jueves, 5 de junio de 2014

A Veces Maestro … a Veces Alumno - Crecimiento personal-espiritual

El primer grado escolar nos prepara para el segundo y así en adelante. Igualmente, la vida siempre nos está preparando para el siguiente nivel. Cada experiencia que tenemos en la vida nos prepara para la siguiente etapa, y estar preparado lo es todo.
La vida nos dará la oportunidad de ganar aquello para lo que nos estemos preparando, y necesita que lo ganemos para poder valorarlo.
-Si un robot nos reemplaza, querríamos volver a la escuela para aprender cómo hacer robots. 
-La vida susurra al oído de la oruga: “¡Ahora eres una mariposa!”
O sea, todos necesitamos ser transformados o nos descompondremos; es nuestra decisión.
Sepamos que, continuamente estamos siendo entrenados en esta tierra. En cada etapa estamos siendo capacitados para el siguiente nivel: en algún lugar, allí fuera o debajo de la pálida luz de la luna, alguien está pensando en nosotros con amor. En algún lugar allí fuera, hay alguien haciendo una oración por ti, ¡para que logres pasar el adiestramiento!
Intentemos dormir un poco porque mañana comienza el adiestramiento. Mi vida está en las últimas etapas y todavía estoy adiestrándome.
Recordemos que cada experiencia que tenemos es un adiestramiento. No nos tomemos a nosotros mismos, demasiado en serio durante el proceso de adiestramiento. Eso sí, tomemos lo que hagamos en el proceso con seriedad, porque estamos siendo observados para ver si estamos listos para el siguiente nivel de capacitación. Siempre con las mejores intenciones, para mantenernos firmes en el proceso mientras nos adiestran…

Los Presos - Reflexiones

Un juez iba a liberar a un preso de la cárcel, por lo que hizo pasar a todos los presos, uno a uno, a una “entrevista” con él, para ver quien merecía ser liberado. 
Al preguntar al primero por qué estaba allí, éste dijo:
- “Estoy aquí porque me calumniaron y me acusaron injustamente”
Llamó al segundo y este contestó:
- “Estoy aquí porque dicen que robé, pero es mentira”
De esta forma fueron pasando todos los presos, y todos se declaraban inocentes. Hasta que llegó el último, quien dijo:
- “Estoy aquí porque maté un hombre. Hirió a mi familia y perdí el control. Por eso le maté, pero hoy me doy cuenta de que lo que hice estuvo mal y estoy muy arrepentido”.
El juez se levantó y dijo:
-Voy a liberar a este último preso.
Todos se quedaron perplejos y dijeron. Pero ¿por qué lo vas liberar a él?
El juez contestó:
- El castigo es para los que esconden su falta. La misericordia para los que reconocen su falta y se arrepienten.
Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados, no prosperará: Más el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.”

"El Litro de Leche" - Dios sigue hablando hoy

Un joven de vida espiritual, fue a una reunión de estudio de la Biblia en la residencia de un matrimonio amigo. Era la noche de un jueves. El matrimonio dividió el estudio en dos partes, oír a Dios y obedecer la palabra del Señor. El joven quería saber si "Dios aún habla con las personas".
Después del estudio, salió a tomar un café con los amigos que estaban en la reunión familiar. Discutieron un poco más sobre el mensaje de esa noche. Decían cómo Dios había guiado sus vidas, todas de formas muy diferentes. Eran aproximadamente las 10 de la noche, cuando el joven se despidió de sus amigos y comenzó a dirigirse a su casa.
Sentado en su automóvil, comenzó a pedir: "¡Dios!, si aún hablas con las personas, habla conmigo. Te escucharé. Haré todo para obedecerte". Mientras conducía por la avenida principal de la ciudad, tuvo un pensamiento muy extraño, como si una voz hablase dentro de su cabeza: "Para y compra un litro de leche". Movió su cabeza y dijo en alto: "Dios, ¿eres Tú Señor?" No obtuvo respuesta y continuó dirigiéndose a su casa.
Sin embargo, nuevamente, surgió el pensamiento: "Compra un litro de leche". El joven pensó en Samuel y cómo en principio no reconoció la voz de Dios,... y al igual que Samuel, corrió hacia Él. "¡Muy bien, Dios! En caso de ser Tú, voy a comprar la leche",... no parece que sea una prueba de obediencia muy difícil. Al fin y al cabo, también podría usar la leche para mí mismo. Así que, paró, compró la leche y reinició su camino a casa. Cuando pasaba por la séptima avenida, de nuevo sintió un pedido: "Gira en aquella calle".
Es una locura, pensó, y pasó de largo. Nuevamente sintió que debería haber girado en la séptima avenida. En la siguiente curva, giró, volvió y se dirigió por la séptima avenida. Medio bromeando, dijo en voz alta: "Muy bien, Dios. Lo haré". Siguió avanzando algunas calles cuando, de repente, sintió que debía parar. Se detuvo y miró a su alrededor. Era un área mixta, entre comercial y residencial.
No era la mejor área, pero tampoco era la peor de la vecindad. Los establecimientos estaban cerrados y la mayoría de las casas estaban a oscuras, como si las personas ya se hubiesen ido a dormir, excepto una al otro lado de la calle y que estaba cerca. Nuevamente, sintió algo, "Ve y dale la leche a las personas que están en aquella casa del otro lado de la calle".
El joven miró la casa, comenzó a abrir la puerta del automóvil, pero se volvió a sentar. "Señor, esto es una locura. ¿Cómo puedo ir a una casa extraña, en medio de la noche? Una vez más, sintió que debía ir a dar la leche. Finalmente, abrió la puerta...
"Muy bien, Dios, si eres el Señor, iré y entregaré la leche a aquellas personas. Si el Señor quiere que yo parezca un idiota, muy bien. Yo quiero ser obediente. En fin, pienso que esto no vale para nada, pero...; pero si ellos no responden inmediatamente, me iré ipso facto, en el mismo momento". Atravesó la calle y tocó la campanilla. Pudo oír un barullo viniendo desde dentro, parecido al llanto de una criatura. La voz de un hombre sonó alto: ¿Quién es?, ¿qué quiere? La puerta se abrió antes que el joven pudiese huir. De pie, estaba un hombre vestido con pantalón corto y camiseta. Despedía un olor extraño y no parecía feliz de ver a un desconocido de pie en su solana. -¿Qué pasa? 
El joven le entregó la botella de leche"Compré esto para ustedes". El hombre tomó la leche y corrió adentro hablando alto. Después, una mujer pasó por el pasillo llevando la leche en dirección a la cocina. El hombre la seguía, sosteniendo en brazos una criatura que lloraba. Unas lágrimas corrían por el rostro del hombre y luego comenzó a hablar medio sollozando: "Nosotros oramos. Teníamos muchas cuentas que pagar este mes y nuestro dinero se había acabado. No teníamos más leche para nuestro bebé, y apenas comencé a orar, le pedí a Dios que me mostrase una manera de conseguir leche".
Su esposa gritó, entonces, desde la cocina: "Pedí a Dios que me mandara un ángel con un poco…, ¿usted es un ángel?" El joven cogió su cartera, sacó todo el dinero que había en ella y lo colocó en las manos del hombre. Se dio media vuelta y se fue a su vehículo, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Experimentó en vivo, que Dios todavía responde a las peticiones justas y verdaderas.

Disfruta el viaje

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 
Santiago 1:1–4. 
Todo ser humano tiene problemas, dificultades. No problemas sencillos, sino situaciones serias en sus vidas. Si no tienes problemas, no le estás haciendo daño al enemigo. Difícil de comprender ¿verdad? Vamos a ver si podemos...
¿Qué haces cuando tienes problemas? Muchos dirán: leer la biblia, orar,... ¡Vale!, pero eso son sólo respuestas religiosas.
El deleite de Satanás es ver a un hijo del Eterno, cansado, quejándose, murmurando, aburrido. Santiago 1: 2–3. (BT) “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.
“… Tened por sumo gozo cuando os veáis cercados de diversas pruebas…”. Es decir, que esté tu gozo al máximo cuando estés en diversas pruebas.
“… Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Paciencia; consistencia. Si estás en prueba gózate, pero que este gozo esté al máximo. Porque la prueba en tu vida va a producir consistencia.
La consistencia te lleva a un nuevo nivel, en el cual a pesar de la prueba, se mantiene el mismo gozo.
Santiago 1:4. (BT) “Y dejad que la paciencia tenga su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.
La prueba te dio consistencia. Entraste a la prueba faltándote algo, pero si te gozas, vas a salir con lo que necesitabas.
Cuando entiendes lo que es gozo, sales de la prueba sin que te falte cosa alguna. Entras con algo que te faltaba, pero sales completo. ¿Por qué sucede esto?
Cuando el enemigo les ataca injustamente, el Padre tiene la facultad de darles a sus hijos lo que les hacía falta, cuando sus hijos se gozan en su debilidad.
El Padre te dice: Gózate, porque si te gozas en la asechanza de Satanás, en los ataques del enemigo, tienen que pagarte por cada golpe que te dio. La condición es gozarte, ya que si no te gozas vas a salir incompleto, como entraste. Pero si te gozas vas a salir completo, más consistente.