martes, 16 de diciembre de 2014

Transformado por la Palabra de Dios

La recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 1 Tesalonicenses 2:13
Recibieron la palabra con toda solicitud. Hechos 17:11
Inline image 2Cuando una persona acepta la verdad de la Palabra de Dios en su corazón, ésta hace un trabajo interno en aquella. Por eso se nos invita a recibir con mansedumbre la Palabra implantada, la cual tiene el poder para salvar nuestra alma (Santiago 1:21). Mediante la acción del Espíritu Santo, esta Palabra crea en nosotros una nueva naturaleza cuyo centro de interés, sus objetivos, motivaciones y afectos son nuevos y están en armonía con el pensamiento de Dios.
Pero la vieja naturaleza marcada por el pecado, sigue estando en el creyente; cohabita con la nueva naturaleza. Por ello siempre necesitamos leer la Biblia, pues “la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). Permite distinguir lo que es y lo que no es conforme a la voluntad de Dios. Nos da la inteligencia para avanzar por un camino que Le agrada. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).
Nuestra vida en la tierra es el lugar donde aprendemos experimentalmente, a conocer a Dios y a comportarnos, cada vez más, como el Señor Jesús lo hizo. Por eso el apóstol Pablo dijo: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros” (Colosenses 3:16). Ella es la única que puede transformarnos al nivel de que nuestra vida sea una respuesta al amor de Dios.

Abandonado para Morir - Reflexiones

¿Cómo se sentiría usted habiendo tenido un accidente que le costó la nariz, la mitad de su brazo derecho y todos los dedos de su mano izquierda? Es de suponer que sus pensamientos no serían muy positivos. Pero eso fue lo que le ocurrió al Dr. Beck Weathers, y él ve esa pérdida como el acontecimiento determinante de su vida, el acontecimiento que cambió todo a su alrededor.
¿Que si quisiera recuperar mis manos?, preguntó al responder a una pregunta, en una entrevista que le hicieron en el programa Evening News de la CBS. Por supuesto que sí. Ahora bien, ¿que si quisiera tener mis manos para volver a ser lo que fui antes? NO.
¿Qué podría llevar a alguien a preferir tan dramática incapacidad? La respuesta podemos encontrarla en el Monte Everest. Porque Beck Weathers fue uno de los que estaban en la cima de esa montaña durante el, ahora famoso, accidente de 1996 cuando una nevada segó la vida de doce personas.
Weathers tenía cuarenta y nueve años de edad cuando ascendió al Everest. Para entonces, llevaba siendo escalador de montañas durante diez años. Escalar era su pasión. Siempre dedicaba mucho tiempo a prepararse para el siguiente viaje. Antes del Everest había escalado seis de las siete cumbres, las montañas más altas de los diferentes continentes. Y para cada ascenso, se sometió a un agotador régimen de entrenamiento.
El 10 de mayo, cuando ascendía a la cumbre, se dio cuenta de que tenía problemas. Unos años antes, se había sometido a una operación de queratotomía en los ojos para corregir su visión. Mientras más ascendía la montaña, la altitud hizo que sus lentes saltaran de sus ojos, lo que lo dejó prácticamente ciego. 
En esas circunstancias, la decisión más sabia que podía tomar Weathers, era quedarse donde estaba y esperar, para luego unirse al grupo cuando este viniera de vuelta de la cumbre. Pero pronto, la difícil situación en que se encontraba, fue superada por un cambio drástico en las condiciones del tiempo. Una rara ventisca cubrió rápidamente la montaña, haciendo que la temperatura bajara hasta unos cincuenta grados bajo cero y aumentara la velocidad del viento a ciento diez kilómetros por hora. La tormenta obligó a cada uno a luchar por sobrevivir. En aquella situación, Weathers quedó abandonado en la montaña. Pasaron las horas y cayó en un estado de coma hipotérmico.
Sus compañeros lo buscaron durante horas sin dar con él. El 11 de mayo, temprano, lo encontraron. Estaba cubierto con hielo y apenas respiraba. Supusieron que de un momento a otro moriría, de modo que lo dejaron donde estaba, volvieron al campamento y le dijeron por radio a su esposa que había muerto.
Nadie ha salido de un coma hipotérmico y ha sobrevivido, excepto Beck Weathers. De alguna forma recuperó las fuerzas, se incorporó, buscó el camino y tambaleándose, llegó al campamento. Su chaqueta estaba abierta, su rostro estaba tan negro por las quemaduras que era difícil reconocerlo y su brazo derecho, que había estado totalmente expuesto al hielo, tenía un aspecto blanco mármol y estaba congelado en gran parte.
Aun después de su milagroso retorno al campamento, nadie creía que Weathers sobreviviría. Pero él se mantuvo luchando. Ya en su casa en Dallas recibió atención médica. Fue sometido a diez operaciones, le amputaron los dedos de su mano izquierda, le amputaron el brazo derecho a la altura del codo y le construyeron una nueva nariz usando piel de otras partes de su cuerpo.

Palabras de consuelo y fortaleza

“Y dije: “¡Quién me diese alas como de paloma!, volaría yo, y descansaría”.
(Salmos 55:7)
Ya no puedes más. Has llegado a un punto en el que exclamas: ¡Dios mío ayúdame, quítame esta tristeza porque me va a matar! El dolor que sientes en el corazón es tan grande y desesperante que no hay forma de describirlo. Por más que buscas soluciones y salidas, todas te llevan al mismo punto de inicio. Has perdido hasta el gozo de vivir y de solo pensar en que vas a iniciar un nuevo día, te ataca el pánico.
consuelo-y-fortaleza
Deseas ser positivo, pero solo te envuelve el pesimismo y la desesperanza. Es entonces, cuando necesitas un toque de la mano del Maestro, porque a pesar de todo, reconoces que el único que puede ayudarte y hacer algo, en medio de todo lo que estás pasando, es Dios. Nadie aparte de Él, puede intervenir en tu problema y situación. Y estás sentado esperando que algo pase porque te has resignado al fracaso. Llegaste a pensar que estás pagando un cruel castigo y que debes acostumbrarte a vivir así, con el pesimismo, la tristeza y la ansiedad haciéndote sombra.
Pero no todo está perdido. No tienes que huir al desierto ni tratar de escapar porque la solución no es esa. Sino hacerle frente a cada problema por difícil que sea y que parezca. El Salmo 55 expresa una plegaria a Dios urgente, una necesidad de su intervención. Pero aun en medio de ese clamor, el salmista David proclama que Dios es su único amigo y que hace cosas maravillosas incluso en los momentos más difíciles de su vida.

La Presencia de Dios en la Biblia

MI PRESENCIA TE ACOMPAÑARÁ Y TE DARÉ DESCANSO” (Éxodo 33:14b)  Hay ciertas personas de quienes sacamos fuerzas solo por estar con ellas. Su presencia y enfoque de la vida hacen que nos sintamos mejor. De la misma manera, cuando necesitamos ánimo y fuerza, debemos pasar tiempo con Dios. Tomar un tiempo en su Presencia es como estar en una habitación llena de un perfume delicioso. Si nos quedamos allí durante bastante tiempo, nos llevamos la fragancia cuando salimos. Está en nuestra ropa, en el cabello, y hasta en la misma piel.
la-presencia-de-Dios1
Moisés era un hombre de oración. Pasó muchísimo tiempo en comunión con el Señor y hablando con Él. Sabía que sin la Presencia de Dios, no valía ni siquiera un “céntimo”. ¿Te puedes imaginar ser responsable del cuidado diario de dos millones de personas, de sacarlos de un país e introducirles en otro a pie? ¡Es una tarea abrumadora! Y por si fuera poco, muchos pasaban el tiempo quejándose de su “suerte” en la vida y buscando defectos en Moisés. Era una situación idónea para perder la serenidad. Pues por eso, para su tranquilidad, el Señor le dijo a Moisés: “mi Presencia te acompañará y te daré descanso” (Éxodo 33:14b). 

La Presencia de Dios puede darte paz en cada situación, incluso en un lugar de trabajo difícil o en un hogar en revuelo constante. Te capacitará para mostrar amor en una situación de abuso y paciencia, en medio de estrés; te ayudará a procurarte un cambio positivo sin tener que usar muchas palabras, y te acondicionará para que termines sintiéndote bien acerca de la manera como tratas las cosas. Así que, pasa hoy un tiempo en la Presencia de Dios.

Mi Problema Ya No Es Problema

Generalmente pensamos que nuestros problemas son los más graves y los únicos, ¿Si te dijera que estamos equivocados cuando pensamos de esa manera, te lo desmentiría? Sí, estás equivocado aunque suene raro decirlo. Dios es nuestro creador y Él sabe cómo nos creó, como también sabe muy bien, la capacidad que tenemos para resistir una prueba. Dios nunca nos pondrá cargas que no podamos resistir. Porque “A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla” (1 Corintios 10:13).
Inline image 1
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su Propósito son llamados” (Romanos 8:28). Cuando leemos la vida de José el hijo de Jacob, podemos ver que sus hermanos, consumidos por la envidia, lo vendieron como esclavo a Egipto. Aun así, el enemigo no descansaba, seguía haciéndole maldad a José. La mujer de Potifar trató de seducir a José y lo acusó injustamente, mandándolo a la cárcel; sin embargo, José se mantuvo firme creyéndole a Dios de todo corazón. Aun en la cárcel, Dios le dio favor a José y lo coronó como gobernador de Egipto. Cuando el Señor le dio la libertad y él tuvo la oportunidad de ver a sus hermanos, les dijo: “Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros” (Génesis 45:4,5,7)“Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente” (Génesis 50:20). Los planes de maldición del enemigo contra José fueron frustrados porque Dios los cambió para bien. Solo Dios puede hacer que las situaciones difíciles de nuestras vidas se cambien en bendiciónes a nuestro favor.
Para todo hay un propósito aun en medio de las pruebas, porque es en medio de ellas cuando crecemos y maduramos. Nuestro carácter es moldeado cuando reconocemos que necesitamos un cambio ante situaciones que se nos presentan en la vida. Dios moldea nuestro carácter. ¿Y a qué le llamamos carácter? ¿Qué tiene eso que ver conmigo? El carácter supone tener costumbres y comportamientos que se han adquirido a través de la vida. Además, el carácter de una persona se complementa con el temperamento y las aptitudes de ella. Eso sí, sabemos que es difícil pasar por momentos de tensión, como cuando se nos presentan situaciones no esperadas en las que no sabemos cómo reaccionar ni qué decir.
Pero al leer la Biblia encontramos en Isaías 41:8-13 y me dijo: “Pero tú, Israel, siervo Mío eres; tú, Jacob, a quien Yo escogí, descendencia de Abraham Mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo Soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque Yo Jehová Soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, Yo te ayudo”.