jueves, 19 de junio de 2014

Todos son Importantes - Reflexiones

Cierto día, un capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban. Empezaron a discutir sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.
Como la discusión se tornó acalorada, el capitán decidió que cambiarían de trabajo por un día. El jefe de ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de máquinas.
Al cabo de unas pocas horas de haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de máquinas. Venía sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de grasa y aceite.
-Jefe, le dijo, creo que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo hacer que los motores anden. 
-Por supuesto que no puede, le dijo el jefe de ingenieros. acabo de encallar el barco.
Qué tontería es, en la vida, cuando comenzamos a creer que somos únicos y que el mundo depende sólo de nosotros. En la vida estamos rodeados de personas y cada uno tiene un papel vital que desarrollar. Debemos aprender a considerar al otro, saber que cada uno es experto en algo y que solo cuando nos unimos, el barco de la vida puede marchar. Dios nos ha dado dones y capacidades a cada uno, pero dejemos siempre que Él sea el único capitán del barco posible.
1 Corintios 1:10
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Colosenses 2:2
Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.

Tiempo de Agradecer

¡No tengo dinero para prestarte! Fue la declaración de una joven mujer ante la quiebra económica de su madre…
Con vehículos y una hermosa casa propia, tierras, bienes… y después de haber sido alimentada, cuidada y educada por sus progenitores, su osada respuesta fue: ¡NO TENGO!
Fingió pasar una mala etapa económica,...¡habiendo heredado todo de sus padres! La madre, siempre comprensiva, dijo: mi pobre hija no tiene, no me puede ayudar…
Una de las palabras favoritas de mi escaso vocabulario es: ¡GRACIAS! Palabra que, muy poco suelo escuchar o leer. Porque “gracias" se dice con la boca, pero también con los hechos. No sé si hay algo más encantador y esperanzador que encontrarnos con una persona agradecida.
El caso es que, no podemos esperar que el milagro del agradecimiento suceda… pues el ser humano ni siquiera agradece a su Creador.
Seguro que la falta de agradecimiento se produce, al mirar el fruto de nuestro trabajo y convencernos de que somos nosotros quienes hemos logrado todo. Entonces creemos que somos dioses.
La Biblia dice en Salmo 103:2, "Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios".
Aquí el Salmista se da una orden a sí mismo y dice: ¡BENDICE ALMA MÍA A JEHOVÁ!, es decir, glorifica al Señor, reconócelo en todos tus caminos.

S.O.S.

“Dedíquense a la oración con una mente alerta y un corazón agradecido” Colosenses 4:2 (NTV)
Una historia cuenta que en una noche de 1968, el piloto de un avión de pasajeros con destino a Nueva York, se dio cuenta de que el tren de aterrizaje de su jet estaba trabado. Se acercaba cada vez más a su destino, y continuaba luchando con los controles tratando de que las ruedas cayeran en su lugar, pero sin éxito. Mientras daba vueltas alrededor del aeropuerto, pidió instrucciones a la torre de control. El personal de tierra, respondiendo a la inminente crisis, roció la pista con espuma y los vehículos de emergencia se colocaron en posición. Le dieron instrucciones al piloto de que aterrizara lo mejor que pudiera.
La tripulación pidió a los pasajeros que se prepararan para lo peor y se colocaran en posición de descenso. Momentos antes del aterrizaje el piloto anunció por el intercomunicador: “Estamos comenzando nuestro descenso final, es mi obligación informarles que si creen en Dios, deben comenzar a orar”. Entonces, el avión hizo un aterrizaje de emergencia con la panza, y milagrosamente, se detuvo sin causar daños a los pasajeros.
Si aquel piloto no se hubiera encontrado en ese percance, en esa crisis ese día, sus pasajeros nunca hubieran utilizado el recurso más importante que tenían: la oración. Pero, ¿no ocurre lo mismo con la mayoría de las personas? Mientras todo va bien, rara vez piensan en hablar con Dios, pero cuando el asunto es de vida o muerte, se vuelven a Él para pedir ayuda.

¿El Cielo es real? - ¿Cómo es el cielo?

Verdaderamente, el cielo es real. La Biblia nos dice que el cielo es el Trono de Dios (Isaías 66:1Hechos 7:48-49Mateo 5:34-35). Después de que Jesús resucitó y se apareció en la tierra a sus discípulos, “…fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.” (Marcos 16:19Hechos 7:55-56). “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.” (Hebreos 9:24). Jesús no sólo entró por nosotros como precursor, sino que Él vive y tiene un ministerio actual en el cielo, sirviendo como nuestro sumo sacerdote en el verdadero tabernáculo hecho por Dios (Hebreos 6:19-20,8:1-2).
También Jesús mismo nos dijo que hay muchas moradas en la casa de Dios y que Él ha ido antes que nosotros para prepararnos un lugar. Tenemos la seguridad de Su palabra, de que un día Él regresará a la tierra y nos llevará donde Él está en el cielo (Juan 14:1-4). Nuestra creencia de un hogar eterno en el cielo está basada en la promesa explícita de Jesús. El cielo es definitivamente un lugar real. El cielo existe de verdad.

Cuando la gente niega la existencia del cielo, no sólo niegan la palabra escrita de Dios, sino que también niegan los anhelos más profundos de sus propios corazones. Pablo se dirige a los corintios respecto a este mismo tema, animándolos para asirse a la esperanza del cielo, a fin que no se desanimen: “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.” (2 Corintios 5:1-4). Él los exhorta a poner su mirada más allá, en su hogar eterno en el cielo, una perspectiva que les permitiría soportar las pruebas y desilusiones de esta vida. “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:17-18).
Así como Dios puso en el corazón de los hombres el conocimiento de que Él existe (Romanos 1:19-20), también los “programó” para desear el cielo. Es el tema principal de incontables libros, música y obras de arte. Desafortunadamente, nuestro pecado ha bloqueado el camino al cielo. Puesto que el cielo es la morada de un Dios santo y perfecto, no hay lugar ahí para el pecado, ni puede ser tolerado. Afortunadamente, Dios ha provisto para nosotros la llave que abre las puertas del cielo – Jesucristo. Todos los que creen en Él y buscan el perdón de sus pecados, encontrarán las puertas del cielo abiertas para ellos de par en par. “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de Su carne, y teniendo un gran Sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” (Hebreos 10:19-22).

¡Calma..! - Reflexiones

Después del 11 de septiembre, una compañía invitó a los miembros de otras compañías afectadas por el ataque a las Torres Gemelas, a compartir el espacio disponible de su oficina.
En una reunión de la mañana, el jefe de seguridad contó historias de cómo había gente que estaba viva, y todos estaban vivos por pequeños detalles, como por ejemplo:
*Al director de una compañía se le hizo tarde, porque fue a comprar un chocolate kinder para su hijo.
*Otro compañero estaba vivo porque le tocaba llevar los donuts.
*Una mujer se retrasó porque su despertador no sonó a tiempo.
*A uno se le hizo tarde porque se quedó atascado en la carretera, en la que había un accidente.
*Otro perdió el autobús.
*Alguien le tiró comida encima y perdió tiempo en cambiarse .
*A uno tuvo su coche no le arrancó.
*Una se volvió para contestar el teléfono.
*¡Otra tuvo un bebé!
*Otro no consiguió un taxi.
*Pero, el que más me impresionó, contó, fue un señor que se puso un par de zapatos nuevos esa mañana, pero antes de llegar al trabajo le había salido una ampolla. Se detuvo en la farmacia a comprar unas tiritas. Por eso está vivo hoy.
Ahora, cuando me quedo atascado en el tráfico… pierdo un ascensor… me vuelvo para contestar el teléfono … todas esas cosas que me desesperan, pienso: Este es el lugar exacto en el que Dios quiere que esté en este preciso momento.