domingo, 2 de noviembre de 2014

La Biblia: El libro perfecto de Dios

Incluso en esta era de maravillas tecnológicas, todavía hay muchas personas que sufren un total desconocimiento tecnológico, que se evidencia por ejemplo, por una hora fija brillando intermitentemente en el reloj del salón. ¿No es extraño que una persona pueda conducir un automóvil, calentar comida en el microondas y navegar por internet, pero que no sepa cómo ajustar la hora en un sencillo reloj?
¿Es tan complicada la solución? ¡No, por supuesto que no! Hay solo una razón por la cual este desconocimiento es tan común: La gente no lee el libro de instrucciones.
Cuando compramos un artefacto eléctrico nuevo, encontramos dentro de la caja, un libro de instrucciones. ¿Y qué contiene este libro? Tiene todas las respuestas que necesitamos para sacarle el máximo provecho a nuestra nueva adquisición.
El andar espiritual es muy similar. Las Sagradas Escrituras afirman que cuando una persona pone su fe en Jesucristo, se convierte en una “nueva criatura” (2 Corintios 5.17). Para sacarle el máximo provecho a nuestra nueva vida, se nos ha dado un libro de instrucciones. Este es mucho más que una simple guía que enseña cómo actuar o qué decir; la Biblia nos dice exactamente cómo tener una vida agradable a Dios.
¿Está usted detenido en su andar cristiano? ¿Tiene el “12:00” fijo, parpadeando en su vida, lo que indica que usted ha dejado de lado su Manual de Instrucciones? Retómelo hoy mismo para darle una nueva mirada, y disfrute del perfecto Manual práctico de Dios. No quedará desilusionado.

Dime qué hacer

Se dice que las tres mayores decisiones que uno toma en la vida son: aceptar a Cristo como Salvador, decidir qué estudiar y con quién casarse. Estas elecciones se toman sin la intervención de nadie, pues son opciones personales que uno debe escoger sin la imposición de nadie.
Dios nos da el libre albedrío no solo para esas decisiones, sino para todas las que tenemos que tomar a lo largo de nuestra vida.
Nuestro Padre siempre ha respetado cada decisión que hemos tomado y cada camino que escogimos. Pero a veces, nosotros queremos una respuesta audible de alguien que nos diga exactamente qué hacer, para que podamos excusarnos en eso si algo sale mal y no hacernos responsables de las consecuencias.
Si bien Dios no tiene la intención de decidir por ti o imponerte su voluntad, sí te ofrece sabiduría y te da su Palabra, y además, siempre hay personas que pueden darte algunos consejos o sugerencias para ayudarte; pero al final en tus manos está la decisión.
“El que es sabio tiene gran poder, y el que es entendido aumenta su fuerza.
La guerra se hace con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros.” Proverbios 24:5-6

Nada puede separarnos del amor que Dios nos tiene

El amor de Dios es eterno
 “Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente ni lo futuro, ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús, nuestro Señor!“ Romanos 8:38-39
Dios es amorTodo el mundo debería conocer este pasaje bíblico. Saber que no hay nada que pueda apartarnos del amor que Dios siente por nosotros. Que no importa lo que se interponga en nuestra vida. No importan los errores que hayamos cometido, incluso si los estamos cometiendo ahora mismo, Él nos ama igual. Que no importa el pecado en que estemos envueltos, porque Él nos ama con amor eterno e inimaginable. ¡Qué divino amor!
En caso de que estemos muy enojados con Dios, resentidos por lo que no tenemos, airados por lo que hemos perdido; aunque estemos en la vejez o al borde de la muerte, la promesa sigue siendo la misma.. ¡Nada nos separará de Su amor! “¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la muerte violenta…? Romanos 8:35
Muchos viven considerando a Dios como castigador, exigente o indolente; pero están tan lejos de la realidad.... Dios es amor.

Morir al yo

Luego llamó Jesús a sus discípulos y a la gente, y dijo: El que quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y del evangelio, la salvará. Marcos 8:34-35 
Frecuentemente escuchamos la exhortación de morir a nosotros mismos para vivir una vida plena en Cristo. Hay un texto muy explicativo de lo que significa morir al yo:
“Cuando se olvidan de usted, lo dejan de lado o lo humillan, y no le lastima ni le duele el insulto o la injusticia contra su persona, sino que da gracias en su corazón, porque ha sido considerado digno de sufrir por Cristo, eso es morir a uno mismo.
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Cuando hablan mal de lo bueno que usted tiene, le niegan sus sentimientos y deseos, ignoran sus consejos o ridiculizan sus opiniones, y usted se niega a permitir que la cólera anide en su corazón y rehúsa defenderse, aceptando la situación con una actitud de paciente bondad, eso es morir a uno mismo.
Cuando usted soporta paciente y amorosamente el desorden, las irregularidades, la impuntualidad u otras molestias similares, cuando se encuentra frente al derroche, la extravagancia, la insensibilidad espiritual y lo sobrelleva como Cristo lo sobrellevó, eso es morir a uno mismo.
Cuando no le complace referirse a sí mismo en las conversaciones, ni presentar una lista de sus buenas obras buscando el reconocimiento de los demás, cuando realmente se siente a gusto en el anonimato, eso es morir a uno mismo.

El pacto con Dios, superior a otros pactos

Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre… 1 Corintios 11:25
“Nuevo Pacto”: son palabras bíblicas conocidas para la mayoría de nosotros, pero ¿sabemos lo que realmente significan? Si lo supiéramos, todos seríamos gigantes de la fe. En vez de luchar “tratando” de creer en las promesas de Dios, seríamos como Abraham: “… que se fortaleció por la fe,… plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido” (Romanos 4:20-21).
Pacto Sangre JesusEsa es la clase de confianza que surgió en Abraham, cuando Dios estableció el pacto con él. Era un pacto inferior al nuestro, hecho con la sangre de animales. Sin embargo, transformó a un Abraham dudoso en el padre de la fe. ¿Por qué? Porque Abraham entendió la importancia del pacto. Sabía que al hacer un pacto de sangre se estaba dando completamente y para siempre a otra persona. Una vez que lo hiciera ya nada sería exclusivamente suyo. Todo lo que era y todo lo que tenía o pudiera llegar a tener, debía compartirlo con la persona con quien hacía el pacto.
En los días de Abraham, en la ceremonia de un pacto, los interesados intercambiaban túnicas, dando a entender con ello el intercambio de autoridad. Intercambiaban también sus armas, lo cual quería decir: “Tus enemigos son ahora mis enemigos, pelearé tus batallas como si fuesen las mías”. Luego caminaban por en medio de la sangre de los animales sacrificados, prometiéndose lealtad mutua hasta la muerte.