viernes, 11 de julio de 2014

El Poder de La Oración, ¿lo sabemos todo?

¡Dios aún está en el trono y la oración cambia las cosas!
La oración genera poder ilimitado para beneficiarte y beneficiar a otros. Cambia el mundo a tu alrededor. Renovarás tu vida espiritual.
Los principios básicos de la misma son los que siguen. 
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Dios no concibe la oración como un rito, sino como un animado intercambio, un diálogo afectuoso entre buenos amigos.
Lamentablemente, hoy en día impera la idea de que no es posible hablar con Dios en estos términos. Algunas personas piensan que, su falta de religiosidad les impide acercarse de este modo al Creador. Otras tienen la idea de que el Padre Celestial es tan sublime, que se encuentra totalmente alejado de nuestra realidad.
pp-oracion20Hay quienes piensan que Él tiene mucho que hacer como para preocuparse por ellos y sus problemas, y que las cuestiones terrenales carecen de importancia para Él. 
Algunos se consideran indignos o muy imperfectos. Otros se sienten culpables o avergonzados de ciertos actos que han cometido. Y hay quienes incluso le tienen miedo.
¡Ojalá comprendieran que Él lo ve todo con ojos muy distintos!
El Señor desea mantener una relación personal con cada uno de nosotros. Quiere que ésta constituya el aspecto más profundo, trascendental, satisfactorio y gratificante de nuestra vida.
Esto no significa que se proponga restar importancia a las demás relaciones  y actividades que nos ocupan tiempo y que consideramos importantes. Todo lo contrario: quiere formar parte de ellas.
Pretende facilitarnos la vida cotidiana, dar un nuevo sentido a nuestras vivencias, y además, disfrutar de ellas al lado nuestro.
En resumidas cuentas, quiere realzar nuestras existencia y añadir toda una nueva dimensión a cuanto hacemos por medio de Su amorosa presencia.
Pero, ¿cómo se entabla una relación fluida con el Padre Celestial, sobre todo cuando uno se considera insuficiente y poco espiritual?

Rodeado pero No Vencido - Reflexiones

Sabremos si nuestra actitud es apropiada, cuando actuemos como el modesto hombre de negocios cuya tienda de ropa estaba amenazada con desaparecer y en consecuencia, obremos.
La tienda de una cadena nacional se había instalado allí y había adquirido todas las propiedades inmuebles de su manzana. Y un hombre muy particular, se rehusó a vender. ---Muy bien, entonces construiremos a su alrededor y lo sacaremos del negocio, le dijeron los competidores.
Llegó el día en que el pequeño comerciante se encontró encerrado, con una nueva tienda por secciones, rodeando por ambos lados a su pequeño negocio. Los cartelones de los competidores anunciaban ¡Gran inauguración!
refle crisis15dPero el comerciante puso un cartel a todo lo ancho de su tienda, que decía: Entrada principal.
Los grandes líderes surgen cuando suceden las crisis. En las vidas de las personas que triunfan, vemos repetidamente, terribles problemas que les fuerzan a levantarse más arduamente, por encima del promedio común.
No sólo encuentran respuestas, sino que descubren un tremendo poder dentro de sí mismas. Como el agua subterránea produce olas muy adentro en el océano, esta fuerza interior explota en una poderosa onda, que hace que las circunstancias parezcan superarse. Así traspasa el límite el deportista, el autor, el estadista, el científico o el hombre de negocios.
Alguien dijo: "Hay mucha seguridad en el cementerio; anhelo las oportunidades".
Siempre hay una salida frente a las crisis de la vida. La clave para encontrar la puerta de salida esta siempre en nuestra actitud. ¿Cuál es la tuya?

Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. Salmos 121:8
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. I Corintios 10:13

El proceso de la visión

EL SEXTO PRINCIPIO

El sexto principio en nuestros Doce Principios de la Visión, es que nosotros debemos entender el proceso de la misma. Es decir, Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas, sin embargo, Él hace que estos planes se den de manera gradual. Dios nos dice hacia dónde ir con nuestras visiones, pero pocas veces nos dice cómo nos llevará exactamente allí. Él nos da el propósito, pero no explica el proceso completo.
Proverbios 16:9, dice: “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová enderezará sus pasos”.
Fíjate en la palabra “pasos”. Dios no dijo que Él dirigiría nuestros brincos, sino nuestros pasos. No hay una manera acelerada para obtener la visión de Dios. Él nos dirige paso a paso, día a día, por medio de diversas pruebas y oportunidades de edificación de nuestro carácter, mientras nos mueve hacia nuestros sueños.

¿Por qué nos dirige Dios de esta manera? Porque Él no quiere simplemente que ganemos; Él quiere que ganemos con estilo. El deseo de Dios es formar gente con carácter y combatiente; gente que pueda decir: “Dios no solo me indujo esta visión. Él me cualificó para ella”.
En el momento que recibimos nuestras visiones aún no estamos listos para ellas. No tenemos la experiencia o el carácter preciso para ellas. Dios podría completarlas rápidamente, pero lo que Él desea es hacerlas por medio de nosotros, Él quiere prepararnos para recibirlas, pero antes, trabajar para ellas. Esta es la manera en la cual el Señor trabajó en las vidas de los grandes líderes de la Biblia, y es la manera como todavía trabaja hoy.

"Padre, he visto en mi vida que no hay prisa para obtener Tu visión. Tú tienes un plan para dirigirme paso a paso a donde necesito estar. Ayúdame a tener paciencia y fe para confiar en Ti en cada paso del camino. En el nombre de Jesús, amén".
Debemos entender que la visión es un proceso.

DIOS ESCOGE LA RUTA

Preguntémosle a Dios: “¿Por qué necesito ir de esta manera? No me gusta esta ruta”. Él nos contestará que la ruta va hacer dos cosas por nosotros:
1. Desarrolla nuestro carácter.
2. Produce responsabilidad en nosotros.
No nacimos con estas cosas; tenemos que aprenderlas. Además, si Dios nos fuera a mostrar la ruta completa hacia donde vamos, podríamos decir: “Me quedaré donde estoy ahora”.

Fíjate en la vida de José por ejemplo. Cuando tenía diecisiete años, tuvo un sueño de parte de Dios, en el cual su padre, madre y hermanos se arrodillaban ante él (Génesis 37:9-10). José pensó para sí mismo: “¡Sí! Me gusta este sueño”. Dios le había dado una visión, sin embargo, no le dijo cómo iba a hacerla. Suponiendo que Dios le hubiera dicho: “José, vas a convertirte en un gran gobernante, y esto es lo que Yo he planeado para ello: tus hermanos te van quitar el derecho a tus ropas favoritas; te van a lanzar a un pozo y te van a vender como esclavo. Luego, la esposa de tu patrón va a mentir acerca de ti, acusándote de violación, y tu patrón te va a meter en la cárcel, donde quedarás olvidado por mucho tiempo. Pero finalmente saldrás de allí”.
Si Dios le hubiera dicho eso, José probablemente hubiera replicado: “Me quedo como pastor. Estoy feliz donde estoy ahora”.

Dios protege nuestras visiones, al dirigirnos de acuerdo a Su ruta y Su tiempo.
"Padre, Tú estás comprometido conmigo a completar la obra que empezaste en mí. Gracias por desarrollar mi carácter y la responsabilidad en mi vida. En el nombre de Jesús, amén".
Tú debes aprender a prepararte para lo que Dios ya dijo que venía.

¡Diga la verdad! - Reflexiones

Una vez, una maestra de escuela dominical le dijo a su clase de adultos: “El próximo domingo voy a dar una lección muy importante. Quiero que antes, todos lean el capítulo 17 del Evangelio de San Marcos”. Los alumnos asintieron.
El domingo siguiente la maestra les dijo: Por favor, los que leyeron el capítulo 17 del Evangelio de San Marcos levanten la mano. Casi todos la levantaron.
Entonces, la maestra dijo: “Muy interesante, de verdad. El Evangelio de San Marcos tiene sólo 16 capítulos. Pero al menos sé que mi lección va a dar en el blanco. Hoy voy a enseñar sobre lo que dijo Jesús de mentir”.
Quizá el mayor castigo por mentir no esté en que una persona sea agarrada mintiendo, sino que el castigo, “escondido”, para un mentiroso, es que nunca cree verdaderamente lo que dice otra persona.
¡Diga la verdad!  A la larga sufrirá menos bochornos y emocionalmente, se sentirá mejor.  Aunque el decir la verdad le traiga un dolor temporal, Dios honrará su valor y le bendecirá por hacer lo correcto.
El problema con decir la verdad a medias es que se está acostumbrando a que lo descubran.

Proverbios 19:5
El testigo falso no quedará sin castigo, y el que habla mentiras no escapará.

La última tentación - Tentado en la seducción (5)

La tercera tentación estuvo ligada a la seducción. “… le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote me adoras” (Mateo 4:8-9). Le desplegó una visión panorámica de todos los reinos de la Tierra. Cuando Mateo dice “le mostró” usa la palabra deiknymi (δείκνυμι), que algunas veces, como ésta, tiene la connotación de “explicar, demostrar o convencer”. 
El tentador tratará de convencernos. Pero si estamos seguros de en quién hemos creído, venceremos. Le mostró “los reinos del mundo y la gloria de ellos”. La palabra gloria es en griego doxa (δόξα), que significa poder, influencia y fama. ¿En qué consistía esa seducción? En “obténgalo ahora; sin precio; sin sufrimiento; sin esperar; sin procesos; sin caminar tanto. Ahora mismo, solo un gesto de adoración y ¡listo!”.
El “si condicional” que el diablo utiliza aquí, es diferente a los otros dos anteriores de los versículos 3 y 6. El “si” del verso 9 en griego es ean (ἐάν), mientras que en los versos 3 y 6 es ei (εἰ). Este “si” sugiere que Satanás no está seguro de la decisión del Señor, pero piensa que, probablemente se arrodillará ante él. Esta seducción es idolatría. Idolatría es todo aquello que le quita el lugar, el tiempo y la prioridad a Dios. 
Muchos líderes, en su fragilidad, están cayendo en esta última tentación. El éxito los arranca de sus hogares y de su relación con Dios. Sacrificar convicciones por mejoras salariales, puestos políticos o fama es una sutil seducción. Pero el Señor, con autoridad, contesta: “¡Vete, Satanás! Porque al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás”, ahora cita Deuteronomio 6:13. Es en esta tentación, cuando el Señor lo llama Satanás, que significa adversario. Esta es la primera vez en Mateo que aparece la palabra Satanás. En otras palabras: “eres un adversario y no puedes usurpar el lugar que solo le pertenece a Dios”. Un final de gloria, “… he aquí ángeles vinieron y le servían”. El verbo servían, aquí es diakoneō (διακονέω) que se traduce como “atender sus necesidades”.