jueves, 27 de febrero de 2014

Desarrollando El Ser Interior - Crecimiento personal-espiritual

Descuidar el ser interior es descuidar el propósito de Dios en nosotros.
Si trabajamos duro en nuestro empleo, nos ganaremos el sostén; si trabajamos duro en nosotros mismos, podemos hacer una fortuna.
Si no hay cimas y valles en nuestra vida, eso significa que estamos muertos. 
¿Podrá haber algo más triste que un trabajo no terminado? Sí, ¡un trabajo nunca comenzado!

El ciclón deriva sus poderes desde un centro calmado; así también una persona.
Necesitamos estar dispuestos a soltar la vida que hemos planeado, para abrazar la vida que nos aguarda.
Nunca seremos la persona que podemos ser, si la presión, tensión y la disciplina no son retiradas de nuestra vida.
Tal vez nunca sepamos qué resultados se obtuvieron de nuestra acción; pero si no hacemos nada no habrá ningún resultado.
El pesimista se queja de la dirección del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.
Estamos confinados tan sólo en los muros que nosotros mismos construimos.
No hay mejor ejercicio para nuestro corazón que agacharnos y ayudar a otro a levantarse. 
Cuando la culpa levanta su fea cabeza, confrontémosla, discutámosla y dejémosla ir. El pasado ya pasó; olvidémoslo y sigamos adelante.
Podemos vivir toda una vida y, al final, conocer más sobre otras personas que sobre nosotros mismos.
Veamos al cambio como una constante en nuestras vidas; démosle la bienvenida, esperémoslo, anticipémonos a él .
El arte de ser feliz yace en el poder de extraer felicidad de las cosas comunes.
El fondo se convirtió en el sólido fundamento sobre el cual reconstruí mi vida.
Si dejamos de trabajar lo que la Biblia llama el "Hombre interior", perderemos de vista la hermosura contenida en la expresión “a imagen y semejanza de Dios”. Perdemos mucho tiempo cuidando el exterior e ignorando la vida interna.

Mi cumpleaños - Ese día tan especial

Hace unos días celebré mi segundo cumpleaños de mi compromiso con Dios al ser bautizado. Yo no celebro mis cumpleaños físicos que demuestran mi identidad, me faltaría tarta o me sobrarían velas, pero sí celebro los de mi vida cristiana en Dios, y estoy verdaderamente gozoso de ello. Mi fe y confianza en Dios crecen día a día, y una de las cosas que más me llamó la atención de la lectura de la Biblia, es el pasaje de Colosenses 3:23: Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; me siento plenamente identificado con este pasaje porque si a alguien debemos alabar es a Dios, quien más lo merece. 
Demos a conocer la Palabra de Dios a todo el mundo, consideremos que somos siervos de Dios si sentimos que debemos serlo y actuemos en consecuencia, aprendamos continuamente más de Él, y sintámosle a nuestro lado. 
Siento, también, que se demuestra la gran necesidad que la humanidad tiene del Padre, que tiene de Dios.
Gracias, muchas gracias por todo, Dios.
M.Gayo 

Como dice la canción "Este día especial", de Jesús Adrián Romero, estar contigo. 
Es todo lo que necesito, eso es lo que quiero.

Si me preguntaras qué regalo quiero 
Qué es lo que prefiero 
Este día especial 
Nadie me conoce como Tú Maestro 
Ni mis pensamientos te puedo ocultar 
En lo más profundo de mi corazón 
Hay un gran anhelo, hay una gran pasión 

Quiero este día disfrutar
En tu presencia nada más 
Y se vuelvan realidad 
Mis deseos de poderte contemplar 

Quiero contigo platicar 
Quiero perderme en tu mirar 
Y olvidarme de quien soy
Y perder mi humanidad en ti Señor 

Este día especial
Es lo único que quiero 
Es lo único que anhelo mi Jesús 


Si me preguntaras qué regalo quiero 
Qué es lo que prefiero 
Este día especial 
Nadie me conoce como Tú Maestro 
Ni mis pensamientos te puedo ocultar 
En lo más profundo de mi corazón 
Hay un gran anhelo, hay una gran pasión 

Quiero este día disfrutar 
En tu presencia nada más 
Y se vuelva realidad 
Mis deseos de poderte contemplar 

Quiero contigo platicar 
Quiero perderme en tu mirar 
Y olvidarme de quien soy 
Y perder mi humanidad en ti Señor 
Este día especial 
Es lo único que quiero 
Es lo único que anhelo mi Jesús 


HABLADO: 
Si es tu anhelo díselo a Él 
Es mi anhelo contemplarte Jesús 
Conocerte cara a cara

 

La corrección nos lleva a la perfección

Dios es un padre misericordioso que quiere lo mejor para nosotros.
Dios preparó la tierra para que pudiéramos ser felices en ella, nos creó en un paraíso maravilloso.
El primer hombre, Adán, mientras permaneció en sujeción, es decir, bajo la soberanía de Dios, pudo disfrutar de ese lugar maravilloso. Nada le hacía falta, todo lo tenía; lo único que debía hacer para seguir disfrutando de esa hermosa maravilla, era estar en obediencia.
Pero el hombre se dejó contaminar en ese tiempo y ahora lo seguimos haciendo nosotros. Sofonías 3.1 “¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora!”
Desde los tiempos de Adán, en el corazón de los hombres sólo hay rebeldía, no nos gusta someternos a nuestras autoridades, sean políticas o religiosas, ni en el hogar.
El mundo cada día va más en decadencia porque no le gusta la corrección; en los hogares, llevados éstos por el modernismo, ya no se corrige a los hijos. Y se puede ver su deterioro, cada vez hay más hogares destruidos y otros a punto de destruirse.
Cuanto más rebeldes somos, menos nos gusta la corrección. “No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.” Sofonías 3.2
Queremos un Dios que nos permita nuestra maldad, queremos llegar al cielo, sí, pero por el camino ancho, queremos viajar cómodos. Y buscamos profetas y sacerdotes que sean iguales a nosotros. Vers.4 “Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley.”
Queremos un Dios que haga muchos milagros, pero que no se meta con nuestra forma de vivir; queremos ser cristianos, pero seguir viviendo igual que antes de conocer a Cristo. Hoy en día, ha crecido en gran manera el número de personas que han recibido a Cristo, pero se ha reducido sustancialmente el numero de cristianos convertidos. Hoy la gente ama la muchedumbre, donde nadie se dé cuanta de su tibieza espiritual. 2 Timoteo 4:3-4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4:4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”

Identidad

La presencia del discípulo en el mundo es más eficaz, cuando su testimonio se produce de forma natural y espontánea.
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. 
Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Mateo 5:13,20
La tremenda descripción que hemos recibido de las características de los ciudadanos del reino, nos dan lugar, ahora, a una especificación del impacto que estas personas tienen sobre su entorno. Como en tantas otras ocasiones, Jesús escogió uno de los elementos más comunes de la vida cotidiana para ilustrar esta verdad, la sal.
"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres." La sal tenía, en la antigua Palestina, dos funciones principales. Era usada para darle gusto a la comida y como medio para proteger a la carne de su descomposición. También estaba incluida en algunas de las ceremonias religiosas en el templo, atribuyéndole un significado purificador. 
Un discípulo de Cristo debe poseer una vida distintiva, diferente a la de las personas a su alrededor.

No te conformes

Cuando somos jóvenes vemos miles de películas, escuchamos miles de canciones, y formamos parte de miles de historias de éxito o de fracaso.
En todo este proceso es donde empezamos a moldear nuestras convicciones sobre algunos temas, como por ejemplo el amor.
Aunque te digan lo contrario, queda grabado en tu subconsciente lo que a ti te parece como real, y poco a poco, por experiencias propias o ajenas, te das cuenta de que no todo es como soñabas, que las cosas son un poco más complejas que la frase: “Y vivieron felices para siempre”.
No te culpes si en algún momento del camino decidiste aceptar lo que probablemente Dios te daría si en verdad lo necesitases, y que tendrías que conformarte sólo con eso. Porque durante mucho tiempo pensamos que no existió ninguna persona, que realmente tuviera todo lo que deseaba y necesitaba. Él sabe más y mejor que nosotros, nos dicen, y eso probablemente haga que nuestros deseos queden al margen.
Pero se trata de desmitificar esto, aun con todo el respeto que merece el hecho de pensar que siempre Dios tiene la razón, que es verdad. Lo que de verdad constituye el engaño en el que vivimos, es el hecho de pensar que no tendremos lo que realmente queremos. Que probablemente no haya ninguna persona que cumpla todos nuestros deseos, que tenga esa personalidad que complementa la tuya, o que te haga ser mejor. Que te tienes que conformar con ser esa persona que genera peleas constantes, o bien que no esperas que cambie para ser “quien Él quiere que seas”.