lunes, 9 de junio de 2014

¿Es la salvación por fe solamente, o por fe más obras?

Esta es tal vez, la pregunta más importante en toda la Teología Cristiana. Esta pregunta es la razón de la Reforma – la división entre la iglesia Protestante y la iglesia Católica. Esta pregunta es una diferencia clave entre el Cristianismo Bíblico y la mayoría de las sectas que profesan ser “Cristianas”. ¿Es la salvación por fe solamente, o por fe más las obras? ¿Soy salvo solamente creyendo en Jesús, o tengo que creer en Jesús y hacer ciertas cosas?

El asunto de la fe sola o de la fe más obras, se ha hecho difícil a causa de algunos pasajes de la Biblia difíciles de conciliar. Compare Romanos 3:28, 5:1 y Gálatas 3:24 con Santiago 2:24. Algunos ven una diferencia entre Pablo (la salvación es por fe solamente) y Santiago (la salvación es por fe más obras). En realidad, Pablo y Santiago no discrepan en esencia. El único punto de disconformidad que algunas personas dicen que tienen, es sobre la relación entre la fe y las obras. Pablo, dogmáticamente dice que la justificación es por fe solamente (Efesios 2:8-9), mientras que Santiago parece estar diciendo que la justificación es por fe más obras. Este aparente problema es resuelto con exactitud, al examinar de qué estaba hablando Santiago. Santiago refutaba la creencia de que una persona pudiera tener fe sin producir ninguna buena obra (Santiago 2:17.18). Santiago enfatiza el punto de que, la fe genuina en Cristo va a producir una vida cambiada y buenas obras (Santiago 2:20-26). Santiago no está diciendo que la justificación sea por fe más obras, sino que más bien una persona verdaderamente justificada por fe va a tener buenas obras en su vida. Si una persona dice ser un creyente, pero no tiene buenas obras en su vida, es probable que no tenga una fe genuina en Cristo (Santiago 2:14,17,20,26).

El tamaño de las personas - Reflexiones

Los tamaños de las personas varían conforme el grado de su compromiso…
Una persona es enorme para uno, cuando habla de lo que leyó y vivió, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.
Y es pequeña cuando sólo piensa en si misma, cuando se comporta de una manera poco gentil. Fracasa en el momento preciso en que tendría que demostrar palpablemente, lo que diferencia en importancia a las personas: la amistad, el cariño, el respeto, el celo y el amor.
Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto a ti.
Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se pone en el lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que se espera de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés. 
Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una relación, y puede crecer o disminuir en pocas semanas.
Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande. Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo.

¿Cuál es la religión verdadera?

La religión puede ser definida como “la creencia en Dios o dioses que deben ser adorados habitualmente, expresada mediante conductas y rituales” o “cualquier sistema específico de creencia, adoración, etc. que, con frecuencia, incluyen un código de ética.” Más del 90% de la población mundial está adherida a alguna forma de religión. El problema es que hay demasiada diversidad de religiones. ¿Cuál es la religión correcta? ¿Cuál es la religión verdadera?

Los dos ingredientes más comunes en las religiones son reglas y rituales. Algunas religiones son esencialmente, sólo una lista de reglas de hacer o no hacer, que una persona debe observar a fin de ser considerado como un fiel partidario de esa religión, y por lo tanto, justo ante el Dios de esa religión. Dos ejemplos de religiones basadas en las reglas son el Islamismo y el Judaísmo. El Islam tiene cinco pilares que deben ser observados. El Judaísmo tiene cientos de mandamientos y tradiciones que deben ser observados. Ambas religiones, hasta cierto punto, sostienen que obedeciendo las reglas de la religión, una persona será considerada justa ante Dios. Otras religiones se enfocan más en la observancia de rituales, en lugar de la obediencia exclusiva a una lista de reglas. Mediante la ofrenda de este sacrificio, desempeñando esta tarea, participando en este servicio, consumiendo esta comida, etc., una persona es hecha justa ante Dios. El ejemplo más prominente de una religión basada en rituales es el Catolicismo Romano. El Catolicismo Romano afirma que siendo bautizado con agua en la infancia, participando en la Misa, confesando los pecados al sacerdote, ofreciendo oraciones a los santos en el Cielo, siendo ungido por un sacerdote antes de la muerte, etc., etc., Dios aceptará a tal persona en el Cielo después de su muerte. El Budismo e Hinduismo también son religiones basadas principalmente en rituales, pero también pueden ser consideradas, aunque en menor grado, basadas en reglas.

Una lección inolvidable

Cómo líder, sus lecciones más dramáticas y efectivas pueden ser dadas sin el uso de palabras.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Juan 13:15-16
Una lección inolvidableImagine por un momento, que Jesús hubiera enseñado principios de la misma manera que nosotros lo hacemos. Primeramente, hubiera anunciado con bastante antelación la fecha de un "seminario sobre servicio", para que los discípulos fueran reservando la fecha e, incluso, invitando a algunos otros interesados. En privado, Cristo dedicaría largas horas a estudiar los textos bíblicos acerca del tema del servicio, creando cuidadosamente sus argumentos en favor de los diferentes aspectos de este tema.
En la fecha establecida, les hubiera reunido y habría compartido los resultados de sus estudios, presentando amplias evidencias acerca de la importancia del servicio. No hubiera terminado su lección sin una seria exhortación, a que los discípulos buscaran practicar lo que habían escuchado en "clase".
El entendimiento de cada discípulo no se escapó de lo que el Señor había querido enseñar.
Usted ya se está viendo la enorme distancia que separa a nuestros esfuerzos por capacitarnos como santos, de la manera que Cristo usó para enseñar y formar a sus discípulos. Pero observe Su estrategia. No anunció nada. No preparó a los discípulos con un discurso. No les dio ninguna explicación acerca de lo que iba a hacer. En el momento menos esperado, cuando estaban todos relajados y disfrutando de la cena, se levantó y comenzó los preparativos para lavarles los pies.

Carta a Dios: Querido Dios, "No me sueltes"


“¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad”.
Salmos 55:6-8

Este silencio ensordecedor que aún me envuelve, más que envolverme me causa dolor. Me duele porque aunque sé que no es cierto, las circunstancias, muchas veces, me hacen pensar que tu mirada se ha desviado de mí. Quizá sea porque aún no logro ver la luz al final de este túnel oscuro que he estado transitando.
Pero aún así, sé que tu mano no me ha dejado de sujetar ni un minuto. Incluso cuando me pregunto si estás escuchando mis oraciones y pareciera que no es así, sé que sí, que me estás escuchando atentamente. Sé que es precisamente entonces, cuando tus ojos están más fijos en mí y tus oídos más atentos al clamor de mis súplicas. Lo sé más allá de mis sentidos y de lo que veo o percibo, porque sé que eres fiel y que me amas profundamente.

Sé que, a pesar de que muchas veces, no logro ni siquiera poder definirme o hablar por el muchísimo dolor que siento, que me provoca silencio y agotamiento, que Tú interpretas cada cosa que te dice mi casi moribundo corazón. Entonces le infundes vida y él vuelve a latir, a sobreponerse, a luchar y afrontar los retos que se le presentan.