sábado, 30 de agosto de 2014

¿Cómo deben interpretar los cristianos consultar a los médicos?

Los médicos son mencionados cerca de una docena de veces en la Biblia. Y el único verso que podría ser tomado fuera de contexto, para enseñar que uno no debería consultar a los médicos, sería 2 de Crónicas 16:12 “En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos.” Pero este caso en particular de los últimos años de Asa, es significativo de toda la actitud de su vida (el haberle dado la espalda a Dios).
Hay muchos versos que hablan de utilizar “tratamientos médicos” como, la aplicación de vendajes (Isaías 1:6), aceite (Santiago 5:14), aceite y vino (Lucas 10:34), hojas (Ezequiel 47:12), tomar algo de vino (1 Timoteo 5:23), y ungüentos, particularmente el “bálsamo de Galaad” (Jeremías 8:22). Así mismo, Lucas, el autor de los Hechos y el Evangelio de Lucas, es mencionado por Pablo como “el médico amado” (Colosenses 4:14).
Marcos 5:25-30 relata la historia de una mujer que tuvo problemas con un sangrado continuo, un problema que los médicos no habían podido curar, a
unque ella había consultado a muchos de ellos y gastado todo lo que tenía. Viniendo a Jesús, ella pensó que solo con tocar el borde de su manto sería sanada, y así sucedió.

La confianza en Dios - Reflexiones

Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos,
aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento…
con todo, yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en el Dios de mi salvación…
El Señor es mi fortaleza. Habacuc 3:17-19.
En el muro de un campo de concentración, en un país totalitario, se halló esta inscripción: "Creo en el sol, aunque no brille. Creo en el amor, aun cuando no lo sienta. Creo en Dios, aunque permanece silencioso". ¡Hermoso testimonio de la confianza que poseía el autor de estas frases! Aunque todo parecía perdido, ese creyente no se rebelaba.
A menudo, cuando atravesamos momentos difíciles, somos proclives a quejarnos y a dudar de nuestro Dios. Asaf, el autor del Salmo 73, había tenido pensamientos similares: “He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia (versos 12-13).
El silencio aparente de Dios lo llevaba a desalentarse, pero Dios no lo dejó en este dilema, sino que lo llevó a elevarse por encima de las circunstancias: “Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí, hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos(16-17). Ante todo, él experimentó en sí mismo este versículo: “La roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre… en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien(26-28).
Imitemos a este tipo de hombres de fe y aprendamos, hasta en las dificultades, a vivir en la comunión y la paz de nuestro Salvador.

Paciencia

Paciencia es lo que necesita el sembrador cuando deposita una semilla bajo la tierra, esperando lentamente que su flor crezca y que su producto rinda fruto. Anhelando ver resultados, deseando una abundante cosecha. Paciencia es la que a veces parece que se nos agota, cuando la incertidumbre de no ver resultados nos causa frustración y gran tristeza. 
pacienciaAsí como una semilla que sembramos bajo tierra y no logramos ver cómo van brotando adentro sus raíces, pero con una fe plena de certezas confiamos en que a su debido tiempo producirá resultados, así es como desarrollamos la paciencia.
La paciencia produce en nosotros perseverancia y hace que desarrollemos características que nos preparan para hacernos más fuertes ante las pruebas de la vida. Si hay alguien que conoce lo que es esperar pacientemente, ese es el desierto. El desierto siempre ansía que la lluvia acaricie su arena.
Pero cada estación tiene su tiempo. La primavera espera al verano, el verano al otoño y el otoño al invierno. El sol sale por la mañana, luego va desapareciendo en el ocaso para que llegue la noche inundada de estrellas. También la luna tiene que pasar por procesos para estar llena. Espera lentamente su crecimiento, para en su debido momento brillar con el fulgor más bello.
Nunca dijo nadie que la espera sería fácil, porque la espera generalmente es lenta. De hecho, en muchas ocasiones es dolorosa y sin embargo, su fruto puede resultar abundante. Además, la paciencia lleva consigo insistencia y la insistencia a su vez, nos hace fuertes como rocas.

La Recompensa de ser Dadivoso

Hoy miré en un vídeo una pequeña reflexión. Un niño tenía enferma a su mamá y no teniendo dinero, fue a una tienda y robó una medicina para curar a su madre, pero lo descubrió la dueña del lugar. Ella gritándole, le dijo ¿qué estás robando?, y él apenado, bajo su cabeza, mientras el esposo de la señora le preguntó ¿está enferma tu mamá?
Él dijo que sí meneando su cabecita. El hombre tomó la medicina y añadió una sopa de vegetales y se las dio. Pasado el tiempo, este hombre cayó enfermo y lo llevaron al hospital, con medicinas y operaciones muy costosas. La cantidad de 25500 dólares era enorme para ellos, su hija estaba afligida por tan gran suma, pero al siguiente día encontró otra factura en la camilla del padre de ella, que decía: saldo de su cuenta 0 dólares, pagada. ¿Quién la pago? El doctor que atendió a su padre, ¿quién era este doctor?, el niño al que hace tiempo él le había dado la medicina y la sopa de vegetales para su madre.

Alguien necesita de ti

Raquel estaba algo deprimida por la situación que estaba atravesando. Un día buscó a su mejor amiga para contarle lo que le sucedía, pero la amiga no paraba de hablar y empezó a relatarle su vida; nunca escuchó lo que Raquel quería decirle.
¡Cuántos de nosotros hemos cometido este error al creer que, nosotros somos más importantes y que a nadie le podría estar pasando algo peor que a nosotros!; nos volvemos egoístas y creemos que todos deberían estar consolándonos.
Nabal era un hombre perverso y egoísta. Cuando David estaba en el desierto, envió a 10 jóvenes a pedir a Nabal comida y bebida para su ejército y Nabal se negó rotundamente, no quiso compartir lo que tenía en abundancia. No consideró que anteriormente, David y sus soldados cuidaron a todo su ganado y a los pastores que tenía, para que ningún animal o ladrones los atacasen.
Nabal se portó de forma muy egoísta y a Dios no le agradó esto ya que después de que este hombre rechazara ayudarlos murió. En cambio, su esposa Abigail al enterarse de lo que su esposo había hecho, inmediatamente preparó todo para llevárselo a David, y Dios recompensó a esta mujer por su generosidad. (1 Samuel 25) Abigail fue una mujer que agradó a Dios, pues su generosidad fue muy grande.