lunes, 7 de julio de 2014

Sabiduría para las pruebas de la vida

¿Por qué Dios permite que pasemos por tiempos difíciles? A veces, los cristianos creemos que si estamos siguiendo al Señor, Él debe protegernos de los problemas. Pero Jesús nunca prometió a sus discípulos una vida fácil y cómoda. Por el contrario, les dijo que esperaran tribulaciones (Juan 16.33). Después de todo, Cristo mismo no estuvo exento de aflicciones. Él fue llamado “varón de dolores” (Is 53.3).
Las pruebas han sido la experiencia común de la humanidad a lo largo de la historia. Al recordar estas situaciones desde la perspectiva de Dios, podemos tener una mejor comprensión que nos ayudará a reaccionar sabiamente en el futuro. El Señor utiliza las dificultades para lograr algo bueno en nuestras vidas, pero el experimentar estos beneficios dependerá de nuestra respuesta. 
Tenga la actitud correcta
¿Cómo reacciona usted cuando experimenta alguna dificultad o aflicción? ¿Se lamenta y autocompadece? ¿Se enoja y culpa a otros de sus problemas? Todas estas reacciones llevan a la desdicha, pero Santiago 1.2-6 (Reina Valera Contemporánea – RVC) presenta una perspectiva totalmente diferente en cuanto al sufrimiento: “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuanto estén pasando por diversas pruebas” (verso 2).
Algunos pueden leer ese versículo y pensar: ¡Qué declaración tan absurda! Las pruebas y las lágrimas van juntas. ¿Cómo es posible tener gozo en ellas? Pero Santiago entiende algo sobre el sufrimiento que nosotros debemos saber. La palabra considérense es sinónimo, en este caso, de la palabra “estímense”. Santiago no nos está diciendo que nos deleitemos en la aflicción y que nos sintamos felices, sino que estimemos nuestras pruebas como una oportunidad, para recibir las bendiciones que Dios nos ha prometido cuando reaccionamos sabiamente.
Si está dispuesto a ver la situación dificultosa que esté sufriendo, con gozo, descubrirá la bondad de Dios en medio del sufrimiento. A diferencia de la felicidad, el gozo no depende de las circunstancias agradables, porque lo produce el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Determine la causa
Saber cómo se inició la prueba puede ayudarle a entender la manera sabia de reaccionar. Dado que nuestros problemas se originan de fuentes diferentes, necesitamos adecuar nuestras respuestas según el caso. Cada vez que se halle en una dificultad, pídale al Señor que le ayude a determinar la causa y la respuesta conveniente. He aquí algunas fuentes comunes de dificultades.
Uno mismo. A veces nos metemos en problemas por nuestras propias decisiones o acciones. Podemos encontrarnos en una dificultad, simplemente porque hemos plantado la semilla problemática y ahora estamos cosechando lo que hemos sembrado (Gálatas 6.7,8). La bueno es que si nos arrepentimos y humillamos, el Señor nos rescatará de nuestro fracaso y nos enseñará lecciones valiosas.
Los demás. Pero también hay veces en que nuestros problemas son resultado de las decisiones o la conducta de otra persona. Tal vez el proceder de un ser querido le ha causado sufrimiento, o tal vez un enemigo está difamándole. En cualquier caso, su tarea es perdonar a quienes le hagan mal y buscar la sabiduría de Dios para hacer frente a la situación, de una manera que le honre a Él.
El mundo. Muchas de nuestras pruebas son simplemente, el resultado de vivir en un mundo caído. Se producen accidentes, las personas se enferman, los desastres naturales nos golpean, estallan guerras; y no tenemos control sobre nada de esto. Nuestra esperanza es que un día, cuando Cristo vuelva, todo esto terminará y viviremos en paz. Mientras tanto, recurrir al poder sustentador del Espíritu Santo nos permitirá reaccionar de una manera que atraiga a otros al Salvador.
Satanás. También tenemos un adversario que quiere devorarnos. El diablo está tratando constantemente de debilitar nuestra fe, arruinar nuestro testimonio, y hacernos inútiles para el reino de Dios. Pero no estamos indefensos ante sus arremetidas. Dios nos ha dado su armadura espiritual para protegernos de los ataques del enemigo (Efesios 6.11).
Dios. Porque el Señor es soberano sobre todas las cosas, ninguna prueba puede tocarnos a menos que Él lo permita. Nuestro Padre celestial sabe que algunas veces, la única manera como podemos crecer espiritualmente es a través del sufrimiento. El dolor puede agudizar nuestra sensibilidad a su presencia y darnos oídos cuando antes hemos sido sordos a su voz. Nos revela los pecados ocultos, y nos purifica de la manera que el fuego refina al oro. Desde el punto de vista humano, las pruebas duelen; pero desde la perspectiva de Dios, son un puente para relacionarnos más estrechamente con Él.

La última tentación - Tentado con doble propósito (2)

No hay tentación sin propósito. Toda tentación tiene un doble propósito. Uno negativo y otro positivo. 

-Propósito negativo: “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo” (Lucas 4:1-2 NVI). El Señor, primero, fue bautizado y lleno del Espíritu. El evangelista Marcos agrega que “Enseguida el Espíritu le impulsó a ir al desierto”. El hecho de que la tentación viniera inmediatamente después de su bautismo y llenura tiene un profundo significado. El tentador buscó la oportunidad de obstaculizar la realización de la tarea, confirmada para Jesús en el bautismo, la tarea de un ministerio lleno del Espíritu. El tentador trató de derrotarlo para llevarlo a la desobediencia a Dios, y así convertir su tarea encomendada en una misión imposible. El tentador, como lo hizo con el Señor Jesús, siempre quiere llevarnos a la desobediencia, a vivir fuera de los principios de Dios. 

-Propósito positivo: “y fue llevado por el Espíritu al desierto”. Allí fue tentado. “¿Por qué el Espíritu lo llevó allí donde sería tentado?” No olvidemos nunca dos cosas: primero, Dios controla todo lo que ocurre, Dios quería que fuera así, y segundo, las pruebas, tentaciones y crisis, son herramientas en sus manos para construir el carácter de sus hijos. 

Toda tentación tiene, además de un propósito negativo diseñado por el tentador, un propósito positivo permitido por Dios. El propósito positivo se contempla como cuando recordamos que Adán perdió su libertad, su propósito en la vida y su pureza en una tentación en el jardín, según el libro de Génesis; y Jesús, como el segundo Adán, venció la tentación en un desierto. El primer propósito, positivo, fue recuperar en un desierto lo que el primer hombre, al ceder a la tentación, perdió en un jardín. La tentación no es tan mala cuando se ve desde la perspectiva de Dios. Vencer la tentación diaria puede ser el camino para recuperar lo que perdimos en circunstancias mejores, por nuestra desobediencia. 
Se puede preguntar, entonces: “¿Hay una segunda oportunidad con Dios? Porque yo una vez cometí un terrible pecado y no me puedo levantar”. -“Nuestro Dios es Dios de oportunidades. Hay una segunda oportunidad. Quizás lo que perdió en el jardín va a tener que rescatarlo en el desierto de la soledad, la sequedad, el dolor y la pena, pero allí puedes vencer y recuperarlo”. El paraíso se perdió en un jardín y se recuperó en un desierto. 

¿Qué significa entrar en la presencia de Dios?

Entrar en la presencia de Dios es estar en comunión con Dios. Y comunión significa intimidad con nuestro Padre celestial.
En nuestras Iglesia, esta frase se usa para referirse a la adoración y a la oración. Muchos no entienden lo que realmente significa porque a menudo declinan hacer una auténtica reverencia a Dios. Al no haber arreglado las cuentas con Dios en la semana, y llegando el domingo, apresuradamente piden perdón camino a la iglesia.
Al llegar a la puerta ya se está listo para unirse en oración a los otros creyentes. Tratan a la preciosa sangre de Jesús, como si cubriera temporalmente sus inmundicias, y así pecar una y otra vez, en lugar de amar a Jesús; hacemos uso de Él.
Pero Dios no quiere que lo usemos a Él como un seguro de protección contra el infierno. Él quiere una relación, no una religión. Él quiere ser un Padre para nosotros. Quiere comunión con nosotros.
Entrar en la presencia de Dios es estar en comunión con Dios. Comunión significa intimidad con nuestro Padre celestial, por medio de la cual expresamos nuestro amor por Él, descubrimos Su voluntad, y, entonces la hacemos. Es entrar en la mente y el corazón de Dios mismo, para llegar a ser uno con Él y Sus propósitos. En este sentido, acercarse más a Dios no es sencillo.

Internet, ventajas y desventajas para los creyentes

Proverbios 22:12 “Los ojos de Jehová velan por la ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores”.
Estamos en un tiempo en el que hay muchas innovaciones tecnológicas que nunca imaginamos tener. Hace tiempo no imaginábamos tener teléfonos móviles que tomaran fotografías o que capturaran vídeos. No nos imaginamos que iban a existir los Ipod, los mp4, memorias flash USB, vídeo-conferencias por Internet, entre otras.
Pero ante tantos adelantos que existen hoy en día, ¿cómo estamos reaccionando?, ¿estamos usando estos adelantos para bien? o ¿todo esto lo que está haciendo es que nos volvamos adictos a ellos?
¿Cómo tengo que manejar esto? o más bien, ¿cómo quiere Dios que maneje todo esto? Por esto vamos a tratar un tema actual, que todos, seguramente, lo hemos utilizado y es internet.
LAS VENTAJAS DE INTERNET.
Hablar de Internet es hablar de muchas ventajas que nos ayudan a muchas cosas, ventajas que si las sabemos usar para bien, han de ser de gran ayuda para nuestro diario vivir en todos los ámbitos que nos movamos. Estas ventajas pueden ser:
1. Ayuda en nuestros estudios académicos: Hoy en día el 90% de los estudiantes utilizan Internet para la investigaciones académicas. Internet ha venido a facilitar los trabajos que antes tardábamos semanas en investigar, y que ahora lo podemos hacer en minutos.
2. Ayuda en cuanto a lo Espiritual: Alguien que sea un cristiano extremista podría decir: ¿Qué ayuda podríamos encontrar en Internet? Definitivamente no todo internet es pornografía, brujería, satanismo, música mundana, etc. Hay muchos sitios web que son de mucha bendición para nuestra vida, sitios en donde Dios nos puede hablar a través de una alabanza, vídeos, caricaturas, películas y temas escritos. En internet podemos buscar muchos recursos cristianos, que bendecirán nuestra vida y que nos ayudarán al crecimiento espiritual, y todas las webs y blogs que forman esta red cristiana.
3. Ayuda en diversas areas: En Internet podemos encontrar de todo, desde el proceso de embarazo de una persona, hasta las consecuencias de muchas enfermedades o el por qué de ellas. Podemos encontrar todo lo que busquemos, por extraño o risible que parezca. También podemos comunicarnos con familiares en cualquier parte de mundo. Definitivamente Internet es un gran recurso cristiano, si lo vemos desde una perspectiva cristiana.
Ahora bien, por otra parte, si no utilizamos para bien Internet, éste puede causarnos problemas espirituales tremendos, como ataduras que nos pueden llevar a la derrota espiritual.

Mi Refugio - Reflexiones

Ir a buscar comida de fiado nunca fue ni será algo cómodo. Al contrario, en algunos casos despierta vergüenza. Al fin y al cabo se trata de un favor.
–Lo siento, don Aníbal. Ya tiene una cuenta bastante grande y, perdóneme la franqueza, no veo que consiga trabajo, le dijo el propietario del negocio.
–Pero lo he intentado, repuso el hombre.
–No lo dudo, don Aníbal, pero sé que me comprenderá. Es mi negocio. No puedo dejarme mover por el corazón…, y dio la espalda para atender a un cliente que llegaba.
Aquél día razonó en que cuando no hay solidez económica, cuando menguan los recursos, todos quieren hacerse a un lado. Es como si dijeran: “No queremos estar junto a los fracasados”.
Llegó a su casa dispuesto a seguir adelante. No podía permitirse el lujo de contagiar a su familia con el desánimo. Prometió ir en “busca de algo”. Y aunque arrastraba los pies con desgana, reemprendió la tarea de buscar trabajo.
Le embargaba la firme convicción de que, aunque llevaba tres semanas en la misma tarea, Dios lo socorrería. Y la respuesta se produjo. Consiguió trabajo en un taller mecánico. Lavaba repuestos con gasolina y poco a poco, pudo ponerse al día saldando la totalidad de las deudas.
Los problemas amenazan con robarnos la paz. Sin embargo, cuando depositamos la confianza en Aquél que todo lo puede, logramos salir de la crisis. No permita que lo embargue la desesperación. Busque una salida. Está en Dios. Él está con nosotros. Nos extiende su mano brindando la ayuda que necesita.
Salmo 31:1,2
“En ti Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame. Inclina a mi tu oído y acude pronto a socorrerme. Sé tu mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación”.