viernes, 12 de diciembre de 2014

Una Decisión para el Futuro - Reflexiones

Fue algo trágico, doloroso, indescriptible. Las imágenes de televisión transmitían las fotografías de la princesa Diana de Gales mientras agonizaba. Junto a su cuerpo, un grupo de paramédicos buscaba afanosamente prestarle auxilio. El espacio estaba semioscuro. Minutos antes el vehículo en el que se movía, en un túnel de París, se había estrellado aparatosamente.
Se trata de un documental que difundió la cadena CBS, sobre la investigación francesa del accidente en el que la alta dignataria perdió la vida en 1997.
Peter Hunt, uno de los especialistas que analizó las fotografías, comentó que Diana era reconocible. Las fotos que se supone, fueron tomadas por uno de los paparazzi que la perseguía, aparecieron solamente durante quince segundos en un programa que duró una hora. “Es obvio que por el gesto de su rostro, debía estar sufriendo”, dijo Hunt.

Estar a las puertas de la muerte es traumático para quien quiera que sea, indistintamente de si es pobre o rico. Es el momento crucial en el que nos enfrentamos al paso hacia la eternidad.
¿Dónde estaremos después de cruzar el umbral que nos separa del más allá? La decisión la toma cada uno. Es individual. ¿Por qué razón? Porque usted y yo tenemos la posibilidad de ser Salvos de la perdición eterna.
Juan 5:24
Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.

Oración de Gratitud


“EN TI, OH JEHOVÁ, ME HE

REFUGIADO; NO SEA YO

AVERGONZADO JAMÁS,

SOCÓRREME Y LÍBRAME

EN TU JUSTICIA;

INCLINA TU OÍDO Y SÁLVAME,

SÉ PARA MÍ UNA ROCA

DE REFUGIO,

ADONDE RECURRA

YO CONTINUAMENTE.”

GRACIAS

PADRE DE AMOR

LLENO DE TODA

MISERICORDIA,

QUE NUNCA OLVIDAS

EL CLAMOR DE TUS SIERVOS,

Y QUE AQUELLOS

LINDOS BRAZOS

QUE EXTENDISTE

EN LA CRUZ,

AHORA

LOS EXTIENDAS

PARA AYUDAR Y FORTALECER

A TU PUEBLO.

Salmo 71


Deléitate en Jehová

Para nuestras limitadas mentes es complicado entender que cuando decidimos deleitarnos en el Señor, y olvidar toda inquietud en nuestras vidas, Él obra, haciendo mucho más de lo que esperábamos. Pero es así cómo se vive el reino de Dios.
Cada vez que escogemos mirar el tamaño de nuestros problemas olvidando el Poder Soberano de nuestro Dios, estamos desperdiciando el favor de Aquél cuyo trono jamás se moverá. Y al contrario, cada vez que confiamos en su benignidad y decidimos soltar el asunto que nos atormenta, al poco tiempo Él obra mostrándonos la pequeñez de lo que para Él, siempre fue insignificante.
Dios honra a los que le honran, y se goza exaltando a aquellos que en Él confían y reconocen su grandeza. Cada vez que reconocemos el Poder, Soberanía, y Majestad de nuestro Dios activamos el favor del cielo descendiendo a nuestras vidas. Cada vez que nos mantenemos firmes a pesar de las situaciones, confiando en nuestro Dios, Él envía poder de lo alto para acomodar lo que estaba fuera de nuestro alcance, y de nuevo, lo que activa esto es creer en el Poder Soberano de nuestro Dios. A nuestro Dios le agrada que confiemos en Él y le sorprendamos con la manera como le presentamos nuestras peticiones, honrándolo al reconocer su Poder.

Amor y amistad, hermosa combinación

Tanto el amor como la amistad son hermosos, pero a la vez van ligados siempre con las palabras que se pueden decir... o no si no se requieren. Un amigo sabe cuándo lo necesitas sin que tengas que decírselo e igualmente, un verdadero amor sabe cuando estás bien o mal, si de alguna forma lo necesitas, sin tener que decir ni una sola palabra. 
Qué bonito es ser el mejor amigo de la persona a la que amas porque no es solo amor lo que sientes, sino también una tan bonita amistad que nada puede perturbar una tan linda relación. 

Qué difícil es ser a veces, el amigo que necesita esa persona a la que amas, como tan difícil es amar a esa persona a la que de verdad quieres como amiga. Pero eso sí, si consigues llegar a tener las dos cosas, seguramente serán las personas más felices, solo hay que ver lo bonito que es poder mirarse a los ojos y no tener que decir nada para que la otra persona sepa si estás bien o mal, si estás preocupado o si estás alegre, todo lo que se puede saber de una persona sin preguntárselo siquiera. Mira a los ojos a tu pareja, fíjate en esos pequeños detalles que, aunque insignificantes aparentemente, la mayoría de las veces, son tan importantes como la vida misma.

Rompe el silencio

"Pocas cosas se parecen tanto a la muerte como el silencio y éste lo sabe. En donde no hay lugar para las palabras aparece el sinsentido, lo inabordable. Eso que es imposible de hablar y que se pierde en una oscuridad sin nombre. Solo un dolor mudo y lacerante se levanta como la última barrera frente a la locura. Por eso su trabajo (del escritor) lo apasiona, lo seduce.… En cada historia se despliega una angustia que clama por ser callada. Y, extraña paradoja, la angustia solo se silencia con palabras”.

Tiempo atrás, se conocieron las historias de algunas mujeres que habían sufrido durante años, maltrato y abuso sexual por parte de sus padres desde pequeñas. Hechos que, no obstante haber ocurrido en diferentes y distantes lugares del mundo, fueron conocidos a través de los medios de prensa y conmovieron a la opinión pública.
Las historias de esas víctimas que durante años estuvieron sometidas al abuso, que eran esclavas del dolor y del terror, pero sobre todo presas del silencio, nos sacuden, nos conmueven.
De cada una de estas historias, emergen al menos, tres denominadores comunes: el silencio, la angustia, y la maldad, que, lejos de discernir entre unos y otros, hieren tanto a los inocentes como a los culpables. Un código de silencio envuelve tanto a víctimas como a victimarios, encerrándolos en un sentimiento de angustia y desolación, sumergiéndolos en una muerte en vida sin posibilidad de salida. 
Los seres humanos, ante circunstancias adversas, tendemos a crear nuestras propias tumbas, sentimientos o creencias, y encerrarnos en ellas, sepultando con nosotros, sueños, ilusiones y proyectos de vida.
Es la puerta del dolor. Un evento trágico, traumático, que, no importa su índole, produce una herida en lo profundo del alma. Una herida que a su manera, duele, sangra, no importando de qué lado de la vereda se encuentre -víctima o victimario-. Un punto de inflexión, una bisagra en la línea del tiempo que define un antes y un después.