viernes, 24 de octubre de 2014

La Carrera Más Difícil: Ser Madre

La maternidad es una hermosa etapa que todas las mujeres pasan. Las chicas solteras suelen soñar con ser madres algún día, y las casadas que fueron madres por primera vez, recuerdan con dulzura ese tiempo. 
Te estoy hablando a ti, mujer. ¿Qué dirías si al llegar a esta etapa, muchas personas te preguntasen si volverías al trabajo que dejaste por cuidar a tu bebé? ¿Alguna vez lo hicieron?  ¿Lo harían? Y de hacerlo, ¿cuál sería tu reacción?, ¿tristeza, enojo o desearías que la tierra te tragase en ese momento?... Nadie más que tú tiene las herramientas para criar a tus hijos.
Poca gente considera la labor de ser madre una Carrera; sin embargo, no es solamente una carrera, es una labor que impacta en todas las generaciones; no existe trabajo más difícil ni de mayor influencia. Mira la siguiente historia:
Una amiga tuvo una incómoda conversación en la que se le preguntó, si ya había vuelto a trabajar (su chiquito apenas tenía dos meses de vida). Le dijo que no, que no había vuelto a trabajar pues tenía la determinación de amamantar a su bebé y éste se rehusaba a tomar biberón; luego, con una “sonrisa”, le llegó la segunda pregunta: “¿Pero, sí se plantea regresar a trabajar, no?” No pudo negarse a sí misma, en que lo que más quería era alejarse de esa mujer. Se sintió apenada, enojada, y desechando cualquier sentimiento de culpa, pensó: ¿acaso el ser madre no es un trabajo?, o ¿acaso ella creía que no hacía nada durante el día? Respiró profundo y le dijo que con el tiempo regresaría, pero que pretendía que fuera solo dos días a la semana, ya que su responsabilidad más importante era su hijo. La conversación terminó en ese momento, pero no dejó de pensar en ella, ya que no era la primera vez que se le preguntaba si iba a regresar a trabajar. Ahora, con más experiencia y seguridad, puede afirmar que el ser madre es un trabajo, y un trabajo mucho más importante del que puede hacer dentro de su oficina.
Es mucho más fácil desarrollar nuestro trabajo que el ser madre; por lo tanto, ninguna respuesta a la pregunta "a qué se dedica" debería decirse con más orgullo que "soy madre". 
Algunos intelectuales feministas ven la ciencia del hogar con rotundo desprecio, argumentando que degrada a la mujer y que las implacables exigencias de criar a los hijos son una forma de explotación machista. Ellas ridiculizan a las mujeres que optan por quedarse en casa para criar a sus hijos. Ni es justo ni correcto.

Solo obedeciendo

 “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.” Deuteronomio 28:1
En una escuela, la maestra de sexto grado propuso a sus alumnos premiarles si hacían y presentaban todas sus tareas. Casi todos estuvieron de acuerdo, a excepción de uno de los niños a quien no le interesó el premio.
Cada día la maestra revisaba los cuadernos de sus alumnos. Se ponía muy contenta al ver que la mayoría de los niños estaba cumpliendo con lo acordado y otros se esforzaban mucho para entregárselas a tiempo. En cambio, el niño desinteresado no presentaba sus tareas, pero ella no se cansaba de animarlo para que las terminara.
Casi al final del curso, se reunió con los pequeños para felicitarlos y les dio sus respectivos premios. Carlitos, al ver que era una rica golosina también quiso recibir la suya, pero la maestra fue tajante en su posición y le entregó una hoja para que él resolviera un cuestionario, que le ayudaría a ponerse al mismo nivel de aprendizaje que los demás. Al terminarlo, también recibió su golosina, como el resto de los niños.
¿Quién no quiere recibir una bendición? Todos queremos recibirla en nuestras vidas, pero, ¿qué estamos haciendo para obtenerla?

El Arrepentimiento

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Romanos 2:4
Situémonos veintiocho siglos atrás. En aquella época existía una gran ciudad llamada Nínive, la cual ostentaba sus riquezas a orillas del río Tigris (Norte de Irak). Era una ciudad pervertida, por ello Dios decidió juzgarla. Envió a Jonás, uno de sus profetas, para anunciarle la terrible noticia (Jonás 1).
Inline image 1El profeta no quería ir a proclamar ese mensaje. ¿Tenía miedo de que un pueblo indignado le hiciese daño? ¿Pensaba que Dios podría perdonar a ese pueblo? Y, ¿por qué perdonaría Dios a un pueblo tan corrompido? Jonás huyó a un lugar en donde nadie iría a buscarlo. Nadie… ¡excepto Dios, quien lo sacó de allí y le reiteró su orden! Jonás regresó, obedeció a Dios y proclamó: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida” (Jonás 3:4).
¡Entonces sucedió un milagro! Los habitantes de Nínive se arrepintieron. Dios los perdonó y les levantó el castigo. “Vivo yo, dice el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva” (Ezequiel 33:11).
¿Qué enseñanza nos da este pasaje? Todas nuestras ciudades, mucho más que Nínive, así como toda la humanidad, están pervertidas.
Dios, quien perdonó a los ninivitas, y todavía perdona a los que se arrepienten antes de que sea demasiado tarde.
Y usted, ¿se ha arrepentido sinceramente ante Él? Ese Dios santo que no puede soportar el mal, también es un Dios de bondad que perdona en virtud de la muerte de su Hijo Jesucristo en la cruz.
“Así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:7).

Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos

Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos, escribió Paulo Coelho ¿Alguna vez has estado en el valle de la miseria? Las personas que habitan en este valle se sienten infelices, pobres y ciegos. No disfrutan la vida, viven amargados, son tan pobres que no pueden dar ni una sonrisa y tan ciegos que no ven nada; están tan cegados que no alcanzan a ver todo lo bueno que Dios tiene para ellos. Quien camina en este valle, camina en medio del lodo y parece que cada paso que da lo lleva al hundimiento en sus relaciones, en sus negocios y en su vida. A esta persona le cuesta levantar el vuelo, le cuesta elevarse. 

Pero, ¿eres feliz?, posiblemente dirás, sí soy feliz, tengo a Cristo en mi corazón: ¡Vale!, sin duda, tienes a Cristo en tu corazón. Eres feliz y ahora la pregunta es: ¿estás satisfecho con tu vida?, ¿estás viviendo la vida que Dios diseñó para ti? O ¿estás viviendo la vida sintiéndote triste, miserable, ciego y sin propósito? También puede ser que andes buscando la felicidad plena porque quieres más de la vida, porque no estás satisfecho contigo mismo, porque sabes que hay algo más y no sabes cómo lograrlo. 

Hay muchas personas que cuando llega el mes de diciembre, se deprimen porque no han podido lograr sus sueños, viven pensando que se va otro año y siguen en el mismo lugar no teniendo lo que querían. Ven sus sueños demasiado alejados, por lo que desean que este mes no llegue. Pero tú no eres de esas personas, porque a partir de hoy estás tomando la dirección que te lleva a la felicidad, porque has decidido poner en el Señor todos tus sueños. 
Tú puedes decir hoy como el Salmista: Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Salmo 40:1-3. 
Tú eres de aquellos que están agradecidos por la vida, que tienen y experimentan buenos momentos en la vida, sin embargo sabes que algo te falta. Sabes que tienes todo el potencial y todas las oportunidades para ser feliz pero no lo sientes, sobre todo cuando ves que hay cosas que no están funcionando bien en alguna área de tu vida. Piensa entonces:¿está equilibrada tu vida? ¿Cómo estás en tus relaciones? ¿Cómo estás con tus metas? ¿Estás postergando tus sueños? Porque la felicidad no es un accidente, no es un sentimiento, la felicidad es algo que tú eliges. ¡Elige ser feliz y alegrar a otros! 

En la dirección de Dios - Reflexiones

Cuando el tren 8017 cruzaba Salerno, Italia, el 2 de marzo de 1944, no daba señales del desastre que se avecinaba. El tren con sus resoplidos, no chocó contra nada esa tarde lluviosa. Tampoco descarriló ni se incendió.... 
...Poco después de la una de la mañana, el tren, cargado con seiscientos pasajeros, se movía con pesadez por la Galleria delle Armi. Cuando las dos locomotoras que tiraban del tren, llegaron al centro del túnel, las ruedas comenzaron a patinar. Las ruedas perdieron tracción y el tren se detuvo. Se arrojó arena sobre las vías pero fue en vano.Todo lo siguiente es pura especulación ya que los dos maquinistas fallecieron. El monóxido de carbono se cobró la vida de casi quinientas personas.
Cuando los investigadores analizaron los restos, descubrieron que la locomotora guía no tenía frenos, sus controles estaban en marcha atrás, y su acelerador estaba colocado a toda máquina.
Las dos locomotoras empujaron la una contra la otra, ¡era obvio que, para su desgracia, los maquinistas tuvieron diferentes ideas sobre lo que había que hacer!
Algunos  han especulado en que no hubiera habido pérdidas humanas, si los maquinistas se hubieran puesto de acuerdo en la dirección a seguir.
Haga una decisión hoy con su cónyuge, de que los dos se moverán a través de la vida en la misma dirección de Dios, y después manténganse cerca de los controles de la mente.
La dirección de su concepto de la vida puede determinar el curso de su matrimonio.
Proverbios 4:23
Sobre todas las cosas, cuida tu corazón porque de él mana la vida.