Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Efesios 6: 5 - 8
La exhortación va, ahora, de siervos a amos, indicando las relaciones laborales en los cristianos. En estos versículos Pablo da a conocer una serie de recomendaciones para los trabajadores cristianos. Principalmente se hace referencia a dos acciones: obedecer y servir.
Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo. Los siervos representaban la fuerza laboral de la época de Pablo. Hoy, en nuestra sociedad, la clase trabajadora serían los empleados o trabajadores de empresas, tanto públicas como privadas. La exhortación es que obedezcan a sus amos terrenales con respeto, y sean responsables por cumplir lo que se les pide hacer, y hacerlo bien. Así también, el trabajador cristiano trabaja con sencillez de corazón, con integridad, de buena gana, con entusiasmo y honradez; así como sirve al Señor, el amo por excelencia.