jueves, 13 de noviembre de 2014

La Omnipresencia de Dios

¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice el Señor, y no Dios desde muy lejos?
¿Se ocultará alguno, dice el Señor, en escondrijos que yo no lo vea?
¿No lleno yo, dice el Señor, el cielo y la tierra? 
Jeremías 23:23-24.
Evidentemente, nadie puede estar en dos lugares diferentes al mismo tiempo, pero Dios no solo puede hacerlo sino que es omnipresente, o sea, está en todas partes. Por su naturaleza, Dios es inconcebible e inalcanzable para sus criaturas, porque “Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra(Eclesiastés 5:2). Sin embargo, al mismo tiempo está muy cerca de nosotros, “porque en él vivimos, y nos movemos, y somos(Hechos 17:28). Este misterio supera las leyes de la naturaleza y es incomprensible para la mente humana, pero la fe lo acepta. Todo creyente sabe, por medio de las Escrituras, que Dios está cercano “a todos los que le invocan de veras(Salmo 145:18).
En la persona de Jesucristo, Dios está presente en la tierra para traer a la humanidad las Buenas Nuevas de salvación. Y además, el Señor Jesús nos asegura: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mateo 28:20).
Para todos los que creemos en Él, es un aliento saber que el Señor está cerca de nosotros y comparte nuestras circunstancias más difíciles y duras, e igualmente, se regocija con nosotros cuando todo va bien. ¡Qué paz nos da esta seguridad! Pero saber que tenemos una persona de la Deidad de Cristo tan cerca de nosotros, exige que la reverenciemos.

Contra Corriente - Reflexiones

Bajo un sol abrasador, dos africanos descendían por el río Zambeze y remaban con pagaya en su angosta piragua.
Oculto bajo las tranquilas aguas, el cocodrilo, terror del río, aguardaba su presa. De repente, la embarcación fue fuertemente sacudida y un cocodrilo hundió sus puntiagudos dientes en uno de los remos. Desequilibrados, los dos remeros cayeron en las profundas aguas.
Al ver la muerte ante sí, se debatían con vigor. En éstas, uno de ellos se acordó de la advertencia de los ancianos de su aldea: "Si caes en un río infestado de cocodrilos, nada debajo del agua contra corriente, río arriba, porque el cocodrilo, en busca de su presa, siempre se deja llevar por la corriente". Finalmente, después de muchos esfuerzos, este hombre alcanzó la orilla sano y salvo.
Su compañero eligió la solución más fácil: nadó en el sentido de la corriente, pero también en el sentido del cocodrilo. Muy cerca de la ribera, su pierna fue atrapada por un mordisco de la terrible bestia que lo arrastró al fondo del río.

¿Por qué renunciar si puedes intentarlo?

La vida está llena de intentos. Y quien no lo intenta, nunca podrá saber los resultados que le esperan a excepción de una vida llena de fracasos. Porque peor que fracasar es no hacer nada. 
“Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan”. Frase que encierra una gran verdad. Es mejor perder con dignidad, que perder por no intentarlo.
Cuando estaba en la Universidad me tocó tomar varios cursos de inglés. Aunque me encanta, no soy muy bueno con él, sobre todo pronunciándolo. Dos de los cursos para poder graduarse, requerían tener que pararse ante toda la clase y hacer varias representaciones sobre diversos temas sociales. Grande era mi preocupación y los nervios... ¡ni se diga! Incluso durmiendo tenía pesadillas con la clase.
Llegó el tan esperado día de mi primera representación en inglés. Tenía todo listo y de camino a la biblioteca, me caí violentamente, a las 7:00 de la mañana, cuando la clase era a las 2:00 de la tarde. Si me iba a mi casa porque el dolor era fuerte, sería un fracaso seguro, perdería mi oportunidad de aprobar el curso. Así que aguanté el dolor y con nervios y todo, me paré frente a la clase y como pude, di mi presentación.
Fue verdaderamente un milagro que alguien lograra entender mi inglés, pero Dios sabe que lo intenté y cuando terminé pude suspirar aliviado. Lo que yo no sabía era que el mero hecho de haberme parado y hacer mi representación hablando un idioma que no era mi fuerte, animó a otros compañeros para que también hicieran sus representaciones. No lo supe ese día, lo supe un semestre más tarde cuando la profesora leyó en voz alta los trabajos de la clase y lo que todos habíamos aprendido durante ese semestre.
Esa lección nunca la olvidaré. La llevo grabada siempre conmigo y en momentos en que siento que las fuerzas me fallan, recuerdo que peor que fracasar es no intentar hacer algo. Sé que no es fácil, pero tú puedes ser una fuente de inspiración para otras personas con el solo hecho de no darte por vencido.

¡ARRIBA ESE ÁNIMO, QUE TÚ PUEDES!


Toma Su Mano - Reflexiones

Un hombre con más de treinta años de casado con su novia de la infancia, dijo: “Todavía me gusta tomar la mano de mi esposa”.  A continuación, sin embargo, admitió que la motivación era distinta a cuando era adolescente.
-“Cuando éramos jóvenes”, reflexionó, “sentía una descarga eléctrica cuando tocaba su mano. Ahora mi vida parece cargada de demasiada electricidad y solo siento paz cuando la tomo”.

El tomarse de las manos puede significar mucho más que “Te amo”.  A veces puede significar: “Te necesito”,  “Me importas” o simplemente, “Aquí estoy”.
Las raíces del amor se ramifican y entrelazan con el tiempo. Entran en juego muchas fuentes o clases de amor e intimidad. Algunas veces se arraigan en la compasión, otras en un sentido de hacer lo que es recto. A veces crecen por dar ayuda, otras por recibirla.

Mire hoy de una forma diferente a su cónyuge. Busque algo nuevo que apreciar en él: ¡Es muy posible que descubra que se vuelve a enamorar!
Un matrimonio de éxito requiere enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona.
Yo te haré mi esposa para siempre, y te daré como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión. Oseas 2:19

La Última Cuerda - Crecimiento personal-espiritual

Algunos decían que él era muy extraño, otros que era sobrenatural. Las mágicas notas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.
Cierta noche, el palco de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo, la orquesta entró y fue aplaudida; el director también fue ovacionado, pero cuando la figura de Paganini surgió, triunfante, el público deliró.

Paganini colocó su violín en posición y lo que se escuchó fue indescriptible, notas breves y muy breves, fusas, semifusas, corcheas y semicorcheas, todas parecían tener alas y volar con el toque de sus dedos encantados. De repente, un sonido extraño, una de las cuerdas del violín de  Paganini se rompió, el director paró, la orquesta paró, el público se creyó parado, pero  Paganini no paró; mirando su partitura, continuó arrancando sonidos deliciosos de un violín con problemas, ... y el director y la orquesta, extasiados, volvieron a tocar.

Antes de que el público se serenara, otro sonido perturbador derrumbó la atención de los asistentes, otra cuerda del violín de Paganini se había roto. El director paró, la orquesta paró nuevamente, pero Paganini no se detuvo; como si nada hubiese sucedido, él obvió las dificultades y tocó de nuevo, sacando sonidos de lo imposible, el director y la orquesta, impresionados, volvieron a tocar, pero el público no podía imaginar lo que estaba por suceder, todas las personas estaban atónitas, cuando una tercera cuerda del violín de Paganini se rompió. 
El director se paralizó, la orquesta se detuvo, la respiración del público se contuvo, pero Paganini continuó; como si fuese un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos de la única cuerda que sobraba de su violín destruido, ninguna sola nota musical fue olvidada... El director se anima, la orquesta se motiva, el público pasa del silencio a la enfuria, de la inercia al delirio...