domingo, 16 de marzo de 2014

¿Perdonando sin olvidar?

¿Qué se siente al perder una amistad?, ¿qué le pasa a nuestra mente, a nuestro corazón y a nuestra personalidad? Creo firmemente que una amistad dura para siempre aunque no se le hable, o no se vea a ese amigo o amiga todo el tiempo. Siempre queda el recuerdo feliz de los momentos compartidos, experiencias vividas y anécdotas chistosas.
Cuando te encuentras a ese amigo o amiga en la calle o en las redes sociales, y empiezan a comunicarse de nuevo, es como si el tiempo no hubiese pasado. Habrán mil cambios y cosas nuevas en su vida, pero el sentimiento de amistad, lo que les unía y les hacía tan compadres sigue ahí.
SONY DSCEs curioso que sabemos describir muy bien la pérdida de un ser querido, conocemos muy bien el sentimiento de ser dejados en una relación, pero perder una buena amistad causa un nudo en la garganta, confusión, rabia reprimida y en ocasiones lágrimas brotando de los ojos, ¿verdad?
Quizás es que le doy mucho valor a la amistad, pero perder amigos no es algo que agrade mucho, y menos si la razón de la pérdida es incompresible. En esta situación uno se cuestiona todo y trata, o debería tratar, de no actuar de manera impulsiva aunque tu amigo o tu amiga ya actuara impulsivamente, molestándote, criticándote, reclamándote y finalmente dándote la espalda; todo porque tu único error fue no compartir con él decisiones de tu vida personal, privada, en tiempo real, en el instante mismo de haber tomado una decisión. ¡Vaya!, ¡ni que estuviéramos en primaria!

Desconectados

Las maldades cometidas por ustedes han levantado una barrera entre ustedes y Dios (Isaías 59:2).
Estas hojas se ven diferentes. Esta está verde, y esta otra está seca y marrón. Al cortarla del árbol, la hoja verde comienza a morir. En pocas horas comienza a ponerse marrón porque ya no está conectada al árbol.
Cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, perdieron su conexión con Él, y las cosas comenzaron a cambiar. Ahora Adán y Eva tenían que trabajar duramente para producir los alimentos necesarios para comer. Tenían que arrancar las malas hierbas que empezaban a crecer alrededor de las plantas buenas.
Sus amigos, los animales, ahora sentían temor de ellos. Dejaron de buscar a Adán y a Eva para que les abrazaran y acariciaran. Algunos de los animales se volvieron agresivos y empezaron a comerse a otros animales. Todo era muy triste.
Pero lo más triste fue que Adán y Eva ya no podían estar con Dios. Antes de que pecaran, Dios venía a verles y a caminar con ellos. Antes de que Adán y Eva desobedecieran, podían conversar con Dios, siempre estaban conectados con Él, pero el pecado les separó de Él.

Querido Dios, quiero estar conectado contigo siempre. Amén.

La última palabra

Jehová es mi pastor, nada me faltará. Salmo 23:1
En la Biblia encontramos hermosos ejemplos del poder y la provisión de Dios, como cuando una viuda pobre le pidió a Eliseo que le ayudara, porque su esposo había fallecido y uno de sus acreedores la había amenazado con llevarse a sus dos hijos como esclavos. Cuando Eliseo le preguntó a ésta mujer qué tenía en su casa, ella le respondió:
-No tengo nada, sólo un frasco de aceite de oliva.
Él le dijo que pidiera todas las jarras vacías que pudiera a sus amigos y vecinos, que fuera a su casa con sus hijos, cerrara la puerta y vertiera en las jarras el aceite de oliva que tenía en su vasija. Entonces el aceite se multiplicó y sólo cesó cuando no hubo más vasijas que llenar.
Cuando ella le contó a Eliseo lo que había sucedido, él le dijo:
-Ahora vende el aceite de oliva y paga tus deudas; tú y tus hijos pueden vivir de lo que sobre. 2 Reyes 4:1-7
Otro ejemplo es cuando Jesús alimentó a cinco mil personas. Aquella vez, sus discípulos le dijeron que ya era tarde y que despidiera a la multitud, para que se fueran a comprar algo de comer a alguna de las aldeas más cercanas del lugar, pero Jesús les respondió:
-Eso no es necesario; denles ustedes de comer.
-¡Pero lo único que tenemos son cinco panes y dos pescados! –dijeron ellos.
Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Después partió los panes en trozos y se los dio a sus discípulos para que los distribuyeran. Todos comieron cuanto quisieron, incluso juntaron doce canastas con lo que sobró. Mateo 14:13-21
Cuando pienses que ya no hay nada más que hacer, recuerda éstos dos milagros y lo que dice en Lucas 1:37 Nada es imposible para Dios”.

Yo tuve un bautismo no bíblico. ¿Debo bautizarme de nuevo? - Preguntas bíblicas

La Biblia es muy clara acerca del bautismo. Hay dos puntos que todos necesitamos entender: 
(1) El bautismo debe tener lugar después de que una persona ha recibido a Jesucristo como Salvador, confiando sólo en Él para la salvación. 
(2) El bautismo debe ser por inmersión. La palabra bautizar literalmente significa "zambullir/sumergir en agua." El bautismo por inmersión es el único método de bautismo que ilustra adecuadamente lo que el bautismo simboliza: creyentes muriendo, siendo sepultados con Cristo, y resucitados a una nueva vida (Romanos 6:3-4).

La llave secreta

Llaves, pequeños instrumentos que usamos para abrir y cerrar puertas o candados. Al menos contamos con un juego de ellas en el que llevamos llaves de nuestra casa, trabajo, automóvil, etc. Con ellas no hay necesidad de llegar y esperar a que alguien más nos abra, ni mucho menos abrir a la fuerza, sólo abrimos y entramos, o salimos y cerramos, sin necesidad de pedir permiso. Se entiende que podemos entrar y salir cuantas veces necesitemos, y aunque para todo usamos llaves diferentes, a muchos nos gustaría tener una sola llave para todas las puertas que abrimos a lo largo del día, o mejor aún, para abrir puertas de lugares a los que nos gustaría entrar y no podemos; si existiera esa llave estaríamos felices de abrir y cerrar lo que quisiéramos, sin necesidad de perder el tiempo esperando que alguien más llegue a hacerlo por nosotros.

Podemos comparar la oración con esa llave que nos gustaría tener, la oración es esa llave secreta que al orar Dios, nos da el poder de abrir o cerrar cualquier puerta de nuestra vida, pasada o actual, y para algunos es secreta porque no todos la conocen, o no todos la ponen en acción.

Una oración a Dios hecha con fe y amor, puede darnos esa llave que abre cualquier puerta. Por grandes que aparenten ser los candados que cierren la más grande y gruesa de las cadenas, las puertas pueden ser de bendición, como las de empleo, salud, felicidad, perdón, paciencia, sabiduría, y esas son las que quisiéramos abrir; también están las que quisiéramos cerrar, como las de la tristeza, la soledad, angustia, desánimo, frustración y dolor, y también los candados de las cadenas que venimos cargando, como decepciones, heridas pasadas, culpas, miedos, resentimientos, cadenas tan pesadas y molestas que nos atan y no nos dejan avanzar, que nos hacen tan pesado y difícil el camino y aprisionan nuestra vida.