sábado, 21 de marzo de 2015

Todo es para bien

En nuestra vida pasamos por tragedias y problemas; puede que hayamos sido traicionados, sufrimos la pérdida de un ser querido, tuvimos una serie de momentos difíciles vividos desde nuestra niñez o adolescencia...; en fin, cosas que harían pensar que Dios nos ha abandonado o que no le importamos.
José era una persona que sufrió varias adversidades, conocemos su historia, fue vendido por sus hermanos como esclavo, fue encarcelado por algo que no hizo, etc. Podríamos decir que todo lo que le pasaba indicaba que su vida iba de desgracia en desgracia y que parecía no tener el respaldo de Dios.
Sin embargo, debemos ver cómo Dios estuvo en cada etapa, en cada vivencia, porque cada cosa que le sucedió le sirvió para ser más sabio, para aprender y llegar a ser quien fue; si no hubiese sido vendido, no hubiera trabajado para Potifar donde fue acusado de acoso, y si no hubiese sido encarcelado, no hubiera descifrado los sueños del Faraón, por lo que no habría llegado a ser una persona importante en la tierra de Egipto.

El arrepentimiento es un cambio

Nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas… acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Hechos 20:20-21

Inline image 1La primera frase de Jesús mencionada en el evangelio según Marcos, es una invitación a arrepentirse: “Arrepentíos, y creed en el evangelio(Marcos 1:15). Los primeros cristianos también invitaban a los hombres a arrepentirse. Pero, ¿qué es el arrepentimiento y por qué la Biblia insiste tanto en ello?

Primeramente, hay que precisar que el arrepentimiento no consiste en castigarse a sí mismo para expiar sus faltas, en flagelarse. No se trata de remordimientos y con ellos, una dolorosa mortificación. Tampoco es simplemente, sentir tristeza o disgusto sino un retorno lleno de esperanza hacia Dios, el Dios justo y salvador que pide que nos volvamos a Él (Isaías 45:22).

El poder de la Oración de una esposa

El poder se puede usar de diferentes formas, para el bien o para el mal, pero el poder de la oración de una esposa, traerá maravillosos dividendos.
No sé cual es la situación que vives con tu esposo, pero te animo a que uses ese poder que está en tus manos. En la oración hay poder. Usa este recurso y podrás decir al final: con el poder de Dios todo se puede.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Marcos 11:24, 25.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:7,8.
Orando por el trabajo de él.
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición. Proverbios 22:29.
No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo. Proverbios 23:4,5.
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?  Mateo 16:26.
Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa. Eclesiastés 10:18.
Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. Salmos 90:17.

No Estaré Ansioso...¿por qué estarlo?

Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. — Filipenses 4:6-7
Apartar tiempo cada día para orar ayuda a desarrollar la constancia. Las complicaciones de la vida te robarán tus oportunidades de orar, así que es una buena idea hacer que tu día comience con la oración antes de que nada suceda.
Aunque verdaderamente es bueno orar por la noche, justo antes de dormir, hay bastantes probabilidades de que te quedes dormido antes de orar. El espíritu está dispuesto, pero la carne no siempre está en condiciones de tener estas conversaciones con Dios. Te sentirás más satisfecho con la oración, si eliges ciertas horas (o posiciones físicas) en las que tu cuerpo coopere un poquito más.
Ora todo el tiempo ofreciendo pequeñas oraciones de gracias, rápidos enunciados “Ve-delante-de-mí” y otros reconocimientos breves, que le expresen que no quieres pasar por eso que llaman vida por tu cuenta. Recuerda lo contento que Jesús se pone cuando usas el acceso que te concedió para llegar a Él. Puedes tener la seguridad de que Dios te quiere ahí con Él, y que espera con emoción, tus horas de oración más de lo que las esperas tú. 
Un diálogo continuo con el Señor a lo largo de tus días es bastante precioso para Él. Uno de los indicativos de una magnífica relación entre una hija y su madre, es que pueden tener conversaciones espontáneas, así como también apartar una hora específica para conversar. Dios disfruta de ese tipo de relación con nosotros. Aunque no todas las oraciones deben ser mediante una cita. Eso puede hacer que la relación sea demasiado forzada y artificial.

Las migajas o un buen bistec

Tengo un perro que cuando la familia está a la mesa, espera atento una migaja de pan. La atrapa apenas está en el aire y se la come. Pero cuando al animal le dan un trozo de carne, la huele pero no se la come ya que se acostumbró a las migajas que le lanzan los comensales.

Las migajas o un buen bistec.

El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10.
migajasHay muchos que se conforman solo con las migajas, “no me quiero comprometer demasiado en la Iglesia”, “déjenme aquí sin más…que lo hagan otros”, “me conformo con hacer esto, y nada más”, son algunas de las excusas que dicen. Ven a otros que crecen de una manera maravillosa, y que son utilizados por el Señor con frecuencia, representando lo que es tener la vida abundante que Jesús les ofreció. Estos hacen visibles unas personas plenas en Cristo, comen el "bistec". 
Jesús vino a dar vida, pero no una vida cualquiera, es una vida abundante en la que la realización personal se cumple. La persona que tiene una vida abundante se realiza como persona, como esposo o esposa, como estudiante, o como trabajador, en fin, en lo que hay en él o en ella; mostrándoselo a los demás, hace en él, visible, la Persona de Cristo Jesús. Ha recibido el ofrecimiento gratuito de una vida nueva.