lunes, 31 de agosto de 2015

La Pequeña Pantalla

No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18.
Pantallas-041111El término "pequeño" califica el tamaño de un objeto, pero también puede designar algo de poca importancia. Aunque es un objeto pequeño, ¿ocupa un lugar especial la pequeña pantalla en nuestra sociedad? Pequeño espacio, según usted, pero gigantesco en el impacto que ejerce. Desde la infancia no se concibe vivir sin televisión. Incluso los hogares más modestos no se imaginan arreglárselas sin ella. La pequeña pantalla capta la información de todo el mundo para cautivar al mundo entero. Diariamente y durante horas, la pequeña pantalla acapara los ojos, los oídos y los pensamientos de millones de nuestros contemporáneos en el planeta.
Creyente o no, cada uno dará cuenta a Dios del empleo del tiempo que Él le otorgó. Sin duda queremos mirar solo buenas emisiones, buenos programas, no obstante, seamos conscientes de que además del tiempo que pasamos en mirarlos, también influyen en nuestros pensamientos.
Apaguemos nuestra TV y coloquémonos delante de Dios. Abramos su Palabra e implementemos sus pensamientos. Cristianos, vayamos a lo esencial. Tomémonos el tiempo para orar; no solo unos minutos a la carrera, sino seriamente y con perseverancia, porque Dios escucha. Esta actitud tendrá consecuencias felices y eternas para nosotros.
¡Cuántas personas, absorbidas por la televisión, han entrado en la eternidad sin que la pequeña pantalla les haya dejado el tiempo de pensar en su porvenir eterno!

No lo permitas…

Hace unos días tuve una experiencia no muy agradable que no quiero recordar especialmente; sin embargo, tuvo el poder de removerme internamente.
Siempre he pensado que no debemos hacer “leña del árbol caído”, y que cuando nos enfrentemos a ciertas situaciones, debemos hacer el mayor esfuerzo de no olvidar que desde afuera la situación se ve muy distinta a lo que realmente es. Por lo tanto, es necesario desarrollar una mejor empatía y dejar atrás los juicios y prejuicios. Parece sonar más fácil de lo que realmente es.
No me cabe la menor duda que, como yo, tú también debes haber cometido muchos errores, y puede que te relacionaras con la gente equivocada; eso trajo para ti una mala reputación, o bien, tuviste una serie de rupturas amorosas que te hacen ver como alguien inestable y poco serio, no lo sé. Pueden ser muchas las cosas en que pudimos habernos equivocado y que, a la vista de quienes nos observan, pueden parecer lo más terrible del mundo. Y claro, cuando nos equivocamos, cuando sentimos que nos fallamos a nosotros mismos, es muy probable que también tengamos una visión poco benigna de nosotros, y nos juzguemos con gran severidad. Pero otra cosa es que alguien que no está en tu piel te señale con el dedo acusador y llegue incluso, a hacer comentarios alusivos a tu “moral”.
No podemos permitir que nadie nos haga sentir como Cristo jamás nos ha hecho sentir. El Señor, siendo quien es, tendría todo el derecho y poder para hacernos sentir avergonzados de nuestro pasado, de nuestra antigua vida, pero Él no lo hace, y no lo hace no porque no lo “merezcamos” sino porque Él es pura gracia. Él nunca te hará sentir lo que realmente eres porque te ama tanto, que decidió vivirlo por ti. Si Él no te pide que le rindas cuentas por tu pasado, con sus errores y sus aciertos, nadie puede pedirte entonces que lo hagas, ni mucho menos que tengas que pedir perdón por decisiones que ya tomaste y que ya dejaron su huella.

Cuando vuelvas a relacionarte con alguien, de la forma que sea, no olvides lo mencionado anteriormente: Nunca permitas que nadie te haga sentir como Cristo nunca lo ha hecho ni tampoco lo hará; tal vez tú no eres perfecto, o perfecta, pero si Dios no te juzga ¿por qué alguien más puede hacerlo?  Deja que el que empezó la buena obra en ti la termine, hasta el punto en que seas un reflejo de Cristo vivo.

Confianza en DIOS

“Entonces Israel ya no tendrá la tentación de confiar en la ayuda de Egipto.” Ezequiel 29:16 Nueva Traducción Viviente (NTV).
En este pasaje, el SEÑOR le revela a su pueblo que es tentador confiar en alguien más que no sea Él. Después de que fue solo el Todopoderoso quien sacó a Israel de su esclavitud en Egipto y les prosperó en la tierra prometida, su pueblo se olvidó de confiar en Él y, en repetidas ocasiones, buscó alianzas con pueblos extranjeros en lugar de volverse a su DIOS. Ello les ocasionó ser llevados a cautiverio. 
De igual manera, todo aquel que le ha entregado su vida a Jesucristo, debe confiar de todo corazón en Él y sus caminos. Fuera de Jesucristo los creyentes se extravían y pierden fruto. Para cada situación que venga a la vida del creyente DIOS tiene la mejor solución, no obstante, hay que creerlo. Cuando un creyente deposita su confianza en algo o alguien que no sea DIOS, cae en esa tentación. 

Las Escrituras declaran que Él tiene cuidado de los suyos: “Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” 1 Pedro 5:7 (Nueva Traducción Viviente). La fe supone confiar en DIOS, y por medio de ella el Todopoderoso actúa. Su voluntad es que los suyos se aproximen a Él con la certeza de que recibirán lo que le piden, pues se deleita en suplir las necesidades de los que confían en Él. Deposita toda tu confianza en DIOS, quien escucha todas tus oraciones y te cuida. No dependas de personas o circunstancias que son temporales, depende de Aquel que es Eterno. Aquellos que ponen su confianza en DIOS jamás serán decepcionados, sé parte de ellos.


¿Tu pasado?, ¡es pasado!

“…NUNCA MÁS ME ACORDARÉ DE SUS PECADOS…” (Hebreos 8:12b)
¿Vuelves al pasado sintiéndote culpable? Escucha: “…nunca más me acordaré de sus pecados…” “¿Es Dios un olvidadizo? No, ¡Él elige no acordarse de tus pecados!
Y cuando tú crees lo contrario, cuestionas su perdón, declaras que tus normas son más altas que las suyas, permites que el enemigo te lleve hacia la condenación, y pierdes el derecho de tener la confianza que necesitas para orar y pedir lo que el Señor tiene para ti.
Cuando repasas tus fracasos pasados, no solamente los mantienes vivos, también les das poder. Es muy probable que lo que mantienes “como fianza”, lo retires y actúes conforme a ese momento de debilidad… Igual que nadie sabe cuándo un volcán inactivo entrará en erupción, no puedes predecir cuándo una cosa sin resolver vuelve a flotar de nuevo, convirtiendo tus palabras en “carbón ardiente” y tu comportamiento en una “lumbre de destrucción”. Solo si te perdonas a ti mismo y a otros, puedes romper la fuerza que tira de ti, que el pasado ejerce sobre ti, y ser capaz de seguir con tu vida.
La vergüenza que sientes del pasado no es una bendición; es una carga que Jesús llevó por ti en la Cruz; déjala y aléjate de ella. Tienes derecho a hacerlo porque la promesa de Dios es:“Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmo 103.12).
Cuando el diablo reflota tu pasado a la superficie es porque cree que desconoces tu nueva realidad, porque teme por tu futuro, y porque quiere robarte lo mejor que el Señor tiene para ti. “¿Qué debería hacer?”, preguntas... Dirige tu pregunta hacia la Cruz, rehúsa pensar más acerca de ello, y ¡sigue hacia adelante!

domingo, 30 de agosto de 2015

El Chocolate Canta

Un día estaba citada para almorzar con unas amigas. May, una pequeña ancianita de cabello azulado como de 80 años, se nos unió; todos juntas formábamos un grupo agradable. Cuando nos trajeron los menús, todas pedimos ensaladas, sándwiches y sopas, excepto May quien dijo: “Helado, por favor. Dos bolas de chocolate”.
reflexiones chocolateNo estaba segura de haber oído bien, y las otras quedaron alucinadas. “Junto con un pastel de manzana caliente”, agregó May, completamente inmutable. Intentamos mostrarnos indiferentes, como si fuera algo totalmente normal, pero cuando nos trajeron los pedidos no pude disfrutar el mío. No podía quitar mis ojos de May mientras engullía su pastel. Las otras se mostraron avergonzadas. Comieron sus almuerzos en silencio y con el ceño fruncido.
La siguiente vez que salí a comer, llamé e invité a May. Almorcé carne blanca de atún, y ella ordenó una copa de helado. Sonreí, y ¡claro!, preguntó si ella me divertía.
Le contesté: “Sí, lo hace, pero también me confunde. ¿Cómo es que ordena esos postres tan ricos, mientras yo siento que debo ser ...normal?
Se rió y dijo con un júbilo... algo libertino: “Estoy probando todo lo que me es posible. Intento comer más de la comida que necesito y hacer todas las cosas posibles. La vida es tan corta, mi amiga, que odio perderme algo bueno. Este año me di cuenta de lo vieja que era (sonrió). Nunca me he sentido tan vieja antes. Así que, antes de morir, tengo que probar esas cosas que durante años pasé por alto. No he olido todas las flores todavía. Aún hay muchos libros que no he leído. Todavía hay mucho más helado acaramelado que devorar, y cometas que volar.
También hay muchos centros comerciales en donde no he comprado. No me reído de todos los chistes, me he perdido muchos éxitos de Broadway, patatas fritas y gaseosas.  Quiero navegar una vez más en el agua y sentir el rocío del océano en mi rostro. Quiero sentarme en una iglesia del campo, y una vez más, agradecerle a Dios por Su gracia.  Quiero untar mantequilla sobre mi tostada cada mañana. Quiero llamadas de larga distancia sin límite de tiempo para la gente que más amo.
Aún no he visto todas las películas ni llorado en ellas, y tampoco he caminado bajo la lluvia mañanera. Necesito sentir el viento en mi cabello. Y quiero enamorarme de nuevo. Así que si escojo postre en vez de cena, si muriese esta noche, diría que morí ganadora porque no me perdí de nada. Satisfice mi corazón. Tuve aquel último mousse de chocolate antes de expirar”.  
Con todo aquello, llamé a la camarera…“Cambié de parecer”, le dije. “Quiero lo que ella pidió; ¡solo que le agrega un poco más de crema batida!”

La historia completa

Felipe, abriendo su boca, le anunció el evangelio de Jesús. Hechos 8:35
Hace poco, mi nieto de cinco años, me preguntó: ¿Por qué murió Jesús en la cruz? Entonces, tuvimos una pequeña charla, y le expliqué sobre el pecado y la disposición de Jesús de morir por nosotros. Después se fue a jugar.

Inline image 1Al poco rato, oí que le explicaba a su prima, también de cinco años, por qué había muerto Jesús. Ella le dijo: "Pero Jesús no está muerto". Mi nieto respondió: "Sí, está muerto. Mi abuelo me dijo que murió en la cruz".

Me di cuenta de que yo no le había contado la historia completa, y tuvimos otra charla en la que le aclaré que Jesús había resucitado de entre los muertos. Volvimos a repasar la historia hasta que entendió que, aunque murió por nosotros, Jesús hoy está vivo.

¡Qué gran recordatorio es que la gente necesita oír todo el evangelio! Cuando un etíope le preguntó a Felipe sobre un pasaje de las Escrituras que no entendía, éste abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús (Hechos 8:35).

Cuéntales a otros la buena noticia completa de Jesucristo: que todos somos pecadores y necesitamos ser salvos; que el perfecto Hijo de Dios murió para salvarnos; y que resucitó de la tumba demostrando su poder sobre la muerte. Jesús, nuestro Salvador, está vivo y desea vivir ahora a través de nosotros.
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25


Me conquistó

Posiblemente tengas amigos o amigas que quieras casi como un hermano, con quienes compartes tu vida y ellos comparten sus vidas contigo. Es como tener una extensión de la familia con la ventaja que puedes escogerla; generalmente, te hacen reír, te alegran la vida. Amigos que están junto a ti en tus buenos, malos y muy malos momentos, dispuestos a hacer lo que sea por verte feliz. Yo tengo el regalo de tener algunos así y ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que me haya tocado vivir. Aprendo de ellos y he visto que ellos también lo hacen de lo poquito “imitable” de mí.
Durante años he tenido la bendición de contar con buenos amigos, y algunos se han mantenido en el tiempo resistiéndose a ser olvidados, mientras que otros han desaparecido de la escena pero nunca del corazón; los hay de todos los estilos, personalidades y gustos, pero el denominador común es que hemos compartido algo de nuestras vidas y eso nos ha unido para siempre, o al menos, por un periodo amplio de tiempo.
En este camino que hemos transitado juntos, yo he experimentado muchos cambios. Además de los lógicos cambios de apariencia, corte de pelo incluido, también ha cambiado mi forma de vivir, de pensar, de sentir, y sobre todo, la manera de relacionarme con Jesús.
Porque cuando conocí a Jesús no me pude resistir, era mejor que cualquier otra cosa que me habían ofrecido o regalado en el mundo. Su amor me cautivó y nunca más pude alejarme de Él. Este sentimiento y este estilo de vida, que han sido conocidos por todos mis amigos, algunos los comparten, otros los respetan y otros los critican, pero entienden que es parte de mi vida, y que el estar conmigo es, inevitablemente, estar con Jesús, porque instante de que dispongo lo aprovecho para hablar de lo que ha hecho en mi vida y de lo que significa para mí.

Amor de siempre

“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Isaías 43:4 RVR1960
Acuérdate de algo que quizá, con los afanes de la vida y con cosas vanas, has olvidado: ERES DE GRAN ESTIMA PARA DIOS. Él siempre ha estado dispuesto a entregarlo todo por ti, a no abandonarte nunca por más que, a veces, no merezcas que ÉL permanezca a tu lado. Por más que tú le falles, dice su palabra que sus misericordias son nuevas cada mañana. El Señor nos ama tanto que entregó su vida por nosotros, no escatimó nada porque nos ama con todo su ser, que es inmenso, su amor no tiene comparación.
amor de siempre“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”  1 Pedro 2:9 (Nueva Versión Internacional).
No eres uno más en este mundo, eres del linaje de DIOS, le perteneces a Él, pero no como una posesión más sino como su nación santa, como su especial tesoro, como su hijo. No te dejes amedrentar ni menospreciar por las personas que están a tu alrededor, ni por lo que el enemigo quiere hacerte creer. Es hora de que te convenzas de quién eres en Cristo Jesús y de para qué te escogió y te llamó. Ponte en marcha y coge lo que te pertenece, lo que DIOS ha dicho y te ha prometido.
“Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos Abba, Padre. Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios.” Romanos 8:15-16 (Nueva Traducción Viviente).

La Venganza

Una persona que quiere venganza tiene sus heridas abiertas y el rencor puede consumir su existencia. La vida es un constante empezar y terminar, se nos presentan diferentes etapas o situaciones, y es necesario saber y aceptar cuándo el final de un ciclo de vida ha llegado.
Muchas veces, en nuestro presente, añoramos el pasado, nos negamos a dejarlo ir, insistimos en buscar los por qué a todo. Aunque nadie nos prometió que seríamos niños para siempre, como tampoco nos podemos afanar por estar unidos a quien también ya cerró su ciclo con nosotros.
Nada en esta vida está garantizado, algunas veces ganamos y otras... perdemos.
Y porque nada hay garantizado en la vida, debemos pasar página y entender que lo único que nos pertenece es el presente, lo que vivimos hoy, y si ese hoy se va, dejémoslo ir, soltémoslo aunque no nos valoren ni nos reconozcan, aunque sintamos que el corazón se nos desgarra y no veamos más allá de tanto llorar. Solamente debemos asegurarnos de que dimos lo mejor de nosotros.

sábado, 29 de agosto de 2015

¿Qué significa creer?

Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo. Hechos 16:31
Abram creyó al Señor, y le fue contado por justicia. Génesis 15:6
En el lenguaje corriente, la palabra "creer" tiene varios sentidos. Puede significar "suponer", como cuando decimos: "Creo que va a llover". También puede significar "tener confianza", y mostrar que aceptamos lo que alguien nos dice. "Te creo", o sea, "creo lo que dices, lo considero verdadero y actúo en consecuencia". Mi reacción muestra la confianza que tengo en mi interlocutor.

Inline image 1Cuando oímos hablar de Dios, también encontramos esta diversidad de sentidos. Para unos, decir "creo en Dios" significa "creer que Dios existe", o "supongo que existe, pero no estoy seguro", o la reacción contraria"¿pero qué tiene que ver eso conmigo?" Pero para otras personas, decir "creo en Dios" tiene un sentido mucho más profundo, que realmente los compromete. Es como decir: "Confío en Él y creo en lo que dice". "Creo a Dios". ¡Eso es la fe!
En la Biblia, la expresión "tener fe" significa "expresar confianza", "apoyarse en", con la idea de solidez, de estabilidad. Esta solidez resulta del hecho de que la fe me liga a Dios, quien es verdadero, inmutable y poderoso. Forma con Él una relación viva, una fe establecida entre Dios y el hombre creyente.
La fe cristiana no es, pues, una simple creencia vaga y vacía, sino que está plena esta convicción en lo más profundo de nuestro ser: lo que la Biblia dice es la Palabra de Dios. Esta seguridad produce un cambio radical: el que cree se vuelve a Dios. Entonces descubre no a un juez, como algunos lo piensan, sino a Aquel que salva y hace de nosotros sus amados hijos.

Servidores del reino

Permanecer fiel en el servicio a Dios no siempre es fácil, y mantener un ministerio mucho menos. Son dignas de admiración aquellas personas que, aceptando el llamado de Dios, lo entregan todo por cumplir los propósitos del Señor, que a pesar de las dificultades se hicieron aceptables para Dios, contaron con el respaldo de Dios y han visto su gloria, pero también son admirables aquellas que aún están empezando el proceso y que están pasando dificultades sin ver los resultados.
servidores del reinoNo importa lo grande o pequeño que sea el ministerio o el proyecto que estés emprendiendo para el Reino de Dios, lo que importa es que permanezcas fiel creyéndole al Señor, pues Dios siempre nos pone a prueba para prepararnos, y además, el enemigo se levanta en contra de lo que Dios quiere hacer a través de nosotros.
Uno de los grandes ejemplos de fidelidad fue el Apóstol Pablo, quien sufrió mucho por establecer el Reino de Dios en la tierra, y aún así leemos expresiones suyas como esta: ¨Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios¨ Colosenses 1: 24-25 (RVR 1960).

El amor: la luz que brilla en el dolor

Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamelo; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. Lucas 10:33-35.
Si algo bueno se puede sacar del dolor, es cómo éste suscita, en muchas personas, la compasión, el amor, la solidaridad..., el espíritu de ayuda. Es cierto, no es lo que más abunda en la humanidad, pues gran parte de la gente vive encerrada en su egoísmo y comodidad. Pero, sabemos que la desgracia de alguno de los seres que amamos despierta lo mejor de nosotros, para brindarnos en amor sincero y ayuda desinteresada, para tratar de solucionar o paliar todo lo que podamos su infortunio.

Posiblemente una de las razones por las que Dios permite el sufrimiento sea ésta, para aprender a amar. Puede ser que a partir de la entrada del pecado en el mundo nos hayamos vuelto tan egoístas y cómodos, que a menos que veamos sufrir a nuestros seres queridos nos volvemos frívolos, superficiales, indiferentes, insensibles.

Sí, el sufrimiento es una desgracia. Pero en medio de ella, qué hermosos son el amor, el compañerismo, el espíritu de ayuda y de sacrificio en favor del prójimo necesitado. Cuánto bien nos hace preocuparnos por otros; cuánto nos refinan, ennoblecen y engrandecen la solidaridad, la misericordia y el trabajo por nuestro prójimo.

Nos horroriza y nos duele que haya habido gente que creó los campos de concentración para torturar y exterminar a su prójimo, por razones políticas, ideológicas, étnicas u otras. Pero también nos conmueve e inspira el relato acerca de aquellos héroes que arriesgaron su vida para refugiar, ayudar y salvar las vidas de sus prójimos perseguidos.
Nos indigna el empresario que explota a sus trabajadores y deja en la calle a muchas familias; pero nos conmueve la ayuda brindada a ellos, por familiares, amigos o gente solidaria. Sé tú uno de ellos.


Prisioneros de Jesucristo. No de las Circunstancias

"Por esta razón yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles".... Efesios 3:1
¿Era el Apóstol Pablo prisionero de los Romanos? Según Herodes "si", según él "no". 

Pablo pensaba que todo lo que le sucedía era necesario para el progreso del Evangelio (Filipenses 1:12). Estaba convencido de que nada le podía pasar sin la supervisión divina. Pablo sabía que Dios tenía un plan con su vida, y que no estaba en prisión por error. En varios pasajes lo podemos ver diciendo que no sabía lo que le deparaba su futuro, pero sí conocía al dueño del mismo. Tampoco se sentía prisionero de los gentiles, más bien prisionero de Jesucristo por el bien de ellos.
Una buena amiga cristiana vive una situación parecida. Trabaja en una ONG sin ánimo de lucro, especializada en el cuidado de niños que han perdido a sus padres. Su tarea en el establecimiento que sirve de hogar para esos niños, es la de mamá sustituta. Por la complejidad de su trabajo, éste requiere su presencia a tiempo completo. Y debido a sus deberes, de digamos un casi "confinamiento", comenzó a conocer profundamente a esos niños. Con el correr del tiempo aprendió a amarlos como si fueran sus propios hijos. Según me cuenta, se siente capaz de decir: "Yo no soy prisionera de mis obligaciones y responsabilidades, sino prisionera de Jesucristo al servicio de esos pequeños".
La atención de Pablo estaba fijada en la tarea que Dios había puesto en sus manos y no en la situación que lo rodeaba. Hablando claro, su preocupación se centraba en las personas a las que servía y no en las consecuencias personales de su servicio.
¿Sabes ya qué circunstancias son las que te encarcelan? ¿Eres un prisionero de Cristo por el bien de otras personas? Una vez que lo descubras, tu actitud va a cambiar, y también cambiarán tus acciones.



viernes, 28 de agosto de 2015

Amor claramente definido

El amor no conoce situaciones personales que lo libran a uno de la responsabilidad de expresarse en forma práctica.
Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.  Juan 13:1 
La agonía de la cruz no era desconocida para Cristo, aunque no había transitado aún por ese camino. Los Romanos habían introducido este cruel método de muerte, mucho años antes de que el Hijo de Dios caminara por esta tierra. Hemos de suponer, entonces, que Jesús había visto, en más de una ocasión, a los reos colgados de maderos en las inmediaciones de las ciudades de Israel.

La verdadera magnitud de la prueba que lo esperaba, se ve revelada en toda su intensidad en el agónico sufrimiento que sufrió en Getsemaní. Allí, el Mesías confesó a sus más íntimos que se sentía angustiado hasta el punto de la muerte. El amor no conoce situaciones personales que lo libraran de la responsabilidad de expresarse en la vida de los que estaban a su alrededor.
¡Cómo no dedicar, entonces, las horas y los días previos a esa titánica prueba, a fortalecer el espíritu y concentrar los recursos espirituales! 
Si en algún momento alguna persona tuvo derecho a centrarse en sí mismo frente a una inminente crisis, esa persona fue Jesús. Sería fácil de entender y totalmente comprensible que, frente a semejante prueba, se hubiera mostrado distraído o melancólico.

Por muy extraño que parezca

Por muy extraño que parezca, por mucho que cueste creerlo, un día aparece esa persona. Esa persona que te susurra que te quiere, que sonríe cuando tú sonríes, que solo con rozarte la mano te pone los pelos de punta, que se ríe con tu risa. Que te mire de esa manera profunda… asusta. Que produce ese nudo en la garganta. No, no se trata de una persona perfecta, eso es para las películas. Es como cuando encuentras a alguien,... que lo sientes, y al revés, que verdaderamente le importas. Que te agarra fuerte de la mano o que te abraza durante un instante, y que lo único que piensas es que “ojalá no me soltaras nunca”.
A lo largo de nuestra vida, conocemos a alguien que, sin saberlo, logra hacer un hueco en nuestro corazón, hasta el punto de ocuparlo completamente. Esa persona, se convertirá en la razón de cada sonrisa, de cada latido, de esa felicidad que te inunda. Esa persona lo es todo, pero no nos damos cuenta de lo mucho que nos importa hasta que nos imaginamos miles de momentos sin ella, hasta que la distancia no se intercala en medio. Hasta entonces no sabemos apreciar cada palabra que se dijo, cada mirada en silencio; y a veces, es demasiado tarde para dar marcha atrás, para decir aquel te quiero que tanto querías decir y no dijiste.
¿Y si me animo a decirle lo que siento y me rechaza? Bueno, tú eliges arriesgarte o guardarlo en la lista del olvido. Si te dice que no, por lo menos te la sacas de la cabeza de una vez, aunque luego lleve más tiempo quitártela del corazón… pero algo es algo, por lo menos sabrás donde estás.
Yo, desde el principio, elijo hablar y no esquivar las miradas. Elijo querer y todas las consecuencias que eso conlleva. Elijo que esa sea la persona que llene mis días de sonrisas y mi almohada de recuerdos (porque siempre la soñé así). Vamos, toma valor y dile: “Elegí hacerme adicto a tus miradas, a tus pequeñas y adorables manías, a tu risa, a tu forma de hacer las cosas. Adicto a ti. Yo elegí arriesgar y jugarme todo por ti, aun sabiendo que podía perderte de un día para otro. Siempre dije que si tú eras un error, yo prefería equivocarme. Prefiero que seas la mejor equivocación de toda mi vida y no el peor “quizá pudo haber sido…”

Llene su boca de risa

El Salmo 126:2,3 habla de risa y alegría. Una vez vi, en un canal de televisión cristiano, un programa de entrevistas en el cual los participantes conversaban sobre el avivamiento de la risa, hecho que ocurrió hace algunos años en varias partes del mundo al mismo tiempo. Alguien le preguntó al anfitrión del show si la risa era de Dios.
“¿Ofendió su mentalidad?”, le preguntó el anfitrión. “Sí, lo hizo”, respondió la persona que había hecho la pregunta. “Bien, entonces”, respondió el anfitrión, “probablemente sea de Dios”.
¿Observó usted que Jesús ofendía a la gente falsamente religiosa? Algunas veces, parecía hacerlo a propósito. En Mateo 15:12, los discípulos de Jesús le dicen: “¿Sabes que los fariseos se escandalizaron al oír eso?” La respuesta que les dio Jesús fue: “Déjenlos; son guías ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo” (Mateo 15:14). Si vamos a seguir a Jesús, debemos comprender que nuestras mentes no siempre estarán de acuerdo con todo lo que Él dice y hace. Deje de estar controlando todo con su mente y comience a preguntarse si resiste espiritualmente lo que está sucediendo. Frecuentemente rechazamos cosas y acciones que son genuinamente de Dios, simplemente porque nunca las hemos visto y no las comprendemos con nuestra mente.

¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?

Hay dos claves para conocer la voluntad de Dios en una situación dada: 
(1) Asegurarse de que lo que está pidiendo o considerando hacer, no sea algo que la Biblia lo prohíbe. 
(2) Asegurarse de que lo que está pidiendo o considerando hacer, va a glorificar a Dios y va a ayudarlo a usted a crecer espiritualmente. 

Si estas dos condiciones son ciertas y Dios aún no le ha dado lo que le está pidiendo, es probable que no sea la voluntad de Dios que usted lo obtenga. O tal vez, solo necesita esperar un poco más de tiempo para recibirlo. 
A veces conocer la voluntad de Dios es difícil. La gente quiere que Dios fundamentalmente les diga qué hacer, dónde trabajar, dónde vivir, con quién casarse, etc. Romanos 12:2 nos dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Es muy raro que Dios dé a la gente la información directa y específica. Eso sí, Dios nos permite tomar decisiones referentes a aquellas cosas. La única decisión que Dios no quiere que hagamos es pecar o resistirse a Su voluntad. Dios quiere que tomemos decisiones que estén de acuerdo con Su voluntad. 

De manera que, ¿cómo saber cuál es la voluntad de Dios para usted? Si usted está caminando cerca del Señor, y deseando de verdad Su voluntad para su vida, Dios va a colocar Sus propios deseos en su corazón. La clave es desear la voluntad de Dios, no la suya propia. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4) Si la Biblia no habla en contra de sus peticiones, y si éstas ciertamente pueden beneficiarle de forma espiritual, la Biblia le da “permiso” para tomar sus propias decisiones y seguir a su corazón.


Buscando famosos

Verdaderamente, internet es una fuente de noticias, muchas de ellas curiosas, que nos sorprenden con frecuencia. Ya es habitual ver que, de vez en cuando, dos personas que no sabían nada la una de la otra desde tiempos inmemoriales, se encuentran a través de Facebook. En la red podemos encontrar de todo o casi todo: desde las cosas más absurdas, o inútiles, a cosas y temas que pueden sernos de gran utilidad en determinados momentos. 
Hace poco se inauguró una página dedicada al "avistamiento de famosos en todo el mundo”; el portal nace “con una base de 7.000 famosos y con la intención de servir de plataforma para que los internautas informen sobre sus encuentros fortuitos con las estrellas del espectáculo”. “La web permite realizar también búsquedas de famosos para, en función de los datos recopilados, conocer dónde han pasado los últimos días, en qué restaurante han cenado o en qué hotel se hospedan.” La noticia concluía hablando de los pros y contras, y contando otras experiencias habidas que terminaron en fracaso. 
Reflexiono y pienso, en primer lugar, cómo algo así se ha convertido en noticia. Se suele decir que el hecho de que un perro muerda a una persona no es noticia, pero sí lo es si la persona muerde al perro. Amigos, en el fondo, la lectura que podemos hacer es que estamos viviendo en un tiempo con valores a la baja, en declive, en una sociedad en la que lo que atrae, lo que interesa es la vida de los demás. Si a todo lo que se aspira en la vida es a ver un famoso, mal asunto. No hace mucho tiempo se hizo una encuesta entre escolares, y a la pregunta de qué querían ser de mayores, un significativo porcentaje dijo que querían ser famosos de la tele. Francamente, es tiempo de pararnos a pensar qué sociedad es la que vamos a dejar a los que vengan detrás de nosotros, si en vez de preocuparnos por la tragedia que viven los afectados por un terremoto, una inundación o cualquier otro accidente natural, nos interesa más la vida de otro.

jueves, 27 de agosto de 2015

No desaproveches tus adversidades

“Hermanos míos, gozaos profundamente cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” SANTIAGO 1:2-4 
No desaproveches tus sufrimientos, porque cada vez que DIOS permite que tú atravieses una prueba es porque tiene un propósito con ella. El Señor desea que esa prueba te ayude a crecer espiritualmente, y que no que te hundas en la desesperación y el desaliento. Si tú respondes de forma adecuada, la prueba, que parece que fuera a destruirte, se convertirá en instrumento de bendición.
adversidadLa respuesta más natural a la adversidad es suplicar al Señor que nos la quite. Si eso no funciona, es posible que nos enfademos y tratemos de encontrar la salida, de la dificultad o del dolor, con nuestros propios medios. Y en ocasiones, le echamos la culpa a otros por los problemas. Verdaderamente, es posible que otra persona haya causado el problema, pero puede que DIOS lo permitiera así.
No importa el origen de la aflicción, ni quiénes estén involucrados, o qué mala sea. En el momento que la aflicción llega, ya ha sido impregnada del amor del Padre Celestial, y moldeada para lograr Su buen propósito en ti. Y entonces, ¿colaborarás tú con ÉL, o te negarás a hacerlo?

¡Anímate!

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Anímate porque aún estás viva, anímate porque aunque hayas caído aún tienes vida.
Anímate, querida amiga, amigo, si luchaste con eso que te aterra, vuelve a luchar y ahora ve de frente con la esperanza de ganar.
Recuerda que David, aunque pequeño, derrumbó a Goliat, y lo hizo con Dios. Ahora tú puedes hacer lo mismo.
No desesperes y pienses ya la salida no habrá,
no pienses que sucia siempre estarás,
que en el lodo siempre te quedarás.
Eso no es verdad, eso es una mentira demasiada insana para que lo creas.
Aún tienes sangre y tienes aún sentimientos por el bien.
No te des por vencida ni quieras afligirte por tu adversario,
solo concéntrate y pregúntate si esta vez vencerás a ese monstruo que lleva años fastidiándote ya.
No le des tregua, ni tampoco pretendas conciliarte con él,
porque en un gran hoyo caerás.
Y si le das tregua, nunca dejes de patalear como nadador en el mar.
Mantén siempre tu cabeza en alto y lucha con todas tus fuerzas y con las fuerzas de Dios. Ruégale, pídele, clámale pero no te quedes inmóvil.
Sea lo que sea que estés atravesando, no lo estás haciendo sola, porque...

Dios está contigo y también está tu alma de niño.

Por algo le habrá pasado eso

Los vecinos estudiaban “el caso Job”, y mientras, llegaron a visitarlo sus tres amigos: Elifaz, Bildad y Zofar. Cuando lo vieron se quedaron en silencio por siete días; eran religiosos, legalistas y tradicionalistas. Los tres llegaron a una sola conclusión: “sufres porque hiciste mal, a la gente buena no le pasa esto, te pasó esto porque pecaste”.
Las personas que se ponen en el papel de “juez” del otro, envían tres mensajes, el primero es: “soy superior a ti”, el segundo mensaje es: “hablemos de ti, no de mí”, y el tercer mensaje es: “estos son los roles, yo soy el amo y tú el esclavo”. Son personas inseguras con dificultades para sentir empatía con los demás. Cuando nos relacionamos con los demás, sean quienes sean, no tenemos que ponernos nunca "por encima” ni "por debajo” de nadie, sino “al lado”.
Job, en su situación lamentable de enfermedad, recordaba los viejos tiempos de sus trabajos y logros. También hablaba de sus raíces, de lo que era su vida espiritual cuando buscaba el agua que representa la Palabra de Dios. Él dijo: “en mi ramas estaba el rocío de la Palabra”.
Los momentos duros y difíciles de la vida, las crisis, o te derrumban o te fortalecen más. Si las superamos, saldrán de nuestra vida todas las cosas que no sirven: la mente estrecha, los miedos, la derrota, la tristeza...
Todas las pruebas que hoy estás pasando, serán cambiadas como experiencia de victoria, y Dios te va a dar la oportunidad de contar tu testimonio de prueba superada.

La marca pura de la verdad

Y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Ezequiel 9:4.
Veamos con cuidado esto: los que reciben la marca pura de la verdad, desarrollada en ellos por el poder del Espíritu Santo, y representada por el sello del hombre vestido de lino, son los que “gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se hacen” en la iglesia. 

Los que no sienten pesar por su propia decadencia espiritual ni lloran por los pecados ajenos, quedarán sin el sello de Dios… No todos los que profesan observar el sábado serán sellados. Es más, entre los que enseñan la verdad a otros hay muchos que no recibirán el sello de Dios en sus frentes. Tuvieron la luz de la verdad, conocieron la voluntad de su Maestro, comprendieron todo punto de nuestra fe, pero no hicieron las obras correspondientes. Los que conocieron muy bien la profecía y los tesoros de la sabiduría divina, deberían haber actuado de acuerdo con su fe…

Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces, la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pentecostés.

Los que se unen con el mundo reciben su molde y se preparan para la marca de la bestia. Mientras que los que desconfían de sí mismos, se humillan delante de Dios y purifican sus almas obedeciendo a la verdad, son los que reciben el molde celestial y se preparan para tener el sello de Dios en sus frentes. Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá puro y sin mancha para la eternidad.

Ahora es el momento de prepararse. El sello de Dios no será puesto nunca en la frente de un hombre o una mujer que sean impuros. Nunca será puesto sobre la frente de seres humanos ambiciosos y amantes del mundo. Nunca será puesto sobre la frente de hombres y mujeres de corazón falso o engañoso. Todos los que reciban el sello deberán estar sin mancha delante de Dios y ser candidatos para el cielo.


miércoles, 26 de agosto de 2015

Sin previo aviso

Mateo 25:1-12 narra que el reino del cielo será como diez damas de honor, que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio. Cinco de ellas eran necias y cinco sabias. Las necias no llevaron suficiente aceite para sus lámparas, pero las otras cinco fueron tan sabias que llevaron aceite extra. Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron. A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”
Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”. Sin embargo, las sabias contestaron: “No tenemos suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes”.
Pero durante el lapso de tiempo en que se fueron a comprar aceite llegó el novio. Entonces, las que estaban listas entraron con él a la fiesta de bodas, y se cerró la puerta con llave. Más tarde, cuando regresaron las otras cinco, se quedaron afuera, y llamaron: “¡Señor, señor! ¡Ábrenos la puerta!”.
-Él les respondió: “Créanme, ¡no las conozco!”

Trabaje y Viva

Papá era un hombre trabajador que repartía pan como forma de sostener a su esposa y a sus tres hijos. Pasaba sus noches, después del trabajo, asistiendo a clases, esperando mejorar y así hallar algún día un mejor empleo. Excepto los domingos, papá casi no comía con su familia. Trabajaba y estudiaba muy duro porque quería darle a su familia lo mejor que el dinero pudiese comprar.
Cuando la familia se quejaba de que no pasaba suficiente tiempo con ellos, él razonaba que estaba haciendo todo eso por ellos. Sin embargo, a menudo añoraba invertir más tiempo con su familia.
Llegó el día en que se anunciaron los resultados de los exámenes. Para su gozo, papá pasó ¡y de manera sobresaliente! Pronto, después de eso, se le ofreció un buen empleo como supervisor en el que le pagaban muy bien.
Como un sueño hecho realidad, papá ahora podía darse el lujo de darle a su familia algunos "lujitos" como buena ropa, buena comida y vacaciones fuera del país.
Sin embargo, la familia siguió sin poder ver al padre la mayor parte de la semana. Continuó trabajando muy duro, esperando ser propuesto o ascendido a la posición de gerente. De hecho, para aumentar sus méritos como candidato a la promoción, se matriculó en otro curso en la universidad a distancia.
Una vez más, cuando la familia se quejaba que no pasaba suficiente tiempo con ellos, razonaba que lo hacía todo por ellos. Pero él seguía añorando pasar más tiempo con su familia.

Carta de un alma herida

Y volverán los rescatados por el Señor, y entrarán en Sión con cantos de alegría, coronados de una alegría eterna. Los alcanzarán la alegría y el regocijo, y se alejarán la tristeza y el gemido.
(Isaías 35:10 NVI)
Aquel fatídico día en el que cosechaba todo aquello que durante años sembró, dolor, tristeza, desesperación, sentimientos de derrota y frustración, seguidos de pensamientos de no querer vivir, eran la consecuencia de palabras llenas de rencor, rabia y actitudes de rudeza de un lado y del otro.
Como fruto de todo esto, Ana Sofía, sufría el abandono, la desilusión y la desesperanza. Cada golpe, palabra e insulto recibido, eran puñaladas directas al corazón, y se sintió humillada, desvalorizada; nada de lo que hiciera o dejara de hacer importaba, porque al final, todo sería en vano.
Renegaba del Padre celestial, y en su inercia, entregó al enemigo su dignidad, su valor como mujer y todo su ser. No conocía, en aquel entonces, de Jesucristo. Esa noche, pensó que no tenía sentido vivir si la persona que amaba no permanecía a su lado, y sus fuerzas acabaron al meditar en que la mejor salida era atentar contra su vida, sin importar que su pequeña hija de 2 años, la necesitaba y que allí se encontraba con ella.
Pero meses más tarde, conoció a un Dios misericordioso que le enseñó que como persona vale su sangre, y que como su hija consentida, todo lo que le sucedía era para su bien. Ahora no se arrepiente de todo lo vivido, no cambiaría ni los malos ni los buenos momentos que experimentó, porque en cada uno de ellos, pudo ver la mano de su Padre tratando directamente con su carácter.
Hoy no es la misma de ayer, es más fuerte, tiene valor en cada segundo de su existencia y cree que todo es posible para Aquel que en su amor la diseñó.

Se trata de ser feliz haciendo felices a otros

Seguramente has pensado en qué cosas hacen feliz a la gente que amas. Hoy le preguntaba a los jóvenes de la congregación a la que pertenezco, qué creían ellos que hacía feliz a sus padres. Y algunas de sus respuestas fueron las siguientes: tomar nosotros las decisiones correctas, seguir sus consejos, ser obedientes, portarse bien. Y todas esas respuestas son muy acertadas, porque cuando se ama, se quiere hacer lo mejor y no preocupar a las personas que amas.
He notado que soy más feliz cuando siento que contribuyo a la felicidad y realización de las metas de otras personas. Eso me ayuda a crecer como ser humano. Hay ocasiones en las que hay algunas preocupaciones y problemas que quieren ocupar mis pensamientos, pero todo pasa a un segundo plano cuando me ocupo de ayudar a otros y ver que, muchas veces, lo que yo pensaba que era una montaña en mi vida, realmente solo era un vaso pequeño de agua.
Así que te invito a que ayudes a construir la felicidad de otros, porque, curiosamente, a su debido tiempo, tú vas a cosechar la felicidad que has sembrado. El viernes me encontraba en un servicio especial de ayuda a niños. Me habían solicitado ayuda y di toda la que pude. Pero mi verdadera satisfacción fue cuando vi que la actividad fue exitosa, porque ver los rostros de los chicos y de los grandes sonreír.... No lo hice esperando nada a cambio, pero para sorpresa mía, casi cuando estaba concluyendo la actividad me sorprendieron con 3 hermosas rosas amarillas y un regalito muy especial. Mi corazón se inundó de ternura, de una alegría tremenda. Y no me canso de confirmar y decir que a medida que ayudas a otros, te ayudas a ti mismo.

Porque como dijo Dios a través de su preciosa Palabra, “es mejor dar que recibir”.

Dios Sana la depresión.

La depresión es sin duda uno de los problemas más comunes de nuestro tiempo. Dado que la depresión es tan común, ha sido llamada como el resfriado común de las enfermedades emocionales. Alguien dijo que, “la depresión es una espiral descendente iniciada con la pérdida de control, y empeorada por la falta de energía y el pensamiento negativo”. El diccionario la define como “un sentimiento de desesperanza extrema”. Esta emoción se manifiesta en reacciones parecidas a: todo está perdido, quiero abandonar, no lo puedo hacer.

“Nadie está exento de la depresión”
Nadie, ni los grandes líderes espirituales de la Biblia estaban estaban exentos de la depresión. El salmista David la experimentó: “¿Por qué te abates, oh, alma mía? ¿Por qué te turbas dentro de mí? ”(Salmos 42:5). Moisés clamó, “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo; que me es pesado en demasía. Si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte.”(Números 11:14-15). Elías, el gran profeta, sufrió la depresión solo un día después de su gran triunfo en Monte Carmelo, cuando desafió a los profetas de Baal y vio a Dios contestando a su oración de una manera poderosa.
“Dios nos da la solución”
Cuando miramos a estos héroes bíblicos, nos damos cuenta de que la depresión no hace acepción de personas. Todo el mundo se deprime de vez en cuando. La pregunta es entonces, ¿cuál es el remedio de Dios para curarla? Echémosle un vistazo a la solución que Dios proveyó a Elías, porque es una que todos podemos usar.
Paso 1. “La depresión no es un pecado”
La depresión no es un pecado, sino un síntoma. La forma en que respondemos a la depresión puede ser pecaminosa, pero la emoción en sí misma no lo es. El pecado puede conducir a la depresión, pero todas las depresiones no vienen del pecado. La depresión es como una luz de advertencia en un vehículo. La forma de apagar la luz de advertencia no es destruyéndola, sino encontrando el problema. Cuando la depresión se establece, algo dentro está mal.  
“Tu salud integral es fundamental”.

martes, 25 de agosto de 2015

Conducidos en la Tormenta

Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.  Juan 8:12.
Sucedió en Canadá, en la inmensidad helada del lago Winnipeg. Dos trineos se alejaban de la costa cuando se levantó la ventisca. Repentinamente, la nieve se alzó en torbellinos y el viento se volvió glacial. Llegó la noche y el temor se apoderó de los viajeros; si no alcanzaban la ribera, estarían congelados antes de la mañana. Pero, ¿hacia dónde dirigirse?
En medio de la desesperación los hombres decidieron confiar en el instinto de los perros. Tomaron a Koona, un perro viejo y lo pusieron a la cabeza de los trineos. Al hallarse repentinamente como jefe de fila, Koona vaciló unos instantes. Finalmente se lanzó hacia adelante y los trineos siguieron su marcha. Durante horas corrieron, en medio de la oscura noche, hasta que de repente, unas sacudidas mostraron que dejaban el lago. Subieron por el bosque y se detuvieron cerca del fuego de un campamento indio.
Cristianos, nosotros también debemos aprender a andar por la fe. A menudo tenemos que ir por un camino desconocido, pero podemos confiar en la bondad y la providencia de Dios, porque una luz brilla en el mundo, una luz que solo se ve con los ojos de la fe: Jesucristo mismo.
Jesús es el testigo fiel, la luz, el amor y la verdad. Alrededor de nosotros la oscuridad permanece igual; nuestra inteligencia no siempre comprende las circunstancias de la vida, sobre todo si son agotadoras; pero conociendo al Señor, podemos confiar y apoyarnos en Él. Él nos toma de la mano, nos conduce, y a menudo lo hace mediante su Palabra.