miércoles, 14 de enero de 2015

¿Qué es el hombre?

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Salmo 8:3-4
Inline image 1Comprensible, alguna vez cuando las vimos, nos hemos quedado fascinados al contemplar las innumerables y resplandecientes estrellas en el cielo. ¿Y lo pequeños que nos hemos sentido ante tanta grandeza? ¿Quién soy yo en este inmenso Universo, en comparación a todas las riquezas con las que Dios llenó la bóveda celeste?
Su contemplación nos estremece y al mismo tiempo, nos tranquiliza. Entonces, de forma instintiva, nos surge una serie de preguntas: ¿Quién es ese Dios que creó las estrellas? ¿Se interesa en la tierra y en los hombres, tan pequeños y perdidos en la inmensidad del Universo? ¿Podría interesarse en mí, uno más entre los miles de millones de seres humanos que pueblan el planeta?

Dar sin esperar

Este norteamericano recibió un título honorífico del Colegio de Medicina de la Universidad de Nueva York. Así mismo, recibió una asignación para el Laboratorio de Investigación de Virus, en la Universidad de Pittsburgh. Por ella, le fue solicitado por parte del ejército, desarrollar una vacuna contra la influencia vírica de la polio, y entre los muchos honores que recibió se encuentra la Medalla Presidencial de la Libertad.
Sin embargo, Jonas Salk no es conocido por lo que recibió, sino por lo que ofreció. Él y su grupo de investigadores dieron todo su esfuerzo para preparar un virus que inactivara la polio y que puede servir como un agente inmunizador contra ella. Para 1952, habían creado una vacuna y en 1955, fue difundida para ser usada en los Estados Unidos, acabando prácticamente así, con las consecuencias catastróficas de la polio.
Puede que tengas, como él, muchos elogios en tu vida, y lo más probable, un número amplio de certificados, diplomas, y premios. Pero lo que al final contará es lo que haces con la enseñanza que has recibido y las habilidades y características que has desarrollado.
Encuentra la forma de dar, crear o generar algo que pueda ser beneficioso para otros. En tus acciones no solo habrá una potencial fama y recompensa, sino también una gran satisfacción personal, la recompensa de los más altos valores.
Ninguna persona jamás fue honrada por lo que recibió. El honor fue la recompensa de lo que dio.
El justo da y nada recibe. Proverbios 21:26

Siempre verano en nuestro corazón

Como música celestial; así suenan las silabas saliendo de tu boca cuando me expresas esos sentimientos que salen de tu corazón. Cómo voy a decirte que no, cómo voy a quitarte la razón si la tienes, cómo no vas a saber que te quiero si se nota solo con mirarme a los ojos. 
Llega el verano con esos lindos paseos al lado de la playa. Empieza a ser verano en mi corazón, pero lo más placentero de todo es tu compañía. 
Parece mentira, pero solo nos hace falta que la persona que queremos no esté durante unas horas a nuestro lado para que, sin remedio, la echemos mucho de menos. Echemos de menos el roce de su piel, la alegría de escucharla hablar, y sobre todo, la otra mitad de su corazón, esa mitad que hace que puedas seguir viviendo.
Qué bonito atardecer cuando el sol lentamente, cae escondiéndose por el horizonte, cuando tus ojitos brillan con la suave pero intensa luz rojiza de ese sol que se esconde; tal que, cualquiera que esté en este momento disfrutando de la compañía de la persona amada, se dará cuenta de que hay muchas cosas bellas en esta vida. 

Llevar Fruto para Dios a cualquier Edad

los que esperan a JehovaLos que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40:31.
Plantados en la casa del Señor,
en los atrios de nuestro Dios florecerán.
Aun en la vejez fructificarán. Salmo 92:13-14.
Con los años nuestras fuerzas disminuyen. Un atleta profesional lo experimenta relativamente temprano, pero si vivimos bastante tiempo, estamos confrontados más tiempo a la misma prueba, cada uno a su manera. Con el paso de los años nuestro cuerpo y nuestra mente pierden su vigor, pero el creyente puede renovar sus fuerzas espirituales hasta los últimos días. Mientras todo su ser decae, puede llevar fruto para Dios y progresar en su intimidad con Jesús, hasta el momento en que le verá.

¡Anhela una verdadera amistad!


La amistad es el regalo más hermoso que Dios nos puede dar.
La amistad es la palanca que tenemos para progresar.
En este mundo, que se cae a pedazos y que nos confunde diciéndonos 
que lo bueno es aburrido y lo malo es magnífico, encontrar un verdadero amigo 
es una proeza de las que ya no hay.
Tener un amigo es el brazo que se necesita cuando se tropieza con los pies 
y es el aliento para decir ¡vamos, inténtalo otra vez!
Dichoso soy de tener amigos de verdad, que en momentos de angustia, 
tormento, duda y tristeza me dicen: ¡eh!, sonríe una vez más!
En especial, tengo uno que me invita a sonreírle a la vida y me dice 
que me decida a ser feliz, porque todo depende de mí.
Dios me da la vida, el aire, mil bendiciones, y entre todas ellas 
está la hermosa amistad, que me ha enviado para ser mucho más feliz.
Dios, encontrar un verdadero amigo es a veces muy difícil, 
doloroso, pero cuando hallas tan gran regalo, 
te dices a ti mismo, que sí existen los amigos de verdad.
Y ahora tú que dices tener un amigo, no olvides cuidar tu amistad y sobre todo, 
dar una segunda oportunidad; recuerda que un amigo se puede equivocar 
pero tú, como verdadero amigo, haz lo que sea 
para que tu amigo vuelva a soñar de verdad.
La amistad no es decir somos amigos y nada más.
La amistad es estar al pendiente de ese amigo a quien dices amar, 
es más que toda superficialidad 
e incluso más que un saludo en el día de la amistad.
Sé que quizás es mucho pedir, pero pelea vehemente 
porque tu amistad sea feliz, 
y si algún amigo te da la espalda no se la des tú también, 
pero no te humilles al extremo de perder tu amor y fe.

Recuerda que tu amistad es libre y es tu deber ejercer su libertad, 

como tú lo eres de ejercerla también.