antes de remontar el vuelo a las alturas, el águila debe abrirse paso a picotazos para salir del huevo. Antes de deleitarnos con su gracia y hermosos colores, la mariposa debe escapar del capullo.
¿Por qué permite Dios las tribulaciones?
Screen Shot 2013-07-07 at 11.45.42 AMSon muchos los motivos, pero pueden resumirse en una sola palabra: beneficios. Él ve los beneficios.
Las pruebas y tribulaciones fortalecen y moldean nuestro carácter. Hacen de nosotros mejores personas y mejores cristianos.
Si alguna vez te parece que las pruebas, tribulaciones y dificultades que enfrentas son tan intensas que no las puedes soportar, no olvides que el Señor es mayor que estas. Encomiéndaselas a Él.
La vida está llena de dificultades. Si nos descuidamos, este mundo nos agobiará con sus inmunerables problemas. Nos quedaremos empantanados en ellos y no podremos ver más allá. Pero Dios quiere que miremos hacia adelante, por encima de los obstáculos que se nos presentan a cada momento.
Si te pones de cara al sol, no verás las sombras.- HELEN KELLER (sorda y ciega toda su vida)
Que no diga yo en la enfermedad: “¿Me estoy mejorando de mi dolencia?” Sino más bien: “¿Estoy mejorando a causa de ella?” - WILLIAM SHAKESPEARE
Medita en las bendiciones que disfrutas en la actualidad, no en las desdichas del pasado, las cuales todos han conocido en mayor o menor medida. - CHARLES DICKENS

Amanecer con Dios

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino” Salmo 119:105. (BDLA).
Una mujer confesó a una amiga su confusión y duda sobre la toma de una decisión importante. Profesaba creer en Dios pero no asimilaba que el apoyarse en su fe le ayudaría a elegir su camino.¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto? ¿Cómo puedo creer que mi decisión será la precisa si ni siquiera veo el mañana?”, preguntaba.
Su amiga reflexionó y por último le dijo: “Así es como yo lo veo: Imagínate que conduces en pendiente de bajada por una oscura carretera de campo, y no hay luces que te indiquen noción alguna de tu ubicación. Es un poco espeluznante, pero confías en tus luces delanteras. Ahora bien, éstas solo te permiten visualizar diez metros del camino frente a ti y eso te es suficiente para ver por donde te diriges. Viajas por esa senda en la que ves apenas diez metros de los focos delanteros, hasta que al fin alcanzas tu destino sana y salva”.
Pues comparable a ello es vivir por fe. No somos capaces de ver el mañana, la semana próxima o el año por venir, pero sabemos que Dios nos proporcionará la luz para encontrar el camino cada vez que necesitemos de ello.
Cuando estés a punto de estar sin luz y dar un paso en falso hacia las sombras de lo desconocido, tener fe es saber que ocurrirá solo una de las dos cosas: Encontraremos algo sólido donde sostenernos, o aprenderemos a volar. 

¿Es la salvación por fe solamente, o por fe mas obras?

Tema muy interesante. De ahí que sea repetido.

Esta es tal vez, la pregunta más importante de toda la Teología Cristiana. Esta pregunta es la razón de la Reforma - la división entre la iglesia Protestante y la iglesia Católica. Constituye una diferencia clave entre el Cristianismo Bíblico y la mayoría de las sectas que profesan ser “Cristianas”. ¿Es la salvación por fe solamente, o por fe más las obras? ¿Soy salvo solamente creyendo en Jesús, o tengo que creer en Jesús y hacer ciertas cosas?

El asunto de la fe sola o de la fe más obras, se ha hecho difícil a causa de algunos pasajes de la Biblia difíciles de conciliar. Comparemos Romanos 3:28, 5:1 y Gálatas 3:24 con Santiago 2:24. Algunos ven una diferencia entre Pablo (la salvación es por fe solamente) y Santiago (la salvación es por fe más obras). En realidad, Pablo y Santiago no discrepan completamente. El único punto de disconformidad, por el que algunas personas demandan, es sobre la relación entre la fe y las obras. Pablo, dogmáticamente, dice que la justificación es por fe solamente (Efesios 2:8-9) mientras Santiago parece estar diciendo que la justificación es por fe más obras.