jueves, 16 de abril de 2015

Conducidos en la Tormenta

Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.  Juan 8:11.
la luz del mundo reflexion cristianaSucedió en Canadá, en la inmensidad helada del lago Winnipeg. Dos trineos se iban alejando de la costa involuntariamente, cuando se levantó la ventisca. De repente, la nieve se alzó en torbellinos y el viento se volvió glacial. Llegó la noche y el temor se apoderó de los viajeros; si no alcanzaban la ribera, estarían congelados antes de la mañana. Pero, ¿hacia dónde dirigirse? 
En medio de la desesperación, los hombres decidieron confiar en el instinto de los perros. Tomaron a Koona, un perro viejo, y lo pusieron a la cabeza de los trineos. Al hallarse repentinamente como jefe de fila, Koona vaciló unos instantes. Finalmente se lanzó hacia adelante, y los trineos siguieron su marcha tras él. Durante horas corrieron en medio de la oscura noche hasta que de repente, unas violentas sacudidas denotaron que dejaban el lago. Ascendieron por el bosque y se detuvieron cerca del fuego de un campamento indio.

Todo Está En Una Sonrisa

Cuando pensamos en las cosas negativas que nos pueden pasar en la vida, las preocupaciones, los problemas, el estrés y las luchas, no tenemos en cuenta una cosa que lo puede cambiar todo, que es una sonrisa. Una sonrisa que puede ser hallada en abundancia.
En el Hospital Christie en Manchester, lo primero que uno ve es una sonrisa en un rostro dirigida a un extraño, a mí. Y no es raro; dondequiera que vayamos en él, hay siempre una sonrisa, un rostro cálido, algo que brilla.

 Además, el personal es fantástico y nos ofrece un sentimiento de paz que nos hace sentir que no nos sobrevendrá ningún daño. ¿Cómo lo logran?
Son serenos y listos a la hora de realizar sus labores diarias con una eminente sonrisa.
 Una cosa que inspira a cada uno de los pacientes; a pesar de su estado de salud, ninguno de ellos, una mezcla de todas las razas y sexos, será atendido sin una sonrisa de “oreja a oreja”.

 Al mirar alrededor, me animo y cobro fuerzas.
Me sumaré a este grupo sin importar el tiempo para salir de esto. Seré una persona mucho más fuerte. Planeo sonreír más cada día ahora que he aprendido su verdadero significado.
Esta reflexión, escrita desde la perspectiva de un paciente en un hospital, no es solo un llamado a un grupo de profesionales de la medicina, sino más bien un desafío a todos nosotros. Porque el autor, a pesar de su estado de salud, reconoce el valor espiritual y terapéutico que una sonrisa puede ofrecer. 

Las llaves

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Isaías 41:10 RVR1960 
OLYMPUS DIGITAL CAMERA
Me suele pasar que llego a mi casa, y estando en la puerta, no encuentro mis llaves que se debía suponer, llevaba conmigo, y comienzo a buscar... y a buscar, me desespero, acabo de mal humor y sin encontrar aún las llaves. Luego me calmo, respiro, oro y pido ayuda al Espíritu Santo... y encuentro las llaves. Curioso el hecho de ver cómo por cosas insignificantes en nuestra vida cotidiana, perdemos el control, y muchas veces perdemos así las llaves de la bendición.
¡Tranquilo! No pierdas esas llaves, Dios te las ha dado, las colocó en tus manos para que tu vida sea diferente a la de tu pasado cuando te enfadabas por todo. Siempre tenemos la ayuda de nuestro Padre celestial y de nuestro precioso Espíritu Santo, por lo que no permitas que las circunstancias adversas te hagan perder las llaves.
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”Juan 14:16-17 RVR1960
Tenemos con nosotros al mejor amigo, la mejor compañía, al Espíritu Santo, que siempre está ahí para ayudarnos, consolarnos e incluso para interceder por nosotros; para ayudarnos a saber cómo actuar, qué hacer en medio de una tempestad, en un desierto. Pero preferimos renegar, enojarnos, perder el control en vez de pedir dirección y ayuda, ¡lamentable!. El Espíritu Santo mora en nosotros, solo anhélalo y déjalo actuar en ti, y tus llaves de bendición las colocará en tus manos.
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”Mateo 16:19 RVR1960
¿Ves? Las llaves de bendición están en nuestras manos, así que no las perdamos por tonterías, y más bien pidamos al cerrajero, al que abre todas las puertas que nadie puede cerrar, a nuestro Padre Celestial, que a través de su Espíritu Santo nos enseñe a usarlas.

Pedro no se ahogó

La mayoría conocemos la historia de Jesús caminando sobre las aguas y Pedro hundiéndose por haber dudado, pero vamos a detener la historia en un momento importante de aquel acontecimiento.
Recordemos. Los discípulos vieron a Jesús andando sobre las aguas y creyeron que era un fantasma, y Pedro, en medio de su duda, le dijo a Jesús que le ordenara que pudiera caminar hacia Él. Jesús lo hizo, y luego la parte que más conocemos... Pedro dudó y comenzó a hundirse, gritando, pidiendo ayuda para que Jesús lo salvara porque se hundía, y aquí viene el momento crucial: Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?  Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Mateo 14:31,32
Ese momento exacto en el que después de tanta duda y poca fe, Pedro se hundía, vamos a congelarlo como una escena en la que podemos ver que él se siente hundirse y seguramente, por su mente pasaba lo peor; pero Jesús estaba ahí, extendió su mano y lo sacó del agua, lo llevó a la barca y calmó el viento; solo en un instante cambió el panorama, los momentos de angustia de Pedro los transformó en calma y seguridad.

No me avergüenzo

“Barrabás” es una de las películas más tradicionales que se ve en Semana Santa en determinados lugares, y que tiene dos grandes enseñanzas:
La primera, es que Dios usó a Raquel, la pareja de Barrabás, y a Sahek, otro prisionero que conoció en la mina de azufre en Sicilia, para que ambos le hablaran acerca de Jesús, y le recordaran que ocupó su lugar en la cruz porque lo amaba y quería que fuera salvo. Pero no fueron sus palabras las que lo impactaron sino el testimonio que ambos le dieron con sus vidas, porque Raquel cambió su manera de hablar, de comportarse e incluso de vestir; murió apedreada porque la encontraron hablando a un grupo de personas ciegas sobre los milagros que el Maestro había hecho. Y Sahek fue asesinado por compartirle a un grupo de gladiadores, sobre la vida de Jesús y la salvación que Él ofrecía a todo aquel que lo reconociese como su Señor.
La segunda, que el amor de Dios es indescriptible y su paciencia no es comparable con ninguna otra, porque a pesar de todo lo que Barrabás había presenciado se negaba a creer en Jesús; pero Dios no solo lo salvó tres veces de la muerte, sino que también le devolvió su libertad en dos ocasiones, todo con la finalidad de que reconociera que Él existía, que cuidaba de él y que no permitiría que nadie le quitara la vida, hasta que se cumpliera el propósito con el cual había sido creado. Y así fue, porque al final reconoció a Jesús como su único Salvador, confesó que era cristiano y murió crucificado.