viernes, 2 de mayo de 2014

Hay poder de la oración

Ningún cristiano debe ignorar el gran poder que existe en la oración. Ha sido creada para derribar al mayor de los gigantes. En la biblia hay cientos de ejemplos, en los que Dios nos muestra el gran poder que emana de la oración del creyente. Algunos de los más conocidos intercesores encontrados allí, nos enseñan todo lo que podemos lograr si hacemos buen uso de ese poder.

Daniel nos muestra que, cuando oramos cerramos la boca de los leones.

Sadrac, Meshack y Abed-N
ego nos enseñan que, cuando oramos, ni siquiera la llama más caliente puede quemarnos.

Esther nos muestra que, a través de la oración, los hombres encuentran el favor de Dios y todos los falsos decretos, informes y planes quedan invalidados en el poderoso nombre de Jesús.

Pablo y Silas nos enseñan que cuando oramos, se abren las puertas de la prisión. Dios nos abre sus puertas. Es lo que quiere, quiere hablar con nosotros. ¿Te sientes encarcelado? Si tu respuesta es "sí", entonces es tiempo de que empieces a orar para que Dios te libere, en el poderoso nombre de Jesús.

Escrito está: "Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré." Juan14:14. No olvidemos que el Señor también dijo: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo".

Mateo 28:18. 

El deseo de Dios es ver cristianos audaces, que crean que hay poder en la oración para darles lo que le pidan. En Jeremías 33:3 dice: "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Hermano créelo, la oración funciona.

La mejor forma de orar a Dios

Cierto día, un cura católico, un pastor evangélico y un gurú se pusieron a discutir sobre cuál era la mejor posición para orar a Dios. Cerca de ellos, un técnico de una empresa telefónica les escuchaba atentamente.

"De rodillas es definitivamente, la mejor manera de rezar", dijo el cura católico.
"No", dijo el pastor evangélico," los mejores resultados se obtienen con las manos extendidas al cielo".
"Los dos están equivocados", dijo el gurú, "la posición más efectiva para la oración es tumbado boca abajo en el suelo".


El técnico no pudo contenerse e interrumpió. "Hola amigos, disculpen que me meta, la mejor oración que yo hice en mi vida, fué una vez que quedé colgado boca abajo en la cima de un poste de teléfono, a 15 metros de altura". 

Cuando los apóstoles le dijeron a Jesús "Señor, enséñanos a orar", Él no les dijo que debían poner sus cuerpos en una postura en particular u orar en una posición determinada. En cambio, les enseñó que debían llegar a Dios con una actitud de humildad, respeto y con total dependencia de Él.

Podemos apreciar más claramente esto en Lucas 18; en una parábola, Cristo condenó al fariseo, que llevado por su vanidad y su auto-exaltación oraba para los hombres y no para Dios. Y alabó al publicano, que oraba parado en el templo con su cabeza inclinada, y lo hacía con humildad de espíritu.

El proceso de la visión

EL SEXTO PRINCIPIO

El sexto principio en nuestros Doce Principios de la Visión, es que nosotros debemos entender este proceso. O sea, Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas, sin embargo, Él hace que estos planes se den de manera gradual. Dios nos dice hacia donde ir con nuestras visiones, pero pocas veces nos dice cómo nos llevará exactamente allí. Él nos da el propósito, pero no explica el proceso completo.
Proverbios 16:9, dice: “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová enderezará sus pasos”.
Fíjate en la palabra “pasos”. Dios no dijo que Él dirigiría nuestros brincos, sino nuestros pasos. No hay una manera acelerada para obtener la visión de Dios. Él nos dirige paso a paso, día a día, por medio de diversas pruebas y oportunidades de edificación de nuestro carácter, mientras nos mueve hacia nuestros sueños.
¿Por qué nos dirige Dios de esta manera? Porque Él no quiere simplemente que ganemos; Él quiere que ganemos con estilo. El deseo de Dios es formar gente con carácter y combatiente; gente que pueda decir: “Dios no sólo me indujo esta visión. Él me cualificó para ella”.
En el momento que recibimos nuestras visiones, aún no estamos listos para ellas. No tenemos la experiencia o el carácter para ellas. Dios podría completarlas rápidamente, pero lo que Él desea es hacerlas por medio de nosotros, Él quiere prepararnos para recibirlas y trabajar en ellas. Esta es la manera en la cual el Señor trabajó en las vidas de los grandes líderes de la Biblia, y es la manera como todavía trabaja hoy.

"Padre, he visto en mi vida que no hay prisa para obtener Tu visión. Tú tienes un plan para dirigirme paso a paso a donde necesito estar. Ayúdame a tener paciencia y fe para confiar en Ti en cada paso del camino. En el nombre de Jesús, amén".
Debemos entender que la visión es un proceso.

DIOS ESCOGE LA RUTA


Preguntémosle a Dios: “¿Por qué necesito ir de esta manera? No me gusta esta ruta”. Él nos contestará que la ruta va hacer dos cosas por nosotros:
1. Desarrolla nuestro carácter.
2. Produce responsabilidad en nosotros.
No nacimos con estas cosas; tenemos que aprenderlas. Además, si Dios nos fuera a mostrar la ruta completa hacia donde vamos, podríamos decir: “Me quedaré donde estoy ahora”.

Fíjate en la vida de José por ejemplo. Cuando tenía diecisiete años, tuvo un sueño de parte de Dios en el cual su padre, madre y hermanos se arrodillaban ante él (Génesis 37:9-10). José pensó para sí mismo: “¡Sí! Me gusta este sueño”. Dios le había dado una visión, sin embargo, no le dijo cómo iba a hacerla. Suponiendo que Dios le hubiera dicho: “José, vas a convertirte en un gran gobernante, y esto es lo que Yo he planeado para ello: tus hermanos te van quitar el derecho a tus ropas favoritas; te van a lanzar a un pozo y te van a vender como esclavo. Luego, la esposa de tu patrón va a mentir acerca de ti, acusándote de violación, y tu patrón te va a meter en la cárcel, donde quedarás olvidado por mucho tiempo. Pero finalmente saldrás de allí”.
Si Dios le hubiera dicho eso, José probablemente hubiera replicado: “Me quedo como pastor. Estoy feliz donde estoy ahora”.

Dios protege nuestras visiones, al dirigirnos de acuerdo a Su ruta y Su tiempo.
"Padre, Tú estás comprometido conmigo y a completar la obra que empezaste en mí. Gracias por desarrollar mi carácter y la responsabilidad en mi vida. En el nombre de Jesús, amén".
Tú debes aprender a prepararte para lo que Dios ya dijo que venía.

Creciendo Día a Día

Es imposible atravesar la vida …sin que un trabajo salga mal hecho,
Sin que una amistad cause decepción,
Sin padecer algún quebranto de salud,
Sin que nadie de la familia fallezca,
Sin que un amor nos abandone…
Sin equivocarse en un negocio.
Es el coste de vivir. Sin embargo,… lo importante no es lo que suceda, sino como reaccionamos ante la situación.
Si te pones a pensar eternamente en las heridas, más o menos sangrantes, vivirás como un pájaro herido, incapaz de volver a volar.
Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Uno crece al aceptar la realidad y al tener el aplomo de vivirla.
Crece cuando acepta su destino, y tiene voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando y aprendiendo de lo que deja detrás,… y proyectando y construyendo lo que tiene por delante.
Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.
Cuando se abre camino dejando huella, asimilando experiencias…¡Y cuando siembra raíces!
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle los comentarios negativos, ni prejuicios.
Cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes…
Cuando se es fuerte de carácter, mantenido por su formación, sensible de temperamento… ¡Y humano por nacimiento!
Cuando se enfrenta al invierno aunque pierda las hojas, cuando recoge flores aunque tengan espinas, y marca el camino aunque se levante el polvo.
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe….
Uno crece cuando se planta para no retroceder… cuando se defiende como águila para no dejar de volar…
Cuando se clava como ancla en el mar y se ilumina como estrella.
Entonces… uno crece
El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad. Proverbios 1:5.
Entonces los humildes crecerán en alegría en el Señor, y aún los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. Isaías 29:19.

El Orgullo del Rendimiento

El orgullo por el rendimiento obtenido no representa un culto al ego. Más bien denota placer con humildad. “La calidad del trabajo y la calidad del obrero son inseparables”, y deberían ser también imprescindibles, pero con esfuerzo. Un esfuerzo a medias no produce resultados a medias; simplemente no produce resultados.
Tres hombres estaban colocando ladrillos. Un transeúnte les preguntó qué estaban haciendo. El primero contestó: “¿No ve que me estoy ganando la vida?”, el segundo dijo: “¿No puede ver que coloco ladrillos?”, el tercero indicó: “Estoy edificando un hermoso monumento”. Había tres personas haciendo exactamente lo mismo, pero con una perspectiva distinta de lo que estaban haciendo. Exhibían tres actitudes diferentes sobre su trabajo. ¿Y creen que sus actitudes afectarían su rendimiento? La respuesta es claramente que sí.
La excelencia viene cuando el obrero pone empeño en hacer lo mejor. Cada trabajo es un retrato de la persona que lo realiza, sin importar en qué consista el mismo, ya sea lavar coches, barrer el suelo o pintar una casa.
Hagámoslo bien la primera vez, no,...¡siempre! La mejor póliza de seguros para mañana es un trabajo bien hecho hoy.