sábado, 31 de octubre de 2015

Respuesta de la Biblia a la fiesta de Halloween

La Biblia no habla del Halloween. Sin embargo, un análisis del origen de esta celebración y las costumbres relacionadas con ella, demuestra que está muy ligada a creencias falsas sobre los muertos y los espíritus malvados, o demonios (“origen del Halloween y sus costumbres”).
Aunque muchas personas consideren que el Halloween es una diversión inofensiva, la verdad es que las prácticas asociadas a esta celebración no lo son. La Biblia dice claramente: “Nadie entre los tuyos deberá (...) servir de médium espiritista o consultar a los muertos” (Deuteronomio 18:10-12, Nueva Versión Internacional). Y también advierte: “No quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor, y también de la copa de los demonios” (1 Corintios 10:20, 21, Reina-Valera Contemporánea).

El Diezmo En El Nuevo Testamento

Los cristianos realmente no estamos obligados a diezmar, pero de las leyes del diezmo podemos extraer principios orientadores para nuestra ofrenda de hoy.
¿Debemos los cristianos diezmar? Algunos creen que estamos obligados a hacerlo. Dan testimonio de bendiciones recibidas por diezmar. Algunos de ellos, sobre la base de Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa”, enseñan que debemos dar nuestros diezmos específicamente a nuestra iglesia. Sin embargo, otros dicen que la ley del diezmo ha caducado, y los cristianos no estamos obligados a diezmar. ¿Estamos obligados a diezmar? ¿Dios nos bendecirá si diezmamos? ¿Estamos obligados a dar nuestro diezmo a nuestra iglesia? ¿Ha caducado la ley del diezmo? ¿Qué debo estar haciendo yo y mi familia en cuanto al diezmo? Buscaremos respuestas a estas preguntas en la Biblia.

Historia del diezmo en la Biblia

El Diezmo antes de la Ley de Moisés.

Abram dio a Mequisedec, sacerdote del Dios Altísimo, el diezmo de todo el botín obtenido al derrotar a los cuatro reyes invasores (Génesis 14:17-20). Pareció ser un acto voluntario. En Bet-el Jacob prometió diezmar todo lo que Jehová le diera en su viaje a Harán (Génesis 28:20-22). Pareció ser un acto voluntario para persuadir a Jehová de cuidarlo y bendecirlo.

El Diezmo según la ley de Moisés.

Los israelitas estaban obligados a dar un diezmo de la tierra y del ganado a Jehová (Levítico 27:30-33). Este diezmo era para el sostén de los levitas (Números 18:21). Un diezmo se debería gastar en banquetes en el santuario central cada año (Deuteronomio 14:22-23, 26). Un tercer diezmo (o tal vez parte del segundo diezmo) debería darse cada tres años, guardarse en las ciudades y repartirse a los pobres (Deuteronomio 14:28-29). El diezmo se menciona pocas veces más en el Antiguo Testamento:
1. Amós criticó a los israelitas porque diezmaban creyendo que así agradaban a Dios, a la vez que cometían injusticias contra los pobres e indefensos (Amós 4:4).
2. En la reforma de Ezequías, los israelitas llevaron el diezmo del ganado y de la tierra al templo y lo depositaron allí (2 Crónicas 31:5-6). Se trata del diezmo para los levitas (verso 4).
3. En la reforma de Esdras, los judíos prometieron dar el diezmo de la tierra para el sostén de los levitas (Nehemías. 10:37), cosa que hicieron por un tiempo (12:47, 13:10, 12).
4. Malaquías acusó a los judíos de robar a Dios en sus diezmos, y les instó a traer el diezmo completo al templo de Jerusalén (el único templo de los judíos) y les prometió gran bendición (Malaquías 3:8-10). Se trata del diezmo para los levitas.
5. En tiempos neotestamentarios, los escritos rabínicos indican que los judíos daban importancia a, por lo menos, los primeros dos diezmos (Lucas 18:12, la oración del fariseo). Jesús reconoció que, por lo menos, algunos escribas y fariseos diezmaban de todo, y que lo deberían hacer, pero les criticó por creer que eso agradaría a Dios, aunque dejaban de lado la justicia, la misericordia y la fe (Mateo 23:23; Lucas 11:42).
6. No hay ningún pasaje neotestamentario que inste a diezmar después de la muerte de Cristo. Las únicas referencias al diezmo en Hechos-Apocalipsis se hallan en Hechos 7:2, 4, 5, 6, 8, 9; no instan a diezmar, sino que argumentan que el sacerdocio de Melquisedec fue superior al sacerdocio levítico, pues Melquisedec recibió diezmos de Abraham y, por lo tanto, también de Leví. El verso 5 indica que los diezmos eran parte de la Ley para Israel.
7. Los cristianos que diezman hoy, por lo regular no piensan en cómo aplicar todos los aspectos de la ley. Una excepción es la iglesia de Dios Universal: envían un diezmo a las oficinas centrales para ser repartido entre las iglesias y ministros, ahorran un diezmo para un retiro anual de la iglesia en un hotel de lujo y dan el tercer diezmo a los pobres.

Tiempo de Reír

Reír es saludable, aunque no es fácil cuando las circunstancias que nos rodean no son agradables. Pero todo tiene su tiempo, tiempo para llorar, tiempo para reír, tiempo para descansar, tiempo para decidir, etc.
Tiempo para reírEl Apóstol Pablo nos exhorta en Filipenses a gozarnos en el Señor siempre (a pesar de que él estaba en una cárcel), pues la razón para poder gozarnos en la vida descansa en Dios, quien cambia nuestro lamento en gozo, y de esta manera podemos tomar el tiempo para reír.
La vida es corta, y necesitamos pensar en cuánto tiempo invertimos en llorar, cantar, consolar, animar, y sobre todo reír, pues la risa es un remedio para el alma. Jesús nos dio el ejemplo, tuvo tiempo para sanar, amar, liberar, llorar, comer y gozarse con la gente. Haz un alto en este momento y ríete, ríete de ti mismo, de lo que has hecho que te produjo risa, y notarás que el estrés, que puedas estar sufriendo, baja de nivel; además, la risa es contagiosa y contribuirás para que otros tomen tiempo para reír.
Hay situaciones en la vida que nos causan risa, como es el caso de Sara cuando, siendo una anciana, se le anunció que tendría un hijo, y la Biblia menciona el momento cuando ella se rió, pues consideraba eso como inalcanzable. Pero como para Dios no hay nada imposible, al nacer su hijo tuvo su tiempo para reír, en este caso, de alegría y gratitud a Dios por cumplir Su Promesa. A veces Dios nos hace reír y nos anima a disfrutar de ese tiempo para reír.

El Hombre, Un Cuerpo Increíble

Hay cosas sorprendes del hombre, como las que provocan sentimientos encontrados en él. No puede permanecer indiferente ante una puesta de sol, o al contemplar un amanecer, menos incluso, tener una rosa roja en sus manos sintiendo en sus dedos la tersura de sus pétalos, o sentirse pequeño al enfrentarse desde una playa al inmenso mar. Son solo algunas cosas de tantas, que los sentidos humanos pueden percibir.
cuerpo humanoSin embargo, poco se da cuenta el hombre y la mujer lo que significan en sí mismos. El cuerpo humano tiene una gran capacidad de hacer cosas realmente increíbles. Tenemos como ejemplo: la nariz puede recordar unos cincuenta mil olores diferentes; el cerebro puede leer hasta mil palabras por minuto, como también puede producir electricidad suficiente para encender una bombilla. Si el cerebro fuera un ordenador, realizaría treinta y ocho mil millones de operaciones por segundo. Los huesos son más resistentes que el acero; los ácidos estomacales pueden disolver un objeto de metal, en fin, son tan solo una muestra de su poder. Lo lamentable de esto, es que el hombre no se ve a sí mismo como algo grandioso e increíble, y aprovecha poco las capacidades que posee.

Malagradecidos

“Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.”  (Efesios 5:20)
mal agradecidosSe cuenta que una vez, un líder espiritual que vivía en un pequeño pueblo pesquero, después de una terrible tormenta, colocó en una de las pilastras de la  iglesia, un cartel con los nombres de nueve pescadores, y sobre tales nombres, la frase: “Perdidos en el mar”.
La noticia cundió rápidamente por toda la ciudad, al extremo que uno tras otro, los  nueve hombres mencionados en el cartel, fueron al líder a protestar, porque ellos, si bien es cierto que habían naufragado, habían sido rescatados oportunamente. Por lo tanto, no se hallaban en calidad de extraviados, tal como anunciaba el cartel.
Días después, en la reunión dominical, el referido líder espiritual se dirigió a los presentes diciendo entre otras cosas lo siguiente: “El otro día se me pidió que orase por once pescadores que habían naufragado. De esos once, sólo dos vinieron después, a solicitarme que le diese gracias a Dios por haber permitido que fueran felizmente rescatados. Por lo tanto, al haberse acercado solo dos, supuse entonces que los otros nueve pescadores, si no vinieron a agradecérselo, era porque se habían ahogado”. 

viernes, 30 de octubre de 2015

Cuestión de Perspectivas

Marta y Juana, dos viejas amigas, fueron a almorzar a su restaurante favorito. Marta felicitó a Juana por los recientes matrimonios de su hijo e hija.
-¿Cómo te las arreglaste con todo?, le preguntó Marta. Tener dos bodas en el mismo mes debe haber sido muy difícil.
-No lo creas, contestó Juana. Fue mucha la alegría y el honor de ayudar a mis hijos en sus bodas. Fui feliz al hacerlo.
-Bueno, dime, quiso saber Marta, ¿cómo es tu yerno?
-¡Ah!, es un hombre maravilloso. Permite que mi hija duerma hasta tarde. A veces, hasta se levanta a las diez o las once de la mañana. Le dice que vaya al salón de belleza para arreglarse el cabello y las uñas todas las veces que quiera. Incluso insiste en llevarla a cenar fuera todas las noches.
-¡Increíble!,exclamó Marta. Está verdaderamente bendecida. Cuéntame de tu nueva nuera.
-Bueno, resopló Juana, esa es una historia totalmente diferente. Duerme hasta las diez o las once de la mañana. Gasta todo el dinero de mi hijo en el salón de belleza con el cabello y las uñas. ¿Y puedes creer que insiste en comer fuera todos los días?

La vida es cuestión de perspectivas. La manera en que uno ve las cosas influirá en nuestra vida y también en la de quienes nos rodean. Vamos a comprometernos a ver las cosas desde la perspectiva de Dios. Su punto de vista siempre es claro como el agua.
Santiago 1:4
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

El mañana no llega

Si crees que se puede hacer en cualquier momento, no lo harás en ninguno. Mañana es el día más ocupado de la semana.
Muchas personas quieren y desean muchas cosas pero no se ponen en acción. Dicen: hoy no, mañana. Pero la realidad es que el mañana no llega nunca. La postergación es un asesino de sueños. Mucho de lo que ahora no has logrado se debe a que tú mismo has postergado tus sueños esperando que las circunstancias cambien. Mientras sigues esperando que la situación cambie sin tomar acción, estás desperdiciando tu vida, tus talentos y enterrando a tus sueños.
Si quieres que el mañana llegue debes ponerte hoy en acción, y hay cuatro cosas que debes hacer:
-          Asegúrate de que tu sueño sea tu sueño. Si lo ves claro, puedes lograrlo. No se trata de tener un sueño por tenerlo, se trata del propósito para el cual fuiste formado. Se trata de poder tener y organizar una visión hasta convertirla en realidad, no importando el sacrificio que se tenga que pagar. ¿Es mi sueño? ¿Estoy dispuesto a pagar el precio? ¿En qué o en quién me voy a convertir?
-          Sé intencional y establece una estrategia para llegar a cumplir tus sueños.  Tienes que definir las actividades que debes hacer y también las que debes dejar de hacer. Saber cuáles son tus pasos reduce el miedo, la ansiedad y la incertidumbre. ¿Lo qué estoy haciendo me acerca a mis sueños? ¿De qué debo tener cuidado? ¿Qué debo mejorar? ¿Cuáles van a ser mis prioridades?

Los cambios siempre llegan

En el estado de Florida no se diferencian mucho las estaciones. De hecho, siempre les digo a mis amigos que aquí solo tenemos tres estaciones: calor, más calor y menos calor. La realidad es que anhelo ver el cambio climático porque es bello. He vivido en otros lugares donde las hojas de los árboles visten combinaciones preciosas de colores rojo, dorado, amarillo o café. He visto lo hermoso de un amanecer cubierto de nieve tan blanca que encandila los ojos. La magia de los copos cayendo sobre árboles que nunca dejan de ser verdes. Es impresionante ver cómo se abren paso los tulipanes y anuncian el resurgir de la vida en la primavera. Y también la belleza del mar azul en el cálido verano. Los cambios de las estaciones nos recuerdan que la vida no es algo estático, que siempre hay cambios. Pero aunque me gusta ver los cambios en la naturaleza, confieso que los cambios en mi mundo personal ya no me gustan tanto. Quisiera que todo se quedara como está.
Sin embargo, Dios no lo ve de esa manera. Él sabe que si no hay cambio, habrá estancamiento. Y por eso, de vez en cuando, agita las aguas, mueve los vientos, trae los cambios.
los cambiosAlgunos estamos más preparados que otros, pero independientemente de cuán preparados estemos o no, los cambios llegarán. Eso me ha puesto a pensar mucho, y he dialogado con Dios tratando de negociar los cambios. Pero no hay privilegios, voy a tener que caminar por el sendero.
¿Qué es lo que estoy aprendiendo? Pues que tenemos dos maneras de lidiar con esto: o lo aceptamos y dejamos que traiga provecho a nuestra vida, o lo rechazamos y pataleamos… inútilmente, porque de cualquier forma llegará.
Dios usa los cambios para traer más fruto a nuestra vida. Quizá un cierto cambio cultive más en nosotros, la paciencia. Quizá un cambio en el trabajo, por ejemplo, produzca en nosotros una tranquilidad que nunca antes conocimos… ni conoceríamos de no pasar por algo así. En otras ocasiones es la bondad, en otras el dominio propio, etc.
Así como el mundo natural no es estático, nuestra vida espiritual tampoco lo es. Comenzamos a caminar con Dios, pero Él quiere que avancemos, que profundicemos para poder transformarnos, moldearnos y llevarnos cada vez más, a semejarnos a Cristo. ¿Cómo lo logra? Haciéndonos pasar por etapas cambiantes que nos transformarán.

Meditar y Actuar

El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico tuvo lugar el siguiente suceso:
A una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra.
La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable.
La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver si encontraba algún lugar libre.
Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase.
La señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona.
Minutos más tarde, regresó la azafata y le informó a la señora:
“Discúlpeme señora, efectivamente todo el vuelo está lleno…. pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase. Sin embargo, para que pudiera hacer este cambio le tuve que pedir autorización al capitán.
Él me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona tan desagradable.
La señora, con cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la azafata, en ese momento, se volvió y le dijo al hombre de raza negra:
“¿Señor, sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento?”
Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción de la azafata.

jueves, 29 de octubre de 2015

El gozo de tu presencia

Porque grande es el Señor, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses (Salmo 96:4).

Inline image 1La finalidad principal del ser humano es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre, expresa el Catecismo de Westminster. Gran parte de las Escrituras invitan a dar gracias y adorar abundante y alegremente al Dios vivo. Cuando honramos al Señor, estamos celebrando que Él es la fuente de donde fluye toda bondad.

Cuando alabamos al Señor de corazón, con gozo, experimentamos la condición para la que fuimos creados. Tal como un hermoso atardecer o un pacífico paisaje pastoral apuntan a la majestad del Creador, así también, la adoración profundiza nuestra comunión espiritual con Él. El salmista declaró: Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza (…). Cercano está el Señor a todos los que lo invocan (Salmo 145:3, 18).


Alabanza coherente

"No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas." (Salmo 105:15)

El salmista hace un balance de la historia de Israel en este salmo, y alaba al Señor por ello. Es importante e imprescindible alabar al Altísimo por lo que nos ha permitido vivir, no como un ejercicio de añoranza sino de agradecimiento; dice el refrán castellano que "es de bien nacidos ser agradecidos".
Ahora bien, la alabanza no es un acto espiritual en una vida carnal, sino que es la consecuencia de una trayectoria de vida espiritual. ¡Con qué poco podemos difamar a un siervo del Señor! ¡Qué sencillo es tocar a un ungido del Señor y luego seguir como si nada hubiese ocurrido!. Un creyente que habla mal de un siervo de Dios es un cristiano que tiene asegurada que su alabanza será escuchada por él mismo y por los que le aplauden, pero tiene la misma seguridad en que el Señor no le escuchará sino que le castigará.
Tomar de los símbolos del pan y el vino no es solamente una evidencia de que somos bautizados en Cristo, sino la exteriorización de que nuestra lengua está controlada por el poder del Espíritu Santo, y esa fuerza divina nos impide "tocar", aunque sea "cristianamente", a aquellos que están sirviendo al Señor completa o parcialmente.
Es realmente interesante, que el capítulo bíblico usa con frecuencia el pasado pero la frase está en tiempo presente. ¡Cuidado!, no nos fiemos de lo que sucedió tiempo atrás y nos olvidemos del momento presente.

Si una persona es realmente ungida y atentamos de alguna forma contra ella, tengamos por cierto que el Señor recuerda perfectamente toda palabra que sale de nuestra boca. Si la persona no es realmente ungida, dejemos que sea el Altísimo quien le juzgue y no nosotros; de esa manera dejaremos que el Señor cumpla sus sentencias y nuestra paciencia crecerá.


La casa de los mil espejos

En un pueblo de un país lejano había una casa abandonada por muchísimo tiempo, tanto, que ninguno de sus habitantes afirmaría que al nacer, la casa no estaba. En cierta oportunidad, un perrito, al ver que podía entrar a su interior, decidió refugiarse del fuerte sol implacable que castigaba a la aldea. Se sorprendió mucho cuando se encontró con mil perritos que, como él, movían la cola. Ladró, y los mil perritos también ladraron, dio un salto y los otros también saltaron. Se acercó un poco levantando las orejas, y ellos hacían lo mismo. Todo le causaba mucha gracia, ladró alegremente y los mil perritos hicieron lo mismo, hasta que decidió regresar con su amo. 
Lo pasé súper bien con ellos, voy a volver otro día para jugar, dijo. A los pocos días, otro perrito se las arregló para entrar, y al verse rodeado de tantos perritos iguales a él, ladró frenéticamente mostrando sus dientes, y los demás hicieron lo mismo. Quiso abalanzarse sobre uno de ellos, gruñendo y mostrando en su cara lo malo que era, y no le quedó más remedio que salir huyendo porque todos juntos hicieron lo mismo, provocándole terror. Al salir, dijo: -Nunca más volveré a entrar ahí, con esos perros es mejor no tratar. En el frontis de la casa había un letrero que decía, “La casa de los mil espejos”.

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Salmos 10:4. El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13.

Le agrada a Dios

¿Qué espera Dios que hagamos con los adultos mayores? A Dios le agrada que seamos responsables, que correspondamos a nuestros padres y abuelos cuidándolos y ayudándolos a vivir decentemente.

La señora López, de setenta años, vivía entre la basura, en un terreno que no le pertenecía, con sus treinta perros y veinte gatos. Había vivido así durante años y así quería seguir. Únicamente se mudaría si la aceptaban con todas sus mascotas.

Esa señora enfermó de soledad, según el médico. En su tristeza, sacó de la calle uno por uno, a aquellos perros y gatos, animales que vivían en un ambiente sucio, desordenado, lleno de pulgas y malos olores.

Algunas personas mayores, cuando sienten soledad, guardan cosas inservibles o animales como sus únicas posesiones. El esposo de aquella señora había fallecido y sus hijos la habían abandonado. Uno de ellos le quitó la casa y la vendió; a los otros, hacía tiempo que no los veía. El señor Martínez, un vecino, ante esta situación, le había dado permiso de vivir en su terreno. Ahora, ya hacía tres meses que el buen señor Martínez había fallecido y su familia quería el terreno. ¿Adónde iría a vivir la señora López?

Eso es precisamente lo que nunca debería suceder con los ancianos de tu familia, ¿no te parece? Con las viudas, tampoco. Seguramente ahora no podrías mantener a tus padres, abuelos o algún ancianito que conoces, pero sí puedes aprender la lección para ayudarlos en algo que necesiten. Sostén su brazo al bajar las escaleras, acércales un vaso de agua, regálales un chocolate o algo que ellos disfruten, escríbeles una nota y ora por su salud al lado de su cama...

Tú conoces a Dios y sabes lo que le agrada. Ayuda a algún anciano o viuda que conozcas. No tienen por qué estar tristes si tú estás cerca de ellos.
Si una viuda tiene hijos o nietos, ellos son quienes primero deben aprender a cumplir sus obligaciones con los de su propia familia y a corresponder al amor de sus padres, porque esto agrada a Dios (1 Timoteo 5:4)


miércoles, 28 de octubre de 2015

Adversidad u Oportunidad.

¿Hay algo imposible para los que creen?
Se casó en México a los 16 años de edad, pero antes de terminar la adolescencia se encontró divorciada y con dos hijos.
Estaba decidida a proveerles una vida digna y satisfactoria a sus hijos, así que embaló todas sus posesiones terrenales en una pequeña maleta y cruzó la escabrosa frontera con Texas.
El primer puesto de Romana fue en una lavandería, trabajando a razón de un dólar por día. Con 7 dólares en el bolsillo se fue a los Ángeles y aceptó todos los trabajos que podía hacer, y poco a poco, mes a mes, ahorró hasta juntar 400 dólares, dinero que usó para comprar una pequeña tienda para hacer tortillas con sus hijas.
Esa tienda se convirtió posteriormente, en 2, 5, 10 sucursales y luego en "Productos Alimenticios Mexicanos La Romana". La empresa de ventas de comida mexicana más grande al por mayor que tiene Norteamérica. Creció de una empresa de dos personas a una de cientos de empleados.
Tras haber logrado la seguridad económica de sus hijos, Romana volvió su atención hacia sus compatriotas mexicanos americanos.
Decidió, entonces, establecer un banco para servir a esa comunidad: El Banco Nacional Panamericano de los Ángeles comenzó con una pequeña oficina, y a pesar de muchos desafíos, creció al extremo de que sus recursos están estimados en más de 200.000.000 de dólares. El poder de un sueño.
Había todavía más para esta soñadora valiente. Romana pasó de banquera a convertirse en la trigésimo cuarta ministra del tesoro de su nación. Su firma aparece en miles de millones de dólares de la moneda estadounidense. Pasó de ser una madre soltera que ganaba un dólar por día, a ser una de las figuras más poderosas de su nación. Ese es el poder de un sueño.

Mirándote Como Dios Te Mira

“NOSOTROS ÉRAMOS, A NUESTRO PARECER, COMO LANGOSTAS…” (Números 13:33b)
Cuando Moisés mandó doce espías a la Tierra Prometida, diez volvieron diciendo “…vimos… gigantes… Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas…” (Números 13:33). Repetidamente, Israel había presenciado el poder de Dios, así que, ¿por qué ahora estaban intimidados? 
Generalmente, se trata de un problema de percepción interior llamado "baja autoestima", y con ella, es como el enemigo te impide vencer. Los israelitas se olvidaron de su liberación y paso por el Mar Rojo rápidamente y en su lugar, se acordaban de Egipto, país donde vivían como esclavos…
¡Ten cuidado! Los malos tiempos pueden hacerte pensar que no mereces ser bendecido. Siempre que tengas algo muy preciado, el enemigo te atacará. En el Antiguo Testamento leemos: “Cuando los filisteos oyeron que David había sido ungido como rey de Israel, subieron todos para buscar a David” (2 Samuel 5:17). Hasta que no reclames el lugar que te corresponde en Cristo, Satanás te dirá que lo que mereces es ser maltratado. Así que, empápate de la Palabra de Dios hasta que se convierta en una parte de ti, al extremo que dejes de dudar de ti mismo. Él te hizo a su imagen, te redimió y vive en ti, y esto te hace ser muy valioso.

Un hombre encontró en el campo, un águila fatalmente herida por un disparo. Luego escribió: “Con los ojos brillantes… giró lentamente la cabeza, echando una última mirada nostálgica hacia el cielo. A menudo había surcado esos cielos estrellados con sus portentosas alas, porque el cielo era el hogar de su vida. Allí había desplegado su poderío miles de veces, jugando con los relámpagos y competiendo con el viento. Ahora, lejos de casa, el águila yacía moribunda, porque solo una vez se olvidó de no volar muy bajo… Mi alma es como este águila; parece que la Tierra no debe ser mi hogar, pero nunca debo olvidar mirar hacia el Cielo”.

Toma y Descubre

Toma una sonrisa, y regálala a quien nunca la ha tenido. Toma un rayo de sol, y hazlo volar allá en donde reina la noche. Descubre una fuente, y haz bañar a quien vive en el barro. Toma una lágrima, y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado. Toma la valentía, y ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre la vida, y nárrala a quien no sabe entenderla. Toma la esperanza, y vive en su luz. Toma la bondad, y dónala a quien no sabe donar. Descubre el amor, y hazlo conocer al mundo.
Son pequeñas las cosas que podemos hacer y grandes las podemos descubrir cuando las hacemos. Muchos están esperando hacer grandes cosas y se les olvida que una cosa pequeña pero hecha con el corazón, es capaz de cambiar el rostro de alguien o las cosas y circunstancias a su alrededor. Vamos, camina y atrévete a hacer algo pequeño pero significativo, pero hazlo con AMOR.
Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones. Éxodo 20:6
David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa. II Samuel 9:7

Tributo a Jesús

En este mes de octubre se celebra la muy desacertada fiesta denominada “Halloween”. Muchas personas dirán “es muy colorida, es muy bonita, llama mucho la atención”. Otros preguntarán, ¡caramba!, ¿qué tiene de malo? Bueno, vamos al trasfondo de la misma. 
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva del irlandés antiguo y significa fin del verano. Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. El Samhain celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta, y era considerada como el "Año nuevo celta" que comenzaba con la estación fría. Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) evidenciarse. Los ancestros familiares eran llamados, invitados y homenajeados, mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas, e incluso en Asturias se celebraban banquetes en las tumbas de antepasados.

martes, 27 de octubre de 2015

El hombre que tenía mucho

Había una familia que no era ni rica ni pobre. Vivían en una pequeña casa de campo de Ohio. Una noche se sentaron juntos para cenar y alguien tocó la puerta. El padre se acercó a abrir.
Ahí estaba un hombre viejo con la ropa desgarrada, los pantalones rotos y sin botones. Cargaba con una cesta llena de verduras, y le preguntó a la familia si querían comprarle algunas. Ellos aceptaron porque querían que se fuera rápido.
Con el paso del tiempo, la familia y el hombre viejo se hicieron amigos. El hombre traía verduras cada semana a la familia. Pronto se percataron de que él era ciego y que tenía cataratas en los ojos. Pero era tan amistoso que esperaban ansiosamente sus visitas y hasta gustaban de disfrutar de su compañía.
Un día, mientras les entregaba las verduras, dijo:
– ¡Ayer tuve la bendición más grande! Encontré una cesta de ropa afuera de mi casa que alguien me dejó.
La familia, sabiendo que él necesitaba ropa, dijo:
-¡Qué maravilloso!
El hombre viejo y ciego, dijo:
– Lo más maravilloso es que encontré una familia que verdaderamente necesitaba esa ropa.
Recuerda, la felicidad no depende de lo que tienes.
Juan 10:10
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Toda recompensa requiere esfuerzo

Puede que pienses que nadie sabe por lo que has estado pasando últimamente, o que tendrían que ver realmente lo que has vivido para comprender lo que hoy sientes. Pedirte que luches es como pedirte que sigas manteniendo el sentimiento de dolor que quizá estás experimentando, y a veces parece mejor rendirse que seguir luchando por algo que no sabes cuando llegará.
A veces solo nos dedicamos a pensar que Dios hará todo lo que le pedimos, pero nos olvidamos de que también debemos poner de nuestra parte, es decir, sí, Dios nos dará la victoria final, pero toda recompensa requiere un esfuerzo.
Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas. Josué 1:9 (Traducción en Lenguaje Actual)
Si leíste con atención este verso de La Biblia, Dios le estaba diciendo a Josué que estaba con él y le ayudaría, pero le pedía que fuera fuerte y valiente, le estaba diciendo que estaría con él, pero al mismo tiempo le pedía esfuerzo y valentía. Para Dios no es difícil ayudarnos, pero si de algo se agrada es de aquellos que luchan por merecer lo que tiene para entregarles.
Aunque es cierto que Dios tiene el control y la respuesta para todas las cosas, también hay que esforzarnos y luchar para obtener su ayuda. ¿Como lo haremos?, esforzándonos por merecer lo que le estamos pidiendo, no solamente cruzándonos de brazos esperando a que nos responda; en ocasiones la lucha es con nosotros mismos, con nuestros temores y todo eso en lo que pensamos, lo cual nos hace creer que Dios no nos responde.

Tal vez tu respuesta está ahí, esperando que te esfuerces por alcanzarla. Quizás está más cerca de lo que has creído, pero tus inseguridades y temores te han alejado de ella; no dejes que se lleve más tiempo, esfuérzate por alcanzar tu bendición, anímate y prepárate para ser merecedor de todo lo que Dios tiene para entregarte y recuerda: toda recompensa requiere esfuerzo.


Vive el Presente y deja de Preocuparte por el Pasado

                     "Y El Señor dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado
                       mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios". (Lucas 9:62)



Tal como nos enseña la escritura "el día de mañana tendrá sus propias preocupaciones". Muy posiblemente, los seres humanos nos preocupamos más por el día de ayer que por el de mañana. Muy a menudo, nos encontramos charlando con otros sobre este tipo de cosas: "Cuánto me gustaría que mi vida fuera como antes", "qué buenos tiempos fueron aquellos", "... si pudiera volver a ser joven", "lo que daría por regresar al pasado y no cometer ese error".

A Dios no le agrada, en absoluto, que estemos todo el tiempo mirando a nuestro pasado, y sobre todo cuando lo hacemos para recordar cosas que nos hacen daño y que no nos permiten disfrutar del presente. "La vida es para tirar para ade
lante, para  atrás.. ni para tomar impulso". Tenemos que estar atentos, pues el Diablo buscará desanimarnos a cada momento, y si le abrimos las puertas con este tipo de reflexiones negativas, él, con mucho gusto, nos recordará aquellas cosas que perdimos que ya no podremos recuperar. Nuestro enemigo es un especialista en hacernos añorar lo que ya no volveremos a tener, y en que pensemos una y otra vez, en todo lo que no podremos cambiar, pero claro, como vimos antes, él actúa solo si le abrimos las puertas. 

¿Es Dios real? ¿Cómo puedo saber con seguridad que Dios es real?

Sabemos que Dios es real porque se nos ha revelado de tres maneras: en la creación, en Su Palabra y en Su Hijo, Jesucristo.
La prueba más fundamental de la existencia de Dios está simplemente en lo que Él hizo. “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que (los no creyentes) no tienen excusa” (Romanos 1:20). “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de Sus manos” (Salmos 19:1).

Si encontrara un reloj de pulsera en medio de un campo, no asumiría que simplemente “apareció” de la nada o que siempre existió. Basado en el diseño del reloj, asumiría que tenía un diseñador. De la  misma forma, yo veo un diseño y una gran precisión alrededor de nosotros en el mundo. Pero nuestra medida del tiempo no está basada en los relojes de pulsera sino en la obra de las manos de Dios, como la rotación regular de la tierra y las propiedades radiactivas del átomo 133 de cesio. El universo despliega un grandioso diseño, y esto alega un Grandioso Diseñador.


Si encontrara un mensaje codificado, buscaría un criptógrafo que me ayudara a descifrar el código. En principio, supondría que hay un transmisor inteligente del mensaje, alguien que creó el código. ¿Cuán complejo es el “código” del ADN que llevamos en cada célula de nuestros cuerpos? ¿La complejidad y propósito del ADN no alegan un Escritor Inteligente del código?

Dios no solamente ha hecho un mundo físico complejo y finamente armonizado. Él también ha inculcado un sentido de eternidad en el corazón de cada persona (Eclesiastés 3:11). La humanidad tiene una percepción innata de que en la vida hay más de lo que el ojo capta, una existencia superior a esta rutina terrenal. Nuestro sentido de la eternidad se manifiesta de al menos dos formas: legislación moral de la ley y adoración.

lunes, 26 de octubre de 2015

El Perdón En La Biblia ¿Cómo Perdonar?

“PERDONAD…, PARA QUE TAMBIÉN VUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS OS PERDONE A VOSOTROS VUESTRAS OFENSAS…” (Marcos 11:25b)
¿Cuánto pesa un vaso de agua?... Depende de cuánto tiempo se sujete. Un minuto, no supone ningún problema, después de una hora, te dolerá el brazo. Pero después de veinticuatro horas, vas a estar bastante harto. En cada momento el vaso pesa exactamente lo mismo, pero cuanto más tiempo lo sujetes, más pesado parece. Y lo mismo sucede con el rencor: puede llegar a ser tan pesado que te impida vivir normalmente. La gente te va a herir porque esa es la consecuencia de compartir el planeta con otras personas. Algunas veces, es intencional, otras, ni se dan cuenta de que te han herido, y mucho menos de haberte roto el corazón. ¿Significa esto que debes seguir adelante pretendiendo que no ha pasado nada? No, el primer paso es encarar tus sentimientos. Y si la herida es muy profunda, aún es más difícil perdonar. Entonces es cuando necesitas orar: “Señor, cambia mi corazón y sáname”. 
Jesús dijo: “…orad por los que os calumnian” (Lucas 6:28b). Cuando haces esto, ocurre algo imprevisto. Tu corazón se ablanda y empiezas a ver a aquellas personas a través de los ojos de Dios, en vez de con tus emociones más bruscas. Jesús afirmó: “…perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los Cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas…” (Marcos 11:25b). Si no perdonas, tampoco serás perdonado, ni siquiera por el Señor…
Isaac es un estupendo ejemplo sobre el perdonar. Durante una sequía, cavó pozos que sus enemigos le arrebataron, y en vez de tomar represalias, siguió adelante y cavó otros nuevos. Como resultado, Dios llenó sus pozos vacíos y prometió bendecirle, y a sus hijos también (Génesis 26:22-23). Él llenará el vacío de tu vida cuando perdones a aquéllos que te han herido.

CUANDO LO MALDECÍAN… ENCOMENDABA LA CAUSA AL QUE JUZGA JUSTAMENTE (1 Pedro 2:23)
Un niño que se había portado mal con su madre, se escabullía escaleras arriba cuando la madre le preguntó: ¿Dónde vas jovencito? A hablar con Dios en mi habitación, respondió. ¿No hay algo que me quieras decir antes?, dijo ella. “No”, respondió él, “Tú te enfadas pero Dios me perdonará y lo olvidará”. 
Mucho después de que pienses haber perdonado a alguien, todavía puedes estar albergando malos pensamientos hacia él. Veamos algunas pistas para saber si queda trabajo por hacer: 
-Te enfadas cuando piensas en lo que pasó; -le das la espalda a tu agresor; -revives el incidente mentalmente y en ciertas conversaciones; -aprovechas cualquier oportunidad para recordarle al agresor lo que hizo. 
Negarte a olvidar lo pasado es solo otro modo de justificar una actitud de falta de perdón. 
La Biblia dice que hay dos cosas que Dios no va a compartir: (1) su gloria (Isaías 42:8) y (2) su derecho a dirimir viejas cuentas. Él dijo: “Mía es la venganza, Yo pagaré” (Romanos 12:19b). No usurpes su autoridad intentando vengarte; deja que Él lo resuelva. “Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; …encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:23). El rencor te encadena al agresor y te conviertes en su rehén. Pensar en demasía sobre lo que tus padres te hicieron, o en cómo tu socio se apropió el mérito de tu trabajo, o en lo que alguien dijo acerca de ti, causa que tú, no ellos, te amargues. Muy agitado, das vueltas y vueltas, y ellos ni siquiera saben que estás ofendido. ¿Por qué vas a darle a alguien ese control sobre tu vida? Lo que es importante es lo que te pasa a ti, no a ellos. Así que, perdona, olvida, y ¡sigue adelante!

Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo

Filipenses 1: 27, 28. Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que, sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.
Pablo está preocupado por los filipenses porque sabe que hay una batalla constante en la vida cristiana, y para salir victoriosos, los cristianos deben estar unidos y permanecer firmes, por eso les pide que se comporten como lo que son: la Iglesia de Dios.
La petición de Pablo es oportuna: solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo. Les pide a los filipenses que su comportamiento sea digno, conforme al evangelio de Cristo, para que la gente se dé cuenta que ellos son verdaderos seguidores de Cristo y obedientes al evangelio.

Gracias, ¿pero,... no?

Seguramente tienes una personalidad normal, no eres una persona mala, no le haces daño a nadie, eres feliz y disfrutas con tus amistades momentos felices, momentos de triunfo y victorias. Sin embargo, crees que esas cosas buenas o muy buenas que pasan a tu alrededor, no te van pasar a ti, no porque no seas buena persona ni porque no hagas tus deberes en el hogar, en la escuela o en el trabajo. Es porque simplemente, piensas que no te mereces las cosas buenas, no mereces que Dios te complazca y te consienta, porque te ves como un simple ser humano que no hace nada espectacular ni por Él, ni por los demás.

Pero una vez que Dios decide actuar rotundamente en tu vida, inesperadamente, te agarra por sorpresa y te pone de cabeza a las bendiciones y a la alegría, características que te invaden, cuando Él te apoya y te acompaña en un momento especial. ¡Ojo!, no es que los demás días no estuviera contigo, es que finalmente, un día en particular, por... no se sabe por qué, le prestaste atención. Entonces lo sentiste y te diste cuesta que estaba ahí contigo celebrando tu felicidad.
Y te preguntas, y te dices a ti mismo y a tus confidentes, ¿por qué? ¿Por qué me pasó esto así? No puedo creer que fuera mejor de lo que soñé, pensé o imaginé. Pasan las horas y los días, y sigues dudando, y por dentro estás esperando que llegue el golpe, ese ¡PUM! que hace volver todo a la realidad o a tu normalidad pesimista y poco creyente, pero no llega, ni llegará…

El Principio de Algo Mejor

“Por más que duela, hay que aprender a ver el final de cada momento como el principio de algo mejor”.
Hay finales que son tristes, tal vez porque no son lo que esperábamos. Dar vuelta a la hoja o cerrar un capítulo del libro no siempre es fácil. Pero la actitud y la forma en que veamos y manejemos las experiencias que nos pasan, son importantes al tratar de volver a comenzar.
Para volver a comenzar, para tener un nuevo principio, hay que hacerlo con entusiasmo, optimismo y positivismo. Hay que lograr entender, desde el fondo del corazón, que algo mejor puede venir a tu vida. Porque si empiezas un nuevo ciclo pensando que todo te va a salir mal, o con odios, resentimientos y amargura, las cosas no te van a resultar bien.
Si una relación no resulta bien, si alguien te rompió el corazón, si no te supieron valorar ni respetar como merecías… recuerda un refrán que dice: “más adelante vive gente con vistas al mar”. Y no solo se trata de relaciones amorosas, también de amistades, relaciones laborales, etc.
Hoy comienzo de nuevo, yo me voy a levantar. Dejaré atrás el pasado, renunciaré a lo que no me hace bien.
Mi actitud será diferente, con confianza y optimismo lograré forjar un objetivo distinto y mejor, con resultados que me enorgullezcan.
Sé que solo no puedo pero Dios me ayudará. Porque las cosas que Él planea para mí son mucho mejores de lo que yo pienso y espero. Sonreiré, cantaré, soñaré y trabajaré.

Me preparo para recibir lo mejor, todo saldrá bien.

domingo, 25 de octubre de 2015

Paciencia, amor, unidad y paz

Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Efesios 4:2, 3.
Debes tener en cuenta que a la hora de elegir pareja y comprometerte con ella, no estarás uniendo tu vida con un ángel inmaculado, sin defecto, sino con un ser humano pecador, un ser que necesita permanentemente la gracia de Dios a causa de sus errores y pecados, y que está en un proceso de crecimiento y desarrollo espiritual y moral que durará hasta que Cristo regrese. Entonces, será necesario que sigas el consejo que viene a continuación. 

Te será muy necesaria la paciencia con tu pareja, porque sois personas diferentes, de una carga genética diferente, educados en familias diferentes, y que tienen una historia y una individualidad diferentes; y, por si esto fuera poco, ambos tienen una naturaleza pecaminosa que todos los días “hace de las suyas” en el comportamiento. Pero no es una paciencia frustrante, de “aguantar” a tu ser querido, sino que, como dice Pablo, es “paciencia en amor”. Es el amor por tu pareja, el que te lleva a penetrar en profundidad en la hermosura de su ser interior y, a su vez, en el drama que representa, también para ella, vivir en este planeta de pecado y sufrimiento, lo que te puede dar una visión cálida, tierna y comprensiva de tu ser amado, y de cuánto necesita tu trato amoroso y paciente.

Mantente centrado en los planes de Dios

“…EXTENDIÉNDOME A LO QUE ESTÁ DELANTE, PROSIGO A LA META…” (Filipenses 3:13B)
El hombre más pobre del mundo no es el que no tiene dinero sino el que no tiene una visión para su vida. Pero una visión precisa, enfocada, porque cuando pretendes hacer muchas cosas a la vez, te vuelves mediocre en todo y no destacas en nada. 

El fracaso siempre resulta por decir “sí” a demasiadas cosas. Que algo sea bueno, no significa que sea lo correcto para ti. Cuando tu “plato” está lleno de las cosas que Dios te ha dado para hacer, aprende a decir “no” al resto. “No” te libera de las expectativas de otras personas y la necesidad de su aprobación. “No” no significa nunca, solo “ahora no”. Si tratas de luchar en todos los frentes, te desgastarás y no vencerás en las “batallas” importantes. Y pelear una batalla por nada es como apagar el fuego en una choza; a no ser que alguien esté en peligro, probablemente la lucha no merezca la pena. 

Conserva, pues, tus fuerzas para cuando se trate de tu casa o de algo realmente importante.

Siempre pierdes cuando luchas:
(a) la batalla equivocada.
(b) en el momento inapropiado.
(c) cuando no deberías estar involucrado.
(d) porque necesitas ganar para sentirte bien contigo mismo.
(e) aunque ya hayas perdido y tu orgullo no te permita reconocerlo.

Mantente concentrado en tus objetivos y mantén tus ojos fijados en el premio que Dios tiene para ti. Si el enemigo no te puede vencer, te distraerá con asuntos secundarios o te inhabilitará haciendo que tomes malas decisiones. De cualquier modo, él gana y tú pierdes.


El quebrantamiento

Cuando pensamos en quebrantamiento, de inmediato llegan a nuestra mente imágenes negativas de pruebas y dificultades. Quiero transmitirle un conocimiento maravilloso que he aprendido de parte de Dios, y que también he podido comprender gracias a algunos hombres y mujeres de Dios.
El quebrantamiento es un proceso necesario que debe acontecer en la vida de todo cristiano para que pueda dar fruto. Para entenderlo bien, Jesús lo relacionó con lo que pasa con la semilla:
quebrantamientoSi una semilla cae en tierra y no se rompe el cascarón queda sola, pero si se rompe, se convierte en un árbol grande lleno de fruto.
Lo mismo sucede con nosotros: podemos llevar mucho tiempo siendo cristianos, pero si no nos negamos a nosotros mismos, no vamos a poder dar fruto y vamos a vivir en una vida de idas y vueltas como las olas del mar.
En el versículo 25 de Juan 12 el mismo Jesús nos explica esta pequeña ilustración:
Él dice que todo aquél que ame su vida la perderá, pero que el que aborrezca su vida en este mundo la guardará para vida eterna. Jesús no quiere decir que vivamos una vida miserable, que tengamos una baja autoestima o que odiemos nuestra existencia. Lo que Jesús quiere decir es que si alguno quiere seguirlo debe morir a sí mismo, es decir, debe dejar de lado todas las actitudes y cosas que lo separan de Dios.
Es probable que estas cosas que nos separan de Dios estén tan profundamente arraigadas en nuestro ser, que es imposible para nosotros mismos quitarlas. Es allí donde el Espíritu Santo nos debe quebrantar para quitar de nosotros todo aquello que no le agrada y que no le permite fluir.